I.E.A N°17: cuando la educación y la tierra enraízan la Esperanza

Por Camilo Furlan
En los rincones más profundos de Misiones, una revolución silenciosa está en marcha. No es la revolución del progreso que prometen los discursos oficiales, sino una más profunda y perdurable: la que reconcilia el saber con la tierra, la esperanza, la educación con la comunidad. Mientras el sistema empuja a los jóvenes rurales hacia las ciudades con la promesa de un futuro mejor, iniciativas como el Instituto de Educación Agropecuaria (IEA) N° 17 de Dos Hermanas plantan cara al desarraigo con las herramientas más poderosas: la organización comunitaria y el conocimiento con identidad.
La historia de esta escuela es un testimonio viviente de lo que el pensador Carlos Taibo llama "la construcción desde abajo". Nacida de una lucha colectiva de familias campesinas que entendieron que la educación debía llegar al territorio y no al revés, la IEA N° 17 representa esa "anarquía ubérrima" donde la comunidad toma en sus manos los asuntos que realmente importan. Su lema -"Sembrando conocimientos, cultivando talentos y cosechando conquistas"- no es un eslogan vacío, sino la constatación de que otro modelo es posible.
El conocimiento como acto de resistencia
Frente a la agricultura industrial que envenena suelos y comunidades, esta escuela apuesta por la Agroecología como horizonte. Como señala Antonio Turiel, nos enfrentamos al ocaso de los recursos fósiles que sostienen el modelo agroindustrial. La apuesta de la IEA N° 17 por formar técnicos en Producción Agropecuaria y Agroecología no es casual: es la respuesta lógica a un modelo agotado. Es el "decrecimiento práctico" que venimos discutiendo, aplicado a la educación.
Los testimonios recogidos en foros y redes sociales muestran el costo humano del modelo actual. "Para estudiar en Oberá tengo que viajar 3 horas ida y vuelta. Salgo a las 4 AM y vuelvo a las 11 PM", relata un estudiante de Colonia Aurora. Esta realidad no es solo un problema de transporte: es la expresión de un sistema educativo que, en nombre de la igualdad de oportunidades, perpetúa la colonialidad del saber.
Las soluciones existen, solo falta escalarlas
La Tecnicatura Superior en Agroecología que funciona en la IEA N° 17 no es una anécdota: es un faro. Demuestra que es posible crear "aulas satélite" donde el conocimiento universitario dialogue con los saberes locales. Como aprendimos con Chilico -el campesino que por pura necesidad económica transitó hacia la agroecología- cuando la cuenta no cierra, la gente busca alternativas. La educación formal tiene la obligación de reconocer y potenciar estas transiciones.
Las propuestas concretas emergen desde las bases:
- Crear carreras cortas y tecnicaturas superiores en las propias IEAs
- Desarrollar programas de becas de transporte y conectividad realistas
- Establecer sistemas de educación a distancia que reconozcan las brechas digitales
- Fortalecer la vinculación universitaria territorial más allá de la extensión esporádica
Hacia una pedagogía de la tierra
El verdadero desafío, como nos enseñan tanto Taibo como las luchas campesinas, es superar la lógica que equipara educación con urbanización y progreso con desarraigo. La IEA N° 17 encarna lo contrario: una educación que enraíza, que fortalece la soberanía alimentaria y que reconoce que el conocimiento más valioso a menudo nace de la relación directa con la tierra.
Mientras el sistema educativo siga midiendo su éxito por cuántos jóvenes "sacan" del campo, seguiremos perpetuando el desarraigo. El verdadero indicador de éxito debería ser cuántos conocimientos quedan en el territorio, cuántos proyectos de vida se construyen en las comunidades, cuánta esperanza se siembra en las chacras.
La IEA N° 17 y las miles de experiencias similares que surgen en el país no son el problema: son la solución. Nos muestran que otro modelo educativo es posible, uno donde aprender no signifique tener que irse, donde el diploma no sea un pasaje de ida, donde el conocimiento sirva para enraizar y no para desarraigar.
Fuente:
https://economis.com.ar/i-e-a-n17-cuando-la-educacion-y-la-tierra-enraizan-la-esperanza/
