Detrás del desmantelamiento de Hizbulá hubo décadas de inteligencia israelí

31.12.2024

Una investigación del Times muestra hasta qué punto penetró Israel en la milicia libanesa, siguiendo de cerca a los comandantes del grupo y culminando en el asesinato de su líder, Hassan Nasrallah. 

Por Mark Mazzetti, Sheera Frenkel y Ronen Bergman - Reportando desde Tel Aviv y Jerusalén

Hasta el momento de su asesinato, Hassan Nasrallah no creía que Israel fuera a matarlo.

El 27 de septiembre, mientras se refugiaba a 12 metros bajo tierra en una fortaleza de Hizbulá, sus ayudantes le pidieron que se trasladara a un lugar más seguro. Nasrallah rechazó esa posibilidad, según los datos de inteligencia recogidos por Israel y compartidos posteriormente con sus aliados occidentales. En su opinión, Israel no tenía interés en una guerra a gran escala.

Lo que no sabía era que las agencias de espionaje israelíes seguían todos sus movimientos y que, durante años, lo habían hecho.

Poco después, aviones F-15 israelíes lanzaron miles de kilos de explosivos, destruyendo el búnker en una explosión que sepultó a Nasrallah y a otros altos mandos de Hizbulá. Al día siguiente, se encontró el cuerpo de Nasrallah abrazado a un general iraní de alto rango apostado en Líbano. Los servicios de inteligencia descubrieron que ambos murieron asfixiados, de acuerdo con varias personas con conocimiento de ello.

La muerte del temido líder de Hizbulá, quien durante décadas dirigió la milicia libanesa en su lucha contra el Estado israelí, fue la culminación de una ofensiva de dos semanas. La campaña combinó ingenio tecnológico encubierto con fuerza militar bruta, incluida la detonación a distancia de explosivos ocultos en miles de buscapersonas y walkie-talkies utilizados por Hizbulá, así como un fulminante bombardeo aéreo con el objetivo de destruir miles de misiles y cohetes capaces de alcanzar Israel.

El barrio de Dahiya, en las afueras del sur de Beirut, Líbano, en octubre. La campaña israelí contra Hizbulá de este año combinó el ingenio tecnológico encubierto con la fuerza militar bruta e inteligencia a profundidad.Credit...David Guttenfelder para The New York Times
El barrio de Dahiya, en las afueras del sur de Beirut, Líbano, en octubre. La campaña israelí contra Hizbulá de este año combinó el ingenio tecnológico encubierto con la fuerza militar bruta e inteligencia a profundidad.Credit...David Guttenfelder para The New York Times

También fue el resultado de dos décadas de metódico trabajo de inteligencia en preparación para una guerra sin restricciones que muchos esperaban que terminaría llegando. Una investigación de The New York Times, basada en entrevistas con más de dos decenas de actuales y antiguos funcionarios israelíes, estadounidenses y europeos que hablaron con la condición de mantener su anonimato para poder hablar de operaciones clasificadas, revela hasta qué punto los espías israelíes habían penetrado en Hizbulá. Reclutaron a personas para instalar dispositivos de escucha en los búnkeres de Hizbulá, siguieron las reuniones entre un alto mando y sus cuatro amantes, y tuvieron una visibilidad casi constante de los movimientos de los dirigentes de la milicia.

Es una historia de grandes avances, como en 2012, cuando la Unidad 8200 de Israel —el equivalente en el país de la Agencia de Seguridad Nacional— robó un tesoro de información, incluidos datos concretos sobre los escondites secretos de los dirigentes y el arsenal de misiles y cohetes del grupo.

Hubo problemas, como a finales de 2023, cuando un técnico de Hizbulá sospechó de las baterías de los walkie-talkies.

Y hubo dificultades para salvar sus esfuerzos, como en septiembre, cuando la Unidad 8200 obtuvo información de que los miembros operativos de Hizbulá estaban lo bastante preocupados por los buscapersonas como para enviar algunos de ellos a Irán para su inspección.

