Pagos por debajo de los costos

La cadena yerbatera trabaja a pérdida. Los pequeños productores anda mal y la industria molinera también está afectada.
La cadena de la yerba mate atraviesa uno de los escenarios más críticos de las últimas décadas, marcado por precios de la hoja verde y de la yerba canchada (la materia prima) en niveles muy deprimidos, plazos de pago cada vez más extensos y un proceso de desregulación que modificó de manera abrupta las reglas de juego históricas del sector. Pero el proceso de flexibilización de la producción no afecta solo a los eslabones más débiles de la cadena -es decir, los productores primarios- sino también a la industria que debe competir con marcas nuevas de baja calidad en condiciones leoninas, ofreciendo precios por debajo de los costos de producción.
Uno de los problemas del sector es su estructura concentrada: "Es un mercado oligopsonio, en tanto existen pocos compradores muy concentrados, y una gran cantidad de pequeños y medianos productores sin poder de negociación, que ofrecen la yerba mate canchada –sin elaborar-", sostiene Ygor Sobol, productor yerbatero de León, Misiones. El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) tenía la función de mediar en la relación entre ambos extremos de la cadena de valor, proponiendo un precio sostén que resultara rentable también para los productores. Pero el Gobierno desmanteló progresivamente sus facultades y en noviembre de este año directamente le prohibió dictar normas que afecten a los precios del "libre" mercado.
Crisis
Esto provocó una verdadera crisis entre los productores. La eliminación de las facultades del INYM para fijar precios los obligó a aceptar cualquier oferta de la industria, que paga por debajo de los costos de producción y con extensos plazos de pago (hasta 180 días). Los pequeños productores quedaron desamparados y muchos trabajan a pérdida. "Se vende la hoja verde por 150 o 200 pesos el kilo, pero el costo de producción es de 400 pesos. Y se vende igual porque los productores viven de eso y necesitan tener ingresos", completa Sobol.
Con la desregulación del INYM "alguna cooperativa puede ofrecer un precio de 350 pesos el kilo, pero tiene que competir con otras industrias en el mercado que pagaron 150 o 200 pesos; entonces pueden brindar precios más bajos y desplazar a las cooperativas en la competencia". De esta manera, no siempre una baja en el precio es una buena noticia para un sector, ya que existe un precio "normal" o "coherente" que permite cubrir los costos y hoy no se está respetando, lo cual induce a la quiebra de productores y también industriales. Para tener una referencia del daño para el sector, según los datos de Indec, en el último año el precio de la yerba mate en la góndola aumentó 9 por ciento contra una inflación general del 31,4 por ciento.
No obstante en la visión del presidente Milei, la competencia siempre es saludable ya que conduce a eliminar del mercado las empresas que no son lo suficientemente productivas y por lo tanto mejora la eficiencia sistémica. El mandatario ha sostenido que "si una empresa tiene que quebrar, que quiebre", como si fuese algo favorable. Pero en la práctica el mercado suele gestar condiciones leoninas donde los actores con mayor espalda financiera se imponen mediante prácticas que asfixian a la competencia y rompen la cadena de pagos. Si no hay regulación de precios, las empresas que operan en condiciones normales corren el riesgo de ser borradas del mapa por competidores que aprovechan el vacío normativo para imponer precios predatorios.
Falta de pagos
La semana pasada, la Cooperativa Andresito —una de las principales marcas del país— comunicó formalmente a sus socios (productores) una situación que ya venía sucediendo hace meses: la imposibilidad de cumplir en tiempo y forma con los pagos en efectivo. Según fuentes del sector, la empresa atraviesa una crisis de iliquidez y venía abonando a cuentagotas, con demoras de hasta un año, mientras que desde hace tiempo había dejado incluso de emitir cheques. En una breve carta dirigida a los productores, la cooperativa reconoció la gravedad del asunto. "La Cooperativa de Andresito se dirige a ustedes para informarles que, debido a la situación económica actual, se encuentra en una posición financiera compleja", señala el texto, y agrega: "Lamentablemente no se podrán efectuar pagos hasta nuevo aviso".
"El escenario del mercado se ha vuelto crítico debido a la irrupción de nuevas marcas que, amparadas en la desregulación, compiten agresivamente mediante la baja de precios para ganar terreno. Para las empresas que apuestan por la calidad, resulta casi imposible equiparar estas condiciones que a su vez presionan al productor con precios de compra ínfimos. Hoy los yerbateros están liquidando su producción a cualquier valor, con la expectativa de que el panorama se revierta cuando comience la cosecha gruesa entre marzo y septiembre", advierte Héctor Dingler, presidente de la Cooperativa Agrícola de Dos de Mayo en Misiones".
Sin normas
La base fundamental sigue siendo que el INYM ya no tiene la potestad para fijar un precio mínimo. Encima la semana pasada el Gobierno autorizó también la desregulación de los controles de calidad de la producción de yerba mate, de modo que a partir de ahora podrán ingresar al mercado de comercialización marcas y productos que no cumplen con los históricos requisitos de elaboración en plantaciones y depósitos.
Quedarán eliminados los controles que tienen que ver con higiene y seguridad, la yerba podrá tener exceso de palo o de semillas y hasta resabios de hongos porque ya no será obligatoria la utilización de bolsas que controlen la humedad, etc. Esto presionará todavía más los precios a la baja y empeorará la calidad del producto final.
Para Dingler, el primer golpe que sufrió el sector fue el encarecimiento del financiamiento: "En 2024 prácticamente no había crédito y uno podía llegar a fundirse; afortunadamente eso ahora cambió". Sin embargo, advierte que el principal problema en la actualidad es otro: la desregulación de la actividad combinada con una superproducción de hoja verde.
En ese marco, anticipa un escenario de precios bajos para los próximos años. "Estamos atravesando un momento muy malo en términos de precios porque el mercado está desregulado y, con una oferta elevada de hoja verde, sumada a los stocks que acumulan los grandes molineros, los plazos de pago se van a seguir estirando y los valores incluso podrían quedar por debajo de los del año pasado", concluye.
Desbalance
En cuanto a la salida exportadora, se requeriría un salto muy grande. "Para equilibrar deberíamos exportar por lo menos 120 millones de kilos de yerba molida o canchada, más del doble de lo que se está exportando hoy", plantea. De este modo, la alternativa de envíos al exterior aparece más como un horizonte lejano que como una solución inmediata frente a la crisis de precios y la desregulación que atraviesa la actividad.
La recomposición del INYM y la restitución de sus atribuciones conforman una salida más concreta y de efecto inmediato, aunque chocan de lleno con la matriz ideológica del Gobierno y su apuesta irrestricta por la desregulación.
Fuente:
https://www.pagina12.com.ar/2025/12/28/pagos-por-debajo-de-los-costos/
