COMO AQUEL 9A, LA PATAGONIA RESISTE

10.08.2025

Comunicado de la Asamblea de Vecinos Autoconvocados de Viedma y Carmen de Patagones

Un día como hoy pero de hace ocho años, la Patagonia alzó su voz y dijo NO a la instalación de una central nuclear en la costa atlántica de Río Negro.

Las manifestaciones y actividades en más de cuarenta localidades de todo el país tuvieron su epicentro en Viedma, donde una marcha multitudinaria —con asambleas, organizaciones y activistas llegados desde la cordillera, la costa patagónica e incluso de otros lugares del país— quedó grabada en la memoria colectiva como el 9A.

No fue una fecha elegida al azar. El 9 de agosto es también el aniversario del bombardeo nuclear sobre Nagasaki, un recordatorio de la delgada línea que une los usos civiles y militares de la energía nuclear.

El proyecto, impulsado por la oferta de China de financiar centrales nucleares a la Argentina, proponía la instalación del reactor Hualong One sin siquiera haber evaluado su necesidad. No sólo implicaba el riesgo de un accidente nuclear y la generación de residuos radiactivos, sino que condenaba al Golfo San Matías a recibir las emisiones radiactivas durante el funcionamiento normal de la central nuclear.

El tiempo confirmó lo que muchos ya advertíamos. El por entonces subsecretario de Energía Nuclear, Julián Gadano, reconoció más tarde que ese tipo de proyectos "más que ayudar, encarecen la energía, cuando hay otras alternativas".

Sólo en 2023 se sumaron en el mundo 460 gigavatios de energía solar y eólica, mientras la capacidad nuclear global se redujo en 1 gigavatio.

Hoy, en 2025, la amenaza vuelve. El plan nuclear del Gobierno Nacional prevé instalar reactores modulares pequeños en la Patagonia, reactivar la minería de uranio y construir una ciudad nuclear. No hace falta un análisis profundo para entender de qué se trata: un plan nuclear colonial, que privatiza las ganancias y socializa los impactos ambientales.

Como aquel 9A, la Patagonia resiste.