Preocupados por la posibilidad de que se descubriera la operación, funcionarios de alto rango de los servicios de inteligencia convencieron al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para que diera la orden de detonarlos iniciando la campaña que culminó con el asesinato de Nasrallah.

Soldados libaneses afuera de un hospital donde se trasladaba a heridos tras una oleada de explosiones de buscapersonas en septiembre en Beirut, la capital libanesa.Credit...Wael Hamzeh/EPA, vía Shutterstock
Soldados libaneses afuera de un hospital donde se trasladaba a heridos tras una oleada de explosiones de buscapersonas en septiembre en Beirut, la capital libanesa.Credit...Wael Hamzeh/EPA, vía Shutterstock

La reducción de Hizbulá a manos de Israel fue una victoria significativa para un país que, un año antes, había sufrido el mayor fracaso de inteligencia de su historia, cuando combatientes dirigidos por Hamás lo invadieron el 7 de octubre de 2023, mataron a más de 1200 personas y tomaron a 250 rehenes.

La campaña de Hizbulá, parte de una guerra más amplia que ha matado a miles de personas en Líbano y desplazado a más de un millón, descolocó a uno de los mayores adversarios de Israel y asestó un golpe a la estrategia regional de Irán de armar y financiar a grupos paramilitares empeñados en la destrucción de Israel. El debilitamiento del eje liderado por Irán reconfiguró la dinámica en Medio Oriente, contribuyendo a la caída del régimen de Bashar Al Asad en Siria.

El contraste entre los enfoques de Israel hacia Hizbulá y hacia Hamás también es marcado y devastador. La intensa atención de los servicios de inteligencia a Hizbulá demuestra que los dirigentes del país creían que el grupo miliciano libanés representaba la mayor amenaza inminente para Israel. Y, sin embargo, fue Hamás en la Franja de Gaza, un grupo que la inteligencia israelí creía que no tenía ni el interés ni la capacidad de atacar a Israel, el que lanzó un ataque sorpresa y tomó a la nación desprevenida.

Israel mantuvo un enfrentamiento con Nasrallah y sus principales comandantes de Hizbulá, el "Partido de Dios", durante décadas, y las evaluaciones de los servicios de inteligencia israelíes han llegado a la conclusión de que el grupo tardará años, posiblemente más de una década, en reconstruirse tras sus muertes. El grupo de dirigentes que está ahora al mando tiene mucha menos experiencia de combate que la generación anterior.

Sin embargo, los nuevos dirigentes, al igual que los fundadores de Hizbulá, están impulsados por un principio central que los anima: el conflicto con Israel.

"Hizbulá no puede seguir recibiendo apoyo y financiación de Irán sin estar en guerra contra Israel. Esa es la razón de ser de Hizbulá", dijo el general de brigada Shimon Shapira, exsecretario militar de Netanyahu y autor de Hizballah: Between Iran and Lebanon.

"Se rearmarán y reconstruirán", dijo. "Solo es cuestión de tiempo".

Construir una red de fuentes

La guerra de 2006 entre Israel y Hizbulá fue un sangriento punto muerto. Israel se retiró de Líbano tras 34 días de combates, que comenzaron después de que Hizbulá secuestrara y matara a dos soldados israelíes. La guerra, que no logró los objetivos de Israel, fue una especie de humillación, que obligó a crear un grupo de investigación, a dimitir a generales de alto rango y a hacer un ajuste de cuentas dentro del aparato de seguridad israelí sobre la calidad de su inteligencia.

Pero las operaciones realizadas durante la guerra, basadas en la recopilación de información de inteligencia israelí, sentaron las bases del enfoque que el país tomaría después. Una operación colocó dispositivos de seguimiento en los misiles Fajr de Hizbulá que proporcionaron a Israel información sobre municiones ocultas en el interior de bases militares secretas, almacenes civiles y domicilios particulares, según tres exfuncionarios israelíes. En la guerra de 2006, la Fuerza Aérea israelí bombardeó los lugares, destruyendo los misiles.

