Claves Ambientales en PBA #1: Basurales a cielo abierto

Por Lihuen Eugenia Antonelli
Para decidir tu voto con información, iniciamos una serie sobre las principales problemáticas ambientales de la provincia de Buenos Aires y las propuestas de cada espacio político. Hoy: basurales a cielo abierto. ¿Qué son y por qué generan contaminación? ¿Cómo se gestionan los residuos? ¿Qué alternativas se debaten?
A menos de dos meses de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, una gran parte de la población ni siquiera sabe que debe ir a votar el 7 de septiembre. El desdoblamiento electoral, sumado a una campaña vacía de contenido y presentada como si fuera una elección ejecutiva, deja un escenario marcado por el ausentismo y la desinformación. Pero el problema no es la "apatía" ciudadana, es el hartazgo con una clase política que no representa los intereses de las mayorías.
En un contexto de crisis orgánica del régimen —donde los partidos tradicionales se disputan bancas sin discutir las verdaderas urgencias de la gente que vive de su trabajo— los medios masivos privatizaron la discusión pública, en unas elecciones donde no hay recursos ni espacios mediáticos gratuitos para hacer campaña, lo que perjudica a la militancia que no recibe aportes de empresas. La polarización forzada entre "los de siempre" tapa el vacío de propuestas reales, mientras en los territorios se acumulan conflictos ambientales, desigualdades estructurales y necesidades básicas insatisfechas.
Comenzamos una serie con siete problemáticas ambientales para retomar la palabra desde abajo, desde lo que realmente nos afecta. Problemas que deberían estar en el centro del debate electoral en la Provincia de Buenos Aires.
Basurales a cielo abierto y gestión de residuos
En la provincia de Buenos Aires existen entre 70 a 80 basurales a cielo abierto relevados oficialmente, aunque la cifra real podría ser mucho mayor. Gran parte de ellos están localizados en zonas urbanas o periurbanas densamente pobladas, lo que genera contaminación del aire, el suelo y el agua, proliferación de enfermedades, y condiciones de vida inhumanas para quienes habitan cerca o dependen del trabajo informal de recolección. Además, aportan a la emisión de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global.
De acuerdo a la definición oficial, los basurales a cielo abierto son "aquellos sitios donde se disponen residuos sólidos de forma indiscriminada, sin control de operación y con escasas medidas de protección ambiental", carecen de medidas mínimas de seguridad y pueden encontrarse todo tipo de residuos, incluso patogénicos y peligrosos.
Por su parte, los rellenos sanitarios disponen de los residuos de manera más controlada enterrando la basura, pero esto no evita la contaminación ambiental y, por el contrario, se pierde la posibilidad de reciclar materiales. Además, el lugar donde se dispone de esta alternativa es motivo de disputa, organizaciones ambientales que participan del Foro por la Recuperación del Rio Reconquista han demostrado que el rellano sanitario en San Martín tuvo un impacto negativo en la cuenca del río. En este circuito participan la empresa estatal CEAMSE y actores privados como Industrias Secco.
El informe más reciente de Julio de 2022 del Ministerio de Ambiente de la provincia dice que:
- 81 municipios (el 60 %) disponen sus residuos en basurales a cielo abierto (BCA);
- 44 municipios (el 32,6 %) disponen sus residuos en rellenos del CEAMSE;
- 10 municipios (el 7,4 %) disponen sus residuos en rellenos o celdas sanitarias.
Y se estima que hay cerca de 60.000 recuperadores urbanos para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), de los cuales al menos 2.500 se encuentran trabajando en basurales a cielo abierto.
Los municipios suelen tercerizar el servicio de recolección con empresas privadas que lucran sin resolver el problema de fondo. Mientras tanto, los cartoneros, recicladores y vecinos organizados que impulsan alternativas son invisibilizados o criminalizados. En los últimos años, gracias a la organización desde abajo, se logró la implementación de políticas que reconocen la importancia de la labor de las y los recuperadores urbanos.
