Apagón en España: se restableció el 63 por ciento del suministro eléctrico

Se prevé que las situaciones caóticas se prolonguen este martes. El corte arrancó al mediodía y provocó una parálisis generalizada, hubo caos y desconcierto. No se sabe el origen de la falla.
De repente, los celulares perdieron señal, los aparatos electrónicos se desconectaron y ascensores y trenes se pararon. También los subterráneos. Los semáforos dejaron de funcionar. Confusos y preocupados, miles de personas salieron a las calles de sus ciudades tratando de encontrar respuestas a la desconexión. Después del mediodía de ayer, España y Portugal enteras quedaron sin suministro eléctrico, en lo que constituyó un apagón inédito en la península ibérica. El sur de Francia también se vio afectado. La falla, de origen desconocido hasta anoche pero que al parecer se inició en España, obligó a ambos gobiernos a suspender sus agendas y encarar medidas para enfrentar la emergencia. Recién a la noche, la luz empezó a volver en algunas zonas, aunque se preveía que la situación caótica se prolongara hoy en los dos países.
La magnitud del apagón, que irrumpió en el que transcurría como un tranquilo lunes de primavera, no tiene precedentes en España, según indicó el presidente español, Pedro Sánchez, en una conferencia de prensa entrada la noche desde el Palacio de La Moncloa, sede del gobierno, donde reiteró que no se puede descartar "ninguna hipótesis" sobre su origen.
"A las 12 y 33 de esta mañana, 15 gigavatios de generación se han perdido súbitamente del sistema en apenas cinco segundos. Esto es algo que no había ocurrido jamás", refirió el dirigente socialista. "Quince gigavatios equivalen aproximadamente al 60 por ciento de la demanda del país en ese momento", detalló. "¿Qué ha provocado esta desaparición súbita del suministro? Es algo que los especialistas aún no han podido determinar, pero lo harán", prometió Sánchez.
Igualmente, aconsejó a los trabajadores no esenciales que no acudan a trabajar este martes y admitió que no podía asegurar "con certeza" cuándo se recuperaría el ciento por ciento del suministro. En la medianoche del lunes al martes se había restablecido en un 63 por ciento.
El origen del gran apagón estuvo "probablemente en España", afirmó el primer ministro portugués, Luis Montenegro, quien se refirió a una situación "grave e inédita". "El corte generalizado de nuestra red eléctrica fue provocada al exterior del país, probablemente en España", declaró en una conferencia de prensa.
El caos
Con los semáforos en negro, la policía se esforzó por dirigir un tráfico caótico que congestionó las principales vías urbanas de las ciudades. Las autoridades instaron a la población a evitar utilizar sus vehículos pero, sin electricidad, mucha gente no se enteró de los avisos.
"Han cerrado y no han dicho nada", lamentaba ante una estación de ferrocarriles de Barcelona Lucía Romo, una empleada de limpieza de 48 años, que llevaba tres horas esperando alternativas para poder regresar a su casa, en el área metropolitana.
El administrador español de las infraestructuras ferroviarias (Adif) anunció que estaban "suspendidos los servicios ferroviarios de todas las compañías hasta nueva comunicación" y pidió a la población no acudir a las estaciones.
En la noche del lunes, cerca de diez horas después del inicio del apagón, aún quedaban once trenes bloqueados con pasajeros a bordo, según el ministro español de Transportes.
El tráfico aéreo se vio muy perturbado, especialmente en los aeropuertos de Madrid, Barcelona y Lisboa, según el organismo encargado de vigilar el tráfico aéreo europeo, Eurocontrol. "Estaba en la oficina cuando de repente mi computadora se apagó", indicó Edgar Pereira, un trabajador en publicidad de 34 años en la capital portuguesa.
El gestor de la red eléctrica de ese país (REN) anunció en la noche que restableció la corriente en unos 2,5 millones de hogares de un total de 6,5 millones.
El caos y la confusión se extendieron por toda España. Carlos Condori estaba viajando en el metro de Madrid cuando el tren se paró abruptamente. "Se fue la luz y el vagón se detuvo", pero afortunadamente el tren logró avanzar lentamente hasta la plataforma, dijo este obrero de 19 años fuera de la estación de metro del Banco de España, en el centro de la capital española. La gente se quedó "atónita, porque esto nunca había pasado en España", añadió. "No hay ni cobertura, no puedo llamar a mi familia, a mis padres, nada. No puedo ni siquiera ir al trabajo", agregó.
