EL PROFE
"Es una campaña sucia del Kirchnerismo"

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Por Carlos del Frade
El último día de septiembre de 2025, el periodista Raúl Kollmann, en el diario Página 12 decía que el diputado José Luis Espert no pudo encontrar respuestas a las nuevas evidencias de su vinculación narco con Federico Fred Machado, tratando de esquivar las acusaciones con el clásico: "Es una campaña sucia del Kirchnerismo" pero no tuvo explicación para la contabilidad aportada por el personal de Internal Revenue Service, el organismo recaudador de los EE.UU que certificó que el narco y su entonces socia, Debra Lynn Mercer-Erwin, transfirieron 200 mil dólares alrededor del 1 de febrero de 2020.
La transferencia fue parte del proceso que se sigue en la fiscalía del distrito este de Texas, allí Mercer-Erwin, fue condenada a 16 años de prisión por lavado de dinero del narcotráfico, la misma acusación que pesa sobre Machado y por lo cual está detenido en Viedma con prisión domiciliaria desde el 2021 en espera de que la Corte Suprema resuelva su extradición a los EE.UU siendo su abogado, el mismo de Javier Milei, Francisco Oneto.
El dato de los 200 mil dólares motivó una denuncia en la justicia federal de San Isidro porque es la jurisdicción en la que vive Espert, pero el fiscal Fernando Dominguez, podría enviar la causa a Comodoro Py en donde ya existe una denuncia en contra del diputado desde el año 2021 por financiamiento narco en su campaña electoral.
En paralelo, en el Congreso de la Nación se alzaron distintas voces exigiendo su destitución, primero al frente de la Comisión de Presupuesto y luego, directamente de la Cámara de Diputados. El presidente acusó a Espert en el año 2021 luego de querer comprarlo con 300 mil dólares, pero después, lo empezó a llamar "el profesor" y ahora los libertarios exhiben muy pocas ganas de defenderlo. Retomaron el viejo apodo que le habían adjudicado "El Valijero".
Esto que contaba Raúl Kollmann está marcando no solamente la degradación de la política Argentina, la degradación de una de las principales espadas políticas de este gobierno neocolonial que ha profundizado la entrega de la Argentina, al verdadero dueño de todo esto que es EE.UU, sino que además, está demostrando una vez más las distintas condiciones de los negocios estructurales del capitalismo como el contrabando de armas o el narcotráfico directamente vinculado a un gobierno dependiente, en donde el estado se usa al servicio empresas fundamentalmente extranjeras.
Espert termina siendo la expresión individual de un sistema que en la Argentina se inició el 24 de abril de 1978, cuando la dictadura de Videla y la dictadura de Banzer en Bolivia iniciaron el contrabando de 200 k de cocaína por una decisión bien de arriba, de los pliegues ilegales del estado, en aquel momento, no solamente corrupto, sino genocida, tanto en la Argentina como en Bolivia.
Bien de arriba hacia abajo con una ruta que fue el río Paraná que tiene ya 47 años de prisión y la presencia del narcotráfico en toda la geografía Argentina como patéticamente quedó evidenciado en el triple femicidio que produjo una conmoción a nivel nacional.
Lo importante de todo esto es saber que en la economía Argentina el flujo del dinero del narcotráfico no pasa por las villas miserias ni los barrios humildes, sino por los grandes bancos, que incluso tiene sectores políticos y judiciales involucrados. Ese narcotráfico de verdad, el empresarial vinculado a la política, va por los eslabones superiores de la cadena adonde nunca llegan los planes de los gobiernos provinciales ni nacionales. Por eso es interesante ver cómo en estas últimas semanas, una vez más, el sistema repiquetea permanentemente sobre la idea de que el narcotráfico está por abajo, una visión clasista y además falsa, porque en realidad el narcotráfico, uno de los principales negocios del capitalismo siempre va por arriba.
Por eso es muy importante para nosotros destacar la necesidad de pensar al revés, de saber que detrás de todo esto para que los barrios tengan tranquilidad se necesita trabajo, educación, cultura, alegría y deporte, porque los patrulleros, así sean de las fuerzas de seguridad nacional o provinciales alcanzan para muy poco.
Hay que transformar la vida para dejar de lado estos negocios que se tragan las vidas de chicas y de chicos con el narcotráfico y el contrabando de armas.

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