Algunos municipios implementaron el GIRSU – Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos –una iniciativa que involucra a cooperativas en el trabajo del tratamiento de la basura. En la PBA existen al menos 120 cooperativas de recuperadores urbanos que nuclean alrededor de 6.000 recuperadores organizados formalmente, es decir, tan solo una décima parte del total.
El 80% de las cooperativas están en el AMBA y el 20% restante en el interior de la Provincia. La mayoría de estas organizaciones, aún cuando son reconocidas por el Estado, no cuentan con instalaciones adecuadas para realizar su trabajo, ni maquinaria y equipamiento apropiado.
La recuperación, en su mayor parte, sigue siendo ejercida por cuenta propia, como oficio individual, sin derechos. En momentos de crisis socioeconómica, suele aumentar el número de recolectores que se integran a este circuito de trabajo informalmente. Los y las recicladores urbanos de nuestro país se enfrentan a condiciones de extrema precariedad laboral y social, en una tarea de subsistencia con recursos insuficientes para garantizar las medidas de higiene y seguridad indispensables.
Por otro lado, el cierre de los basurales sigue siendo una tarea pendiente. Un ejemplo paradigmático es La Quema en Luján, un basural con una área estimada de 14,7 hectáreas que existe hace más de 50 años, cuya cierre y saneamiento fue judicializado por consideraciones técnicas y socioambientales.
Además de los cierres y reparaciones, es preciso la implementación de un sistema alternativo de gestión de residuos, que contemple la prevención, minimización, reutilización y reciclaje de residuos. Esta perspectiva suele estar obturada por el rol de las empresas en el sistema de producción, uso y descarte de materiales, que priorizan sus ganancias por sobre el bienestar ambiental y social.
Así, el año pasado, Industrias J.F. Secco dirigida por Jorge Balán, decidió cerrar la planta de biogás que funcionaba en el predio del CEAMSE en Ensenada, generando energía eléctrica para 40.000 hogares a partir de la quema de la basura. Los trabajadores le propusieron al gobierno provincial de Axel Kicillof sostener la fábrica abierta y todos sus puestos de trabajo, expropiando la planta, pero esta demanda no fue escuchada. Recientemente, se conocieron nuevos despidos en el CEAMSE de San Martín y los trabajadores están exigiendo al Ministerio de Trabajo que les dé una respuesta. De forma escandalosa, fueron reprimidos en su lugar de trabajo por un operativo de Patricia Bullrich.
¿Qué proponen los principales espacios políticos?
La ultraderecha de Alianza Avanza la Libertad rechaza toda regulación ambiental. Bajo esta mirada los basurales pueden multiplicarse si ningún privado ve un "negocio" en esa basura. Intervienen estatalmente de forma represiva cuando es en beneficio de los empresarios que incumplen las leyes laborales y ambientales.
Por su parte, desde Fuerza Patria impulsan programas estatales como Mi Provincia recicla o el GIRSU, pero al mismo tiempo permiten que la gestión de los residuos quede en manos privadas. La ayuda estatal apenas alcanza de forma precaria a una mínima parte de los trabajadores del sector. Cuando los empresarios lo exigen, permiten despidos en empresas claves para estos tratamientos como es el CEAMSE San Martín y el cierre de la planta de biogás de J.F. Secco. No cuestionan el origen estructural de la problemática.
Desde el Frente de Izquierda vinculan el problema de la basura con una crítica al modelo de producción y consumo capitalista. Señalan la responsabilidad empresarial en la generación, uso y descarte de materiales, así como en la gestión privatizada de residuos, tratada como un negocio que externaliza costos socioambientales. Proponen estatizar la gestión de residuos bajo control de trabajadores y comunidades, garantizar derechos a cooperativas y recicladores urbanos, avanzar en la recuperación y reciclado con separación en origen, prohibir la obsolescencia programada, y cerrar progresivamente los basurales a cielo abierto con inversión en infraestructura, en articulación con especialistas y universidades públicas.
Fuente:
https://www.laizquierdadiario.com/Claves-Ambientales-en-PBA-1-Basurales-a-cielo-abierto