Economía regenerativa en Chaco: más de 100 familias de El Impenetrable recolectaron 16 toneladas de chauchas de algarrobo

La recolección comunitaria de chauchas de algarrobo en el corazón del Impenetrable chaqueño volvió a demostrar que es posible generar ingresos locales sin destruir el bosque nativo.
Este año, 113 familias vecinas al Parque Nacional se organizaron para acopiar 16 toneladas, duplicando la cosecha del año pasado. El fruto ya partió hacia un molino en Salta, donde será transformado en harina de algarroba, un alimento natural con creciente demanda por sus propiedades nutritivas.
Una economía regenerativa en marcha
La iniciativa forma parte del programa "Emprendedores por Naturaleza" de la Fundación Rewilding Argentina, que lleva cinco años consecutivos impulsando esta práctica. En 2025, el alcance territorial se amplió a 250 mil hectáreas de algarrobales, convocando a casi el doble de participantes que en la edición anterior.
Según Lucía "Luli" Kronhaus, coordinadora regional de comunidades de la Fundación, el objetivo es "darle valor al algarrobo en pie y proteger el monte". Para mejorar el rendimiento se aplicaron medidas simples pero efectivas:
- Limpieza del suelo para facilitar la recolección.
- Separación del ganado en áreas de cosecha.
- Instalación de secadores solares elevados.
- Incorporación de dos silos de siete toneladas cada uno para almacenamiento.
La vida cotidiana de la cosecha
El movimiento comunitario tuvo su propia postal: vecinos llegando en auto, moto, carretilla o a pie con bolsas cargadas de vainas. Cuando no había medios de traslado, la organización se encargaba de buscarlas. "Cuanta más chaucha se cosecha, mayor es el ingreso de los vecinos", remarcó Kronhaus, subrayando que la actividad se consolida como una alternativa económica concreta.
La mayoría de los recolectores pertenece a la comunidad wichí, para quienes representa un ingreso adicional clave en diciembre. La harina de algarroba, además, se posiciona como un producto identitario del territorio: libre de gluten, rica en fibra, proteínas y minerales, obtenida sin químicos ni procesos industriales.
Cultura y arraigo local
La estrategia incluye capacitaciones gastronómicas, difusión de recetas y eventos comunitarios como la Peña Algarrobera, que reunió a unas 300 personas en Nueva Población para celebrar el inicio de la cosecha.
Estas acciones buscan fortalecer el arraigo cultural y la apropiación local de un producto ancestral que vuelve a ocupar un lugar central en la vida comunitaria.
El desafío hacia el futuro
El próximo paso es consolidar a la provincia como productora de algarroba y lograr la instalación de un molino en la región, lo que permitiría generar empleo local y ampliar la cadena de valor. Kronhaus llamó a articular esfuerzos entre municipios, gobierno, cooperativas y sector privado para alcanzar ese objetivo.
Mientras tanto, el monte sigue en pie y produce. La chaucha de algarrobo, ancestral y resiliente, se reafirma como símbolo de una economía regenerativa y sustentable, con raíces profundas en El Impenetrable y con capacidad de proyectar un futuro más justo para las comunidades locales.
Fuente:
