Polvo calizo en el aire: Ambiente y Minería investigan tras las denuncias vecinales

Tras el nuevo reclamo por el impacto ambiental de una calera en 9 de Julio, desde la Secretaría de Ambiente confirmaron que trabajan junto al Ministerio de Minería para evaluar la situación. Vecinos denuncian que el polvo afecta viviendas, escuelas y cultivos.
Por Alejandro Pellegrinuzzi
Luego de que vecinos de Las Chacritas, en el departamento 9 de Julio, renovaran su reclamo por la nube de polvo calizo que afecta su calidad de vida, desde la Secretaría de Ambiente de San Juan confirmaron que están trabajando junto al Ministerio de Minería para determinar el origen y las posibles soluciones al problema ambiental.
Frente a la gravedad de la situación, desde Ambiente confirmaron que ya se han iniciado tareas de fiscalización en conjunto con inspectores del Ministerio de Minería. Una fuente calificada de la cartera ambiental informó a DIARIO HUARPE que se está elaborando un informe técnico con el cuadro de situación, el cual será elevado a las autoridades provinciales.
"Una vez terminado el informe, las autoridades de la Secretaría y el Ministerio de Minería, junto a los equipos legales, actuarán en consecuencia", indicó la fuente.
Cabe destacar que durante una recorrida realizada por este medio en el lugar, se constató que la empresa señalada por los vecinos, Calcitec, mantiene la cal a la intemperie, sin ningún tipo de resguardo ambiental ni estructuras de protección frente a vientos o lluvias (foto).
El reclamo se centra en la actividad de la calera ubicada sobre la Ruta 20, a la altura del kilómetro 13, que según los vecinos genera una nube blanca persistente durante todo el año. El miércoles 16 de abril, DIARIO HUARPE se hizo eco nuevamente de la denuncia, que ya había sido presentada en 2023 ante diversas autoridades, sin una respuesta definitiva.
Los vecinos denuncian que la situación sigue igual: el polvo afecta la salud de quienes viven en la zona, impacta sobre la producción agrícola y genera riesgos viales. "Cuando el viento sopla de Oeste a Este, la nube invade el establecimiento escolar donde asisten decenas de niños", relató uno de los residentes, en referencia a la escuela Luis Agote, ubicada a escasos metros de la planta industrial.

Según relatan los vecinos, el polvo calizo se vuelve especialmente notorio durante las mañanas y al caer la tarde, cuando el viento lo arrastra hacia los barrios cercanos. Sin embargo, incluso en ausencia de viento, la nube queda suspendida en el aire, generando problemas respiratorios y visuales.
Además, el impacto no es solo en la salud: el polvo, por momentos, reduce considerablemente la visibilidad sobre la Ruta 20, lo que obliga a los conductores a circular con luces y balizas encendidas por seguridad (foto).

En los alrededores de la calera también hay fincas productivas, con cultivos de tomates, verdeo, vides, frutales, alfalfa y otras hortalizas de temporada, todas potencialmente afectadas por la constante presencia de cal en el ambiente.
Un conflicto que revela un problema de fondo
La situación de Las Chacritas pone sobre la mesa una problemática que se repite en distintos puntos de la provincia: la convivencia entre industrias históricas y el avance del crecimiento urbano.
Lo que antes eran zonas netamente industriales o rurales, hoy conviven con viviendas, escuelas y cultivos. Sin un ordenamiento territorial claro y regulaciones estrictas, los conflictos como el de 9 de Julio, se vuelven inevitables.
Mientras los vecinos esperan una respuesta concreta tras dos años de gestiones, el polvo sigue flotando en el aire, recordando que, muchas veces, el desarrollo y la calidad de vida entran en tensión.
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