Decreto presidencial modificará la ley de Glaciares para ampliar las áreas de explotación

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Por Horacio Muñoz de Toro
Evidentemente estamos en tiempos complicados, donde más de una vez hemos remarcado el atropello capitalista, egoísta e inconciente, que sigue sin tomar la verdadera magnitud de lo que significa el cuidado del medioambiente y el tratar de encontrar -de la mano con la inteligencia- un medio de vida sustentable en el tiempo que nos permita seguir elaborando ejes de desarrollo, sin que ello signifique el sacrificio de nosotros mismos, algo tan simple y tan complejo de hacer entender, a quienes, han puesto números a cada acto cotidiano, en busca del enriquecimiento de un muy bajo segmento, casi siempre extranjero y a costa del padecimiento de quienes habitamos esta cápsula espacial llamada mundo de la que dependemos.
Estos rumores de modificación a la Ley 26639/10 (1), tienen ya algunos años, (2) y la presión es la misma de siempre, ya que estas leyes, son incómodas para extractivismo y vaciamiento al que anhelan los grupos económicos, que siguen desgarrando las entrañas de Abya Yala, como llamaban a nuestro continente las culturas ancestrales y como deberíamos llamarlo todos, ya que el término América decanta de una colonización de muerte y saqueos, que siguen curiosamente hasta nuestros días.
Nada de esto pasaría si tuviésemos un Gobierno proteccionista y Nacional, pero que a la vista, está entregando todo a EEUU y al Sionismo, con una sumisión escandalosa, que nunca contempló ni contempla el sentir Patrio ni los intereses de quienes habitamos este suelo.
Pero de una cosa estamos seguros, y voy a usar términos que no son míos pero que comparto. Somos los únicos que podemos frenar esta locura entreguista, ya que como dijera el Dr. Juan A. Rambaldo en la Plaza de la Democracia en Asunción del Paraguay en Noviembre de 2014, -"SOLO EL PUEBLO PUEDE SALVAR AL PUEBLO"-
De nosotros depende, y desde ya repudiamos estas modificatorias y estas políticas de entrega donde no solo nos llevan las riquezas, sino que además, se llevan la felicidad de la gente e hipotecan el futuro a generaciones que solo van a encontrar contaminaciones, pobreza y falta de agua para poder vivir.