En la guerra de 2006 entre Israel y Hizbulá, un avión israelí alcanzó y destruyó un edificio en Tiro, Líbano.Credit...Tyler Hicks/The New York Times
En la guerra de 2006 entre Israel y Hizbulá, un avión israelí alcanzó y destruyó un edificio en Tiro, Líbano.Credit...Tyler Hicks/The New York Times

En los años posteriores a la guerra, Nasrallah proyectaba confianza en que Hizbulá podría ganar otro conflicto contra Israel, comparando a la nación con una tela de araña: amenazante desde lejos, pero una amenaza que podía desecharse fácilmente.

Mientras Hizbulá se reconstruía, el Mosad, el servicio de inteligencia exterior de Israel, amplió una red de fuentes humanas dentro de la milicia, según 10 funcionarios estadounidenses e israelíes actuales y anteriores.

Concretamente, el Mosad reclutó a personas en Líbano para ayudar a Hizbulá a construir instalaciones secretas después de la guerra. Las fuentes del Mosad proporcionaron a los israelíes información sobre la ubicación de los escondites y les ayudaron a vigilarlos, dijeron dos funcionarios.

Por lo general, los israelíes compartían información sobre Hizbulá con Estados Unidos y sus aliados europeos.

Un momento importante se produjo en 2012, cuando la Unidad 8200 obtuvo un tesoro de información sobre el paradero específico de los dirigentes de Hizbulá, sus escondites y las baterías de misiles y cohetes del grupo, según cinco funcionarios israelíes de defensa y europeos, actuales y anteriores.

Esa operación elevó la confianza de los servicios de inteligencia israelíes en que, si Netanyahu cumplía sus amenazas de atacar las instalaciones nucleares de Irán, el ejército israelí podría ayudar a neutralizar la capacidad de Hizbulá para tomar represalias.

Netanyahu visitó la sede en Tel Aviv de la Unidad 8200 poco después de la operación. Durante la visita, el jefe de la Unidad 8200 hizo un espectáculo imprimiendo el tesoro de información, produciendo una alta pila de papel. De pie junto al material, dijo a Netanyahu: "Ahora puedes atacar a Irán", según dos funcionarios de defensa israelíes actuales y anteriores con conocimiento de la reunión.

Israel no atacó.

Durante los años siguientes, las agencias de espionaje israelíes se esforzaron por detallar los datos obtenidos en la operación anterior para obtener información que pudiera utilizarse en caso de guerra con Hizbulá.

Según dos funcionarios de defensa israelíes con conocimiento de la información, cuando terminó la guerra de 2006, Israel tenía "carteras de objetivos" para algo menos de 200 dirigentes, operativos, depósitos de armas y ubicaciones de misiles de Hizbulá. Cuando Israel lanzó su campaña en septiembre, eran decenas de miles.

Convertir los buscapersonas en dispositivos mortales

Para ganar ventaja en una eventual guerra con Hizbulá, Israel también desarrolló planes para sabotear a la milicia desde dentro. La Unidad 8200 de Israel y el Mosad encabezaron un plan para suministrar a Hizbulá dispositivos con trampas explosivas que pudieran detonarse en el futuro, según seis funcionarios de defensa israelíes actuales y anteriores.

Dentro de la comunidad de inteligencia israelí, los dispositivos se conocían como "botones" que podían activarse en el momento que Israel decidiera.

Diseñar y fabricar los botones fue relativamente sencillo. Los ingenieros israelíes dominaban la colocación de explosivos PETN dentro de las baterías de los dispositivos electrónicos, convirtiéndolos en pequeñas bombas.

La operación más difícil recayó en el Mosad, que durante casi una década engañó al grupo para que comprara material militar y dispositivos de telecomunicaciones a empresas ficticias israelíes.

En 2014, Israel aprