Exmilitar de EEUU relata brutalidad israelí contra hambrientos en Gaza

Un exmilitar que trabajó en un centro de distribución de comida en Gaza acusa a las fuerzas israelíes y a colegas estadounidenses de matar a palestinos desarmados.
El teniente coronel Anthony Aguilar, ex boina verde, fue reclutado para trabajar en la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), un programa gestionado por Israel y EE.UU. en sustitución de la operación de distribución de alimentos de las Naciones Unidas en Gaza.
presenció cómo las fuerzas israelíes atacaban a multitudes de palestinos, "disparando munición principal de un tanque contra un vehículo que transportaba civiles y disparando morteros contra multitudes de personas hambrientas que esperaban comida".
"En toda mi carrera, nunca he presenciado el nivel de brutalidad y uso de fuerza indiscriminada e innecesaria contra una población civil, una población desarmada y hambrienta", ha afirmado el exmilitar, al explicar por qué dejó el trabajo en Gaza.
Reitera que "nunca lo había presenciado en ninguno de los lugares donde he estado desplegado en la guerra, hasta que estuve en Gaza a manos de las fuerzas de Israel y contratistas estadounidenses".
"Sin duda, presencié crímenes de guerra por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Usar munición de artillería, mortero y tanque contra civiles desarmados es un crimen de guerra", afirma Aguilar.
La revelación de Aguilar no es aislada, hay varios testimonios similares que acusan a Israel de lo mismo. En una entrevista transmitida por el canal 12 de Israel, un extrabajador de la GHF denunció que una mujer palestina se desplomó tras recibir el lanzamiento directo de una granada aturdidora por parte de un miembro del personal de la agencia. En otro caso, un hombre que recogía alimentos del suelo fue rociado con gas pimienta a pesar de no representar ninguna amenaza.
A principios de mes, otros dos contratistas estadounidenses declararon a la agencia de noticias estadounidense Associated Press (AP) que sus colegas usaban munición real y granadas aturdidoras mientras palestinos desesperados buscaban comida.
Esto ocurre mientras Israel se enfrenta a la condena internacional por no permitir la entrada de suministros de alimentos en Gaza, mientras la ONU y las agencias de ayuda informan de que la gente muere de hambre.
Conforme al Programa Mundial de Alimentos (PMA), toda la población de Gaza se enfrenta a graves niveles de inseguridad alimentaria. 470 000 personas se enfrentan a una hambruna catastrófica. 70 000 niños necesitan tratamiento urgente para la desnutrición aguda. "La asistencia humanitaria es la única vía para que la gente acceda a los alimentos, dado que los precios del mercado se han disparado", afirma el organismo de la ONU.
Al menos 120 palestinos han muerto de hambre desde que comenzó la guerra y el asedio israelí a Gaza en octubre de 2023, tal como indica el Ministerio de Salud palestino, que también afirma haber registrado más de 28 000 casos de desnutrición, aunque la cifra real probablemente sea mayor.
Desde que el régimen de Israel inició su campaña de genocidio contra Gaza el 7 de octubre de 2023, ha matado al menos a 59 676 personas y ha herido a 143 965, en su mayoría, niños y mujeres.
ncl/tqi
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