VICENTIN, LA SINTESIS DEL CAPITALISMO ARGENTINO

Por Carlos Del Frade
En 2019 Vicentin era la empresa exportadora argentina más importante del país y en diciembre de ese año, sorprendió a todos con el llamado estrés financiero que en realidad, fue consecuencia, primero del vaciamiento de la empresa, de la fuga de 791 millones de dólares a paraísos financieros con dinero que provenía del pueblo argentino a través del Banco Nación de la ciudad de Reconquista, del norte profundo de la Argentina, al mismo tiempo que dejaban a casi 900 productores endeudados por 1600 millones de dólares.
A partir de ese momento se abrieron dos causas judiciales penales por distintos delitos que iban desde las estafas, a la adulteración de documentación, falsificación de balances y al mismo tiempo fuga de capitales, lavado de dinero. Por otra parte, el concurso preventivo de acreedores se inició en el mes de febrero del año 2020 en donde Vicentin quiere pagar muy poco de la deuda en un plazo de 15 o 20 años.
Eso generó que en las últimas semanas cuatro directivos de Vicentín fueran detenidos por 44 hechos de estafa, los cuatro con la responsabilidad de vaciar Vicentín, de usar lo mejor de la historia de 90 años en beneficio propio, generando que el cuerpo de accionistas declarasen el cierre de las fábricas vinculadas con la exportación de aceites y derivados en la ciudad de Reconquista y Avellaneda -la cuna Vincentín- y por otro lado en Ricardone en San lorenzo, donde están los puertos de aguas profundas del Paraná.
Eso genera la angustia de 1300 trabajadores en forma directa y 4000 de forma indirecta, pero además, exhibe el silencio de sectores políticos gobernantes hoy en la provincia de Santa Fe y en la Argentina.
En junio de 2020 al cumplirse 200 años de la muerte en medio de la pobreza y de la soledad de Belgrano se hizo una manifestación nacional: "Todos somos Vicentin" con la transmisión en vivo y en directo de TN desde Avellaneda a todo el país y el entonces Dionicio Scarpín, intendente de Avellaneda y que luego fue senador nacional, se enarbolo y se convirtió en uno de los referentes, resistiendo al proyecto de Alberto Fernández de supuesta estatización, supuesta expropiación, cosa que al final no hizo, como tantas que no hizo Alberto Fernández y por lo tanto después, vino Javier Milei entre otras cosas, por esas deficiencias y traiciones tremendas de su gobierno.
Lo cierto es, que toda la dirigencia que hoy está en el gobierno de la provincia de Santa Fe se calla la boca frente a esta situación casi terminal de la empresa por decisiones de estos propios directivos, porque la justicia federal a través de la Ley de Blanqueo del gobierno de Javier Milei, permitió, que al confesar "uno" de la asociación ilícita los distintos delitos, salvaba a todos, una especie de juego de Copa al revés, -en donde en el barrio decíamos que el último salva a todos- acá, uno de los delincuentes de guantes blancos salva a todos los demás pero, perjudica al resto de los trabajadores.
Esa complicidad tiene una sola explicación, Vicentin, la mayor empresa exportadora de la Argentina ha quedado definitivamente en manos extranjeras.
El comercio exterior de grano en Argentina que es el principal flujo de dinero que alimenta a su país y a su pueblo está en manos extranjeras y por eso ahora, no hay sectores políticos mayoritarios gobernantes que estén interesados en el destino de Vicentín, con lo cual es muy probable que el destino de mucha gente sea la calle y allí, el estado santafesino a pesar de que se haya definido como no comunista, va a tener que terminar haciéndose cargo como si fueran ambulancias recogiendo a los heridos que deje Vicentin.
Vicentin es la síntesis del capitalismo argentino, desaparecedores en los años 70, jugadores en el presente y siempre impunes los delincuentes de guante blanco, por más que cuatro directivos durante más de 120 días estén detenidos.