En la Plaza de Cibeles, uno de los monumentos más emblemáticos y concurridos de la ciudad, el apagón que dejó inutilizados los semáforos desató una cacofonía de sirenas, silbatos y bocinas de vehículos mientras la policía trataba de controlar el caos del tráfico.
Trabajadores de oficina desconcertados se congregaban en las calles con sus computadoras inservibles, mientras que otras personas decían sentirse aliviadas de no haberse quedado atrapados en ascensores.
Marina Sierra, estudiante de 16 años, intentaba contactarse con su padre mientras pensaba en una manera de poder volver a su casa, en los suburbios de Madrid. "Nos han tenido que evacuar rápido" del colegio en el que estudia, dijo. "Me estoy quedando impactada porque está todo como superdescontrolado", aseveró.
La confusión también se apoderó de Barcelona, la turística capital de Cataluña, donde lugareños y visitantes comenzaron a arremolinarse en calles tratando de averiguar qué estaba pasando.
"Estaba en el laboratorio y se ha apagado todo", explicaba Adán Martínez, de 33 años, sobre cómo le había sorprendido el corte en su lugar de trabajo. Con el metro cerrado y los trenes sin funcionar, aguardaba resignado la enorme fila para llegar al autobús que pensaba que podría llevarle a casa. "Estoy aquí porque tampoco puedo hacer otra cosa", indicaba entre el ruido de los silbatos de los policías que trataban de organizar el tráfico en un caótico centro de Barcelona, con sus semáforos apagados.
"No sabemos absolutamente nada, porque no hay conexión a internet. Estamos atrapados", lamentaba unos metros más lejos Gloria Sanchís, entre la multitud que esperaba al bus que conecta el centro con el aeropuerto. Tras una hora y media de fila, esta jubilada de 69 años temía no llegar a tiempo a su vuelo de regreso. "No han puesto suficientes recursos para todo el jaleo que hay aquí", señalaba, afirmando que no recordaba haber visto un apagón así en España.
Tampoco se había encontrado en una situación semejante Sabrina Iannucci, una estudiante estadounidense que buscaba junto a sus amigas la forma de llegar al aeropuerto para no perder su vuelo hacia Italia. "Nunca había vivido algo así, nos quedamos algo confundidas", reconocía esta joven de 21 años sentada sobre su maleta cerca del céntrico Paseo de Gracia. "Sentí un poco de agobio", reconocía sobre los primeros momentos de incertidumbre, cuando vio que su alojamiento se quedaba sin energía y nadie sabía qué pasaba.
El Torneo de tenis de Madrid quedó paralizado, por lo que solo concluyeron tres partidos individuales antes de la anulación de la jornada. En la Pista Central, el partido entre Grigor Dimitrov y el británico Jacob Fearnley fue suspendido cuando el primero iba ganando 6-4 y 5-4, con su rival al saque. Bajo el sol, Dimitrov, descalzo, mataba tiempo en su teléfono a la espera. Finalmente no completó el duelo.
En Madrid, Pilar López intentaba poner en perspectiva la confusión y el pánico de otras personas preocupadas por la comida que habían dejado en sus heladeras. "Hemos sufrido una pandemia, no creo que esto sea peor", dijo la mujer de 53 años que trabaja en educación superior. "Es algo que no nos había pasado nunca antes. Entonces es como todo, ¿sabes? Hasta que uno se acostumbra y empieza a pensar que esto tampoco es el fin del mundo", agrega.
Otros países que también experimentaron grandes cortes eléctricos, sin estar directamente provocados por fenómenos meteorológicos, fueron por ejemplo Túnez en septiembre de 2023, Sri Lanka en agosto de 2020, Argentina y Uruguay en junio de 2019 o India, donde la mitad del país padeció un apagón gigante en julio de 2012.
Fuente:
https://www.pagina12.com.ar/821766-apagon-en-espana-se-restablecio-el-63-por-ciento-del-suminis