Todos los indicadores cierran en negativo
La economía continúa sin mostrar señales de recuperación luego de dos años del gobierno de Milei. En noviembre, los indicadores adelantados de la actividad marcan todos variaciones intermensuales e interanuales negativas, según reveló el último informe del Instituto Argentina Grande (IAG). Los datos de producción, ventas y recaudación impositiva —todos en rojo— funcionan como un reflejo elocuente de las debilidades del esquema, que el Gobierno procura disimular.
Para el presidente Milei, el cierre masivo de empresas y la pérdida de empleo en el sector formal de la economía no es un problema, sino que es parte de un ajuste natural de la economía que llevará más bienestar a los consumidores en tanto sólo sobrevivirán aquellas empresas con precios lo suficientemente bajos. Esta explicación —arrancada de los manuales de texto del primer año de Economía— fue esbozada públicamente y da cuenta no solo de una falta de conocimiento sobre cómo funciona la economía real sino de una falta de sensibilidad social preocupante. El Gobierno desatiende la realidad cotidiana de empresarios y trabajadores.
La microeconomía, como prefieren llamarla técnicamente, no obstante, cruje. No hay indicadores que muestren una salida de la crisis o que se esté perfilando una coyuntura diferente. Hoy todo horizonte es negro. El IAG recopiló una serie de indicadores y todos están peor contra octubre de este año y contra noviembre del año pasado.
Por el lado del consumo, siguiendo los datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), resaltan la caída en los patentamientos de autos y de motos: 32,9 por ciento contra octubre pasado en el primer caso y 26,4 por ciento en el segundo. En tanto que las variaciones interanuales marcan una caída de 1,3 y 8,9 por ciento respectivamente. Los datos confirman que la contracción del consumo durable sigue profundizándose, incluso en rubros históricamente más dinámicos.
A su vez, observaron un deterioro en las ventas minoristas que mide la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came): 9,1 por ciento es la retracción contra octubre en la serie sin estacionalidad y 4,1 por ciento es la caída en la comparación contra noviembre de 2024. El retroceso de las ventas minoristas refuerza el cuadro de enfriamiento del mercado interno y la debilidad de la demanda.
Los datos no mejoran tampoco al considerar el ámbito de la producción: se agudiza la caída de la producción automotriz y la construcción marca en noviembre una caída fuerte luego de algunos meses de recuperación —con la actividad, todavía, en niveles mucho más bajos que los de 2023—.
La producción automotriz medida por la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa) cae 19,6 por ciento respecto a octubre y 29,3 por ciento versus igual mes de 2024. Una coyuntura similar muestra la actividad de la construcción medida por los despachos de cemento (13,7 y 4,2 por ciento de caída respectivamente) y la venta de insumos de uso difundido (7,1 y 5,5 por ciento respectivamente).
Todo el tablero está teñido de rojo. Por último el IAG recopila datos de recaudación impositiva que son también un indicador del dinamismo de la actividad interna. La recaudación del IVA, que es un semáforo de cómo evolucionan las ventas internas, cae 7,7 por ciento respecto de octubre de 2025 y 5,2 por ciento contra noviembre del año anterior. Mientras que la recaudación total, también con fuente ARCA, exhibe un deterioro del 5,7 y 8,7 por ciento respectivamente. La caída de la recaudación termina de confirmar que el freno de la actividad se traslada de manera directa a las cuentas públicas.
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Pagina12