“URANIO, ¿PARA QUIÉN? ¿PARA QUÉ?”
VOCES PATAGÓNICAS ALERTAN SOBRE LOS RIESGOS AMBIENTALES
El día martes 26 de Agosto de 2025 dio lugar a un encuentro mediante streaming a través la cuenta del Foro Ambiental y Social de la Patagonia (FASP CR), referentes sociales, indígenas y científicos de Chubut y Santa Cruz expusieron su preocupación por los proyectos de extracción de uranio y petróleo en la región.

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Por Facundo Pérez y Mariana Suzán
En la transmisión titulada "Uranio, ¿para quién? ¿para qué?", se reunieron distintas voces que denunciaron las amenazas que representan los proyectos extractivos sobre el territorio y los ríos patagónicos.
La primera en tomar la palabra fue Noelia Silva, integrante del grupo Autoconvocados por el Chubutazo. Silva recordó que en Chubut existen varios proyectos de uranio, todos ubicados en las cercanías del río Chubut. "Los proyectos se delimitan sin tener en cuenta las condiciones climáticas, como el viento, que expande la contaminación. La distancia segura no existe", expresó.
Asimismo, criticó la propuesta del gobernador Ignacio Torres, que impulsa la técnica de lixiviación in situ, un método que consiste en inyectar ácido sulfúrico en la tierra para extraer uranio. Según Silva, esto provoca filtraciones que contaminan el suelo y las napas, y recordó que la propia Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) ya había advertido que este procedimiento no era viable en la región. También cuestionó la falta de credibilidad en los controles estatales: "Es el mismo gobierno que absolvió a empleados de Conarpesa, responsables de graves irregularidades ambientales", señaló.
Luego fue el turno de Silvia Saldivia, referente de una comunidad indígena de Río Gallegos. Denunció que no se han abordado los pasivos ambientales de proyectos anteriores y mencionó el caso de Sierras Pintadas, donde se destinaron millones de dólares para su "limpieza" sin resultados claros. También se refirió a la represa sobre el río Santa Cruz, que prometía miles de puestos de trabajo, pero apenas alcanzó un 15% de lo anunciado.
Saldivia alertó sobre el Proyecto Sofía, que afectaría a unas nueve comunidades y cuyo objetivo es extraer uranio y vanadio de la Meseta Sirven. Según explicó, todas las actividades de extracción desembocan en la cuenca del río Deseado. "El río es como nuestra sangre, todo su caudal se va a ver perjudicado", expresó con firmeza. Además, denunció que las empresas llegan a las comunidades originarias sabiendo la realidad de hambre y pobreza, generando falsas expectativas de empleo y desarrollo con la megaminería.
En el mismo vivo, también se mencionó la visita de la vicepresidenta Victoria Villarruel a Río Mayo, donde junto al gobernador Torres buscan avanzar con un proyecto no convencional de petróleo.
Finalmente, intervino el biólogo y profesor Raúl Montenegro, quien brindó una exposición detallada sobre los efectos de la contaminación por uranio. Explicó que este elemento, al ser radioactivo, no solo representa un riesgo inmediato, sino que sus efectos se extienden durante miles de años, debido a que sus residuos permanecen activos y tóxicos por largos períodos. La exposición al uranio y sus derivados puede generar mutaciones genéticas en organismos vivos, afectando tanto a personas como a la fauna local, y aumentando significativamente el riesgo de cánceres, sobre todo en órganos como los riñones, los pulmones y la sangre.
Además, Montenegro destacó que el uranio contamina suelos, napas de agua subterránea y ríos, provocando que el agua destinada al consumo humano, a la ganadería o al riego agrícola se vuelva peligrosa. La contaminación del suelo impacta directamente en la producción de alimentos, reduciendo la fertilidad de la tierra y acumulando metales pesados en la cadena alimentaria.
Por último, Montenegro advirtió que la contaminación por uranio tiene un impacto social profundo. Las comunidades cercanas a los proyectos extractivos enfrentan un aumento de enfermedades, disminución de recursos naturales y pérdida de sus medios de vida tradicionales. Esta situación genera conflictos, desplazamiento de poblaciones y dependencia de soluciones externas, que rara vez benefician a los habitantes locales.
El encuentro concluyó con un mensaje de unidad y acción colectiva. Los participantes destacaron que este streaming busca ser el primero de muchos destinados a consolidar la unión entre Chubut y Santa Cruz, articulando esfuerzos de comunidades indígenas, vecinos autoconvocados y grupos ambientalistas. El objetivo es formar un frente común de defensa frente a un sistema que amenaza con avasallar los derechos de los ciudadanos, las tradiciones ancestrales de los pueblos originarios y el medio ambiente. "Debemos luchar a favor de la vida", coincidieron, señalando que la coordinación y la organización serán clave para proteger los ríos, los territorios y la memoria cultural de la Patagonia.
