Trabajar para que no alcance: a fines de 2024, el 28,3% de los asalariados formales era pobre
Tener un trabajo no es, desde hace algunos años, garantía de no "ser pobre". De hecho, por la pérdida del poder adquisitivo del salario en relación a otros precios de la economía, en el último semestre del año pasado el 28,3% de los asalariados formales -empleo en "blanco"- se ubicó por debajo de la línea de la pobreza. En un año, ese porcentaje creció notablemente: un 11% más de trabajadores con recibo de sueldo no pudieron cubrir los gatos de la Canasta Básica Total (CBT), que es la que utiliza el Indec para medir la pobreza.
En un año el porcentaje de asalariados formales -es decir, personas que tienen un empleo en blanco, con recibo de sueldo y aportes a la seguridad social- pero cuyos ingresos lo ubican por debajo de la línea de la pobreza creció un 11% en la Argentina. Así lo indica un trabajo estadísticos realizado por el proyecto Argendata del centro de investigaciones y políticas públicas Fundar, en base a la información que proporciona la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).
En el segundo semestre de 2024, el 28,3% de los trabajadoras y las trabajadoras asalariadas formales eran pobres. Es decir, sus ingresos no alcanzaban a cubrir los costos de la CBT. Un año antes, ese porcentaje se ubicaba en el 17%. Mientras que, según el mismo documento, en el segundo semestre de 2017 el porcentaje de asalariados formales en la pobreza alcanzaba al 8,2%. Es decir que, en 7 años creció 20 puntos la pobreza entre los trabajadores formales, lo cual da cuenta del deterioro del poder de compra de sus ingresos.
El estudio indica que "existe una gran heterogeneidad en las tasas de pobreza dentro del grupo de personas ocupadas. Específicamente, se observa que los asalariados informales (sin descuento jubilatorio) y los cuentapropistas no profesionales (con educación menor a superior completa) tienen las tasas de pobreza más elevadas entre la población ocupada". En el segundo semestre del año pasado, los asalariados informales -trabajo "en negro"- la tasa de pobreza alcanzó al 65,4% de ellos, el mismo porcentaje que en el caso de los cuentapropistas no profesionales.
"En contraste -agrega el informe Argendata-, las menores tasas de pobreza entre trabajadores se observan entre quienes trabajan como patrones, asalariados formales (con descuento jubilatorio) y cuentapropistas profesionales".
También indica que "comparativamente, en el período 2003-2024 hay algunos aspectos particularmente destacables de la evolución de la pobreza entre los distintos grupos de ocupados", que son los siguientes:
"La tasa de pobreza entre cuentapropistas no profesionales y asalariados informales parece haber evolucionado a la par en casi todo el período analizado". Así, mientras que "a comienzos del período, los cuentapropistas profesionales tenían tasas de pobreza menores a las de cualquier otro grupo, pero con el tiempo el nivel de pobreza entre ellos fue convergiendo al de asalariados formales y patrones".
Además, "entre los grupos de trabajadores con niveles de pobreza relativamente bajos, los patrones fueron los más afectados por la caída en la actividad económica ocurrida durante la pandemia del Covid-19. De hecho, el salto en la tasa de pobreza de este grupo que se dio en ese momento se mantuvo durante varios semestres".
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