“El Gobierno quiere que los trabajadores no tengamos vida”

19.12.2025
Foto: Alejandra Morasano
Foto: Alejandra Morasano

La Plaza de Mayo fue una muestra del mapa laboral argentino, las historias de despidos, derechos recortados o salarios depreciados.

"No tengo vida", dijo Amílcar Henry Pardo, enfermero de 51 años. Cuando La Libertad Avanza se convirtió en gobierno tenía un trabajo con el que sostenía a su familia. Hoy, tiene dos empleos en clínicas privadas y trabaja todas las noches en una guardia y en una terapia intensiva. "En los dos años mi vida cambió totalmente. Tuve que optar por el pluriempleo y me alteró todo, eso es lo que quieren: que los trabajadores no tengamos vida", agregó. La Plaza de Mayo ayer fue una muestra del mapa laboral argentino, en cada columna de los sindicatos y organizaciones que marcharon contra la reforma laboral había despidos, derechos recortados o salarios depreciados por contar. Cada historia con sus particularidades, pero con un denominador común: el desprecio del gobierno de Javier Milei por la mano de obra nacional.

Amílcar vestía un ambo blanco y llevaba un cartel que decía: "Esenciales en la pandemia, descartables con la reforma laboral". "Si la ley sale, vamos a terminar siendo esclavos. Yo ya tengo dos empleos para poder vivir, ¿Cómo voy a hacer si uno de los empleadores me dice que me quede cuatro horas más como propone el banco de horas?. Ya estás sobre exigido por el pluriempleo y con la reforma no podría hacer ni eso", comentó.

Foto: Alejandra Morasano
Foto: Alejandra Morasano

Bajo la sombra de los plátanos que bordean la Avenida de Mayo, un grupo de trabajadores de la industria del cemento comentaba cómo les había ido a los representantes sindicales en una audiencia por despidos en Cementos Avellaneda, en la ciudad de Olavarría, el lugar donde se produce la mitad del cemento del país. "En las cementeras cargábamos casi 300 camiones por día y hoy cargamos 30. Desde el 2024, venimos de una caída estrepitosa", contó Alejandro Santillán, uno de los trabajadores mineros.

Desde que Javier Milei ocupa la Casa Rosada, en la ciudad fueron despedidas 300 personas. "Estamos pasando una crisis más que profunda, ni hablar los compañeros del sector cal y piedra, todo lo que es minería de segundo y tercer grado. Estamos sumergidos en una crisis sujeta a la decisión de frenar la obra pública", agregó.

Foto: Alejandra Morasano
Foto: Alejandra Morasano

Desde la Avenida 9 de Julio hasta la Plaza de Mayo, las calles desbordaron de trabajadores y trabajadoras defendiendo sus derechos. Cada 50 o 100 metros había batucadas y tambores que repicaban fortísimo. En uno de esos grupos estaba Karina, trabajadora del rubro del calzado. Tiene 49 años y es empleada en una empresa que produce calzado de seguridad. "Estoy acá contra la reforma y contra la apertura indiscriminada de las importaciones que están matando a nuestro sector, igual que al textil". Recuerda que hace 24 años también estuvo en esta plaza, reclamando en el 2001. "Parece que no podemos luchar contra esto. Yo pienso que mi vida va a ser una lucha porque si después de dos décadas estoy de nuevo acá reclamando lo mismo, entonces, es muy difícil. Todo el tiempo están cerrando fábricas", agregó.

Los 30 grados de calor parecían potenciarse en el cemento porteño, pero la brisa fresca aliviaba la humedad de los cuerpos. Detrás de la bandera fucsia del Ni Una Menos estaba Valeria Salech, fundadora de Mamá Cultiva, reforzando la idea de que en las crisis, las más afectadas son las mujeres y disidencias por ser las más precarizadas y por hacer trabajos no remunerados, como las tareas del hogar. "Este Gobierno es un padre abandónico, que cuenta con que nosotras nos vamos a sobrecargar y sostener lo que ellos sueltan. Y que nos vamos a romper físicamente, literalmente, cuidando lo que ellos sueltan", lanzó.

Y agregó: "Otra cosa que hace muy eficientemente este Gobierno es crearnos la idea de que todo lo que nos pasa es culpa nuestra. Y yo sé que no es culpa nuestra. Hay mujeres que creen que manejan mal las finanzas y que por eso están endeudadas. No, estamos endeudadas porque desregularon el Banco Central y porque las tasas de interés que se están cobrando no se cobraron en la historia".

Foto: Alejandra Morasano
Foto: Alejandra Morasano

Daniel tiene 48 años, es chofer de la línea 317 y desde su habitáculo puede palpar la crisis: "No viaja nadie. Ya se re ve en la calle, en los autos, en los negocios vacíos. Se re nota eso y lo que se viene es un país con más explotados. Me preocupa el país que le puede quedar a mis hijos", dijo. Cerca de él estaban Belén Cacela, estudiante de 24 años, y Daniel Chuchinki, jubilado de 65 que milita en la Coordinadora de Derechos Humanos del fútbol. "Me asusta que se venga un país donde no tengamos una proyección a futuro y tengamos que pelear por una universidad abierta", dijo ella. Y el agregó: "Tuve la suerte de jubilarme hace unos días, soy un afortunado y no sé si ahora todos podrán hacerlo".

La movilización fue tranquila, excepto sobre el final, cuando la Policía de la Ciudad dirigida por Horacio Giménez y Jorge Macri comenzaron a correr a los manifestantes que cruzaban la 9 de Julio. Una hilera de efectivos con escudos y un camión hidrante amenazaron con aplicar el protocolo anti piquetes para liberar la avenida.

Durante la desconcentración, un trabajador de Pedidos Ya esperaba el paso de las columnas en Perú y Avenida de Mayo para poder avanzar. Estaba parado al lado del semáforo con la bicicleta y la mochila cuadrada roja, no sabía que la manifestación era por la ley que impulsa el gobierno de Javier Milei y desconocía de qué se trata la reforma laboral. Un joven precarizado para el que esas dos palabras no dicen mucho porque nunca accedió a los derechos que hoy están en riesgo.

Fuente:

https://www.pagina12.com.ar/2025/12/18/el-gobierno-quiere-que-los-trabajadores-no-tengamos-vida/