Un punto frío en el Atlántico podría ser una señal de grandes problemas para el clima global

Un misterioso enfriamiento en el Atlántico Norte, conocido como el "North Atlantic Warming Hole", revela el debilitamiento de una corriente oceánica clave (AMOC), con posibles consecuencias graves para el clima global y los ecosistemas marinos.
- Mancha fría detectada al sur de Groenlandia.
- AMOC debilitada = causa principal.
- AMOC mueve calor y salinidad clave para clima global.
- Efectos alcanzan hasta los 3.000 m de profundidad.
- Amenaza para ecosistemas marinos y clima europeo.
- Modelos climáticos más precisos confirman el fenómeno.
Descubren una "mancha fría" en el Atlántico: un posible aviso crítico para el clima global
Durante más de un siglo, el Atlántico Norte ha mostrado un comportamiento inusual: una zona de aguas más frías justo al sur de Groenlandia. Esta anomalía, conocida como el Agujero de Calentamiento del Atlántico Norte (NAWH, por sus siglas en inglés), contradice el patrón general del calentamiento global.
Un estudio reciente identifica la causa más probable: el debilitamiento de la Circulación Meridional de Retorno del Atlántico (AMOC), una corriente oceánica clave para el equilibrio térmico del planeta.
¿Qué es la AMOC y por qué importa?
La AMOC transporta agua cálida y salada hacia el norte y agua fría hacia el sur, jugando un papel esencial en la regulación del clima en Europa, África Occidental y América del Norte. Al debilitarse, menos calor y salinidad llegan al norte, enfriando y endulzando las aguas cerca de Groenlandia.
Pruebas contundentes de su debilitamiento
Los investigadores de la Universidad de California Riverside analizaron datos de temperatura y salinidad de los últimos 100 años. Aunque las mediciones directas de la AMOC solo abarcan dos décadas, el equipo empleó seis bases de datos globales de temperatura superficial del mar y tres de salinidad, además de 94 modelos climáticos globales.
Solo aquellos modelos que simularon una AMOC debilitada reprodujeron el patrón frío observado, con una tendencia de hasta −0,3 °C por siglo.
También identificaron un patrón característico: enfriamiento en el giro subpolar (al sur de Groenlandia) y calentamiento cerca de la Corriente del Golfo, visible tanto en temperatura como en salinidad superficial. Este patrón funciona como una huella digital del debilitamiento de la AMOC.
La mancha fría también se encuentra en las profundidades
No solo la superficie está afectada. El enfriamiento y la disminución de salinidad se extienden hasta 3.000 metros de profundidad, afectando toda la columna de agua. Esto confirma que no se trata de una fluctuación superficial, sino de un cambio estructural en el océano.
Implicaciones para el clima global
Un AMOC más lento transporta menos calor al norte, creando un vacío térmico entre los 40°N y 65°N, coincidiendo con la ubicación del NAWH.
Además, este fenómeno altera el chorro polar, modificando los patrones climáticos en Europa y América del Norte. También amenaza la biodiversidad marina, ya que muchos peces dependen de condiciones específicas de temperatura y salinidad para sobrevivir y reproducirse.
Otras hipótesis descartadas
Algunas teorías apuntaban a cambios en los vientos o reducción de aerosoles como causas posibles. Sin embargo, al probar estas variables en modelos oceánicos simplificados, no se reprodujo la mancha fría. Solo los modelos con circulación oceánica activa y AMOC debilitada la explican correctamente.
Mejorando las proyecciones climáticas
Este estudio mejora la capacidad de predicción climática al identificar los modelos más realistas. A falta de mediciones directas históricas, las huellas digitales de temperatura y salinidad permiten rastrear cambios en la AMOC con mayor precisión.
Si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan aumentando, es probable que la AMOC siga debilitándose, intensificando los efectos en el Atlántico Norte y afectando aún más al clima en el hemisferio norte.
Comprender el comportamiento de la AMOC y su impacto en el clima global permite diseñar estrategias de mitigación más eficaces. Algunas aplicaciones prácticas con potencial sostenible incluyen:
- Optimización de energías renovables marinas, como la eólica y mareomotriz, adaptadas a los nuevos patrones oceánicos.
- Mejor planificación agrícola y energética en Europa y América del Norte ante posibles cambios climáticos.
- Protección de ecosistemas marinos vulnerables, al anticipar desplazamientos de especies y cambios en la cadena alimentaria.
- Ajuste de políticas globales de reducción de emisiones, con modelos climáticos más precisos que muestran consecuencias a largo plazo de la inacción.
El conocimiento generado en este estudio no solo explica un fenómeno climático complejo, sino que también nos equipa mejor para actuar frente al cambio climático con soluciones basadas en ciencia y tecnología.