Compraron una mina de oro a punto de cerrar y hoy tienen un negocio millonario que busca entrar al RIGI

14.08.2025

Un grupo español revirtió el cierre de la mina Gualcamayo, en San Juan, y la rehabilitó para extender su vida por 20 años y exportar por u$s7.000 millones 

Por Ignacio Ortiz

El yacimiento de oro Gualcamayo, ubicado en el departamento Jáchal del norte de San Juan, parecía tener los días contados. La mina, inaugurada en 2009, había presentado a mediados de 2023 el plan de cierre al gobierno provincial, a pesar de haber explorado apenas un 4% de su potencial. La inestabilidad económica y financiera del país, con restricciones cambiarias y de importación y un precio internacional del mineral realmente bajo, había hecho que sus anteriores dueños, un grupo colombiano, considerara que la Argentina no era el mejor lugar para continuar operando.

El punto de inflexión se dio a finales de 2023 con el cambio de dueño y la llegada del español Aisa Group, con raíces financieras en Estados Unidos y Canadá cuyo accionista principal y CEO es el empresario español Juan José Retamero. En la cartera de empresas cuenta con Minas Argentinas SA, que es la que está al frente del proyecto en San Juan.

Este holding familiar tiene una trayectoria como traders de commodities con una red global de clientes para productos de vino, mosto, oro, pescado, carne, aceites, granos y trabaja en países como India, en Europa, Estados Unidos, Canadá, en algunas partes de África y especialmente en China. En la Argentina también tiene activos en San Juan, Mendoza, Chubut y Buenos Aires,

El grupo inversor adquirió el yacimiento hacia fines de 2023 y de inmediato retiró el plan de cierre. A partir de entonces, se embarcó en una reingeniería completa del proyecto, decisión que se basó en una visión de largo plazo y en la confianza en el potencial mineral, y en poco tiempo logró que de estar al borde del cierre, con un pasivo de más de u$s200 millones, hoy Gualcamayo tiene balances positivos por u$s170 millones y financiamiento propio para iniciar obras.

La nueva gestión implementó una estrategia en dos frentes. Por un lado, se enfocó en optimizar la recuperación de los recursos ya procesados utilizando una química mejorada y un control más preciso del proceso de lixiviación, lograron maximizar la extracción de oro de la pila ya acumulada.

La mina de oro que espera entrar en el RIGI

Esta fase, que se extenderá por los próximos 4 o 5 años, generará un flujo de caja importante para Minas Argentinas. La construcción de la nueva mina en Gualcamayo, sin embargo, podrá financiarse con fondos frescos que aportará el Grupo Aisa oportunamente. El segundo y más ambicioso frente es el Proyecto Carbonatos Profundos (DCP), un cuerpo mineralizado ubicado por debajo de las zonas productivas previas de Gualcamayo. 

La nueva dirección ha intensificado la exploración, con el objetivo de incrementar aún más estos recursos. La mina subterránea, que requerirá una inversión total de u$s650 millones, podría producir unas 120.000 onzas de oro anuales durante al menos 20 años, totalizando exportaciones por aproximadamente u$s7.000 millones o más dependiendo del valor internacional.

El gigantesco proyecto postuló al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), una herramienta para atraer inversiones a gran escala, para lo cual ofrece un marco de seguridad jurídica a 30 años, liberando restricciones cambiarias y de importación, además de ofrecer una rebaja impositiva significativa que busca equiparar a la Argentina con otros países mineros de la región como Chile, Brasil o Perú.

Los trabajos de factibilidad técnica y económica del proyecto están en marcha con el objetivo de concluirlos en 2026. Luego se avanzará con los permisos ambientales que permitan empezar la construcción de la nueva mina hacia 2027 con una planta de procesos y demás instalaciones que necesitaremos para la etapa de producción del Yacimiento. El plan RIGI contempla tener la mina en plena producción para 2029.

Con los recursos actuales, sin incluir los resultados de la exploración presente y futura, Carbonatos Profundos produciría unas 120 mil onzas de oro anuales durante un período mínimo de 20 años. Se trata de un cuerpo mineralizado ubicado debajo de lo que fueron zonas productivas iniciales de Gualcamayo que cuenta con más de 5 millones de onzas de oro de recursos certificados, que incluyen 3 millones de onzas en la categoría de reservas.

Energía y cales industriales complementan el proyecto

Pero la visión del grupo inversor va más allá de la minería tradicional. Los flujos positivos de la operación se están reinvirtiendo en la Argentina, fomentando la diversificación empresarial y generando un impacto positivo en otras áreas.

Entre los proyectos colaterales se destaca la construcción de un parque de energía fotovoltaica en los terrenos del yacimiento, que en una primera etapa producirá 50 Mw y podría llegar a 1.000 Mw a lo largo de la próxima década. Esta iniciativa no solo cubrirá las necesidades energéticas de la mina, sino que también permitirá vender energía al Sistema Interconectado Nacional.

Otro proyecto ambicioso es la producción de cales industriales de alta calidad, aprovechando las reservas de caliza de alta pureza del yacimiento. Este proyecto implicaría la construcción de un gasoducto a Gualcamayo, con el consecuente impacto social positivo al extender el suministro de gas a la región.

La ubicación geográfica del yacimiento genera una ventaja logística para llegar con la cal a quienes serán grandes consumidores de este producto: los proyectos de cobre del norte de San Juan, Catamarca y Salta, proyectos mineros del norte chileno, sumado a la producción de litio del norte argentino.

Fuente:

https://www.iprofesional.com/energia/435143-compraron-una-mina-de-oro-a-punto-de-cerrar-hoy-tienen-negocio-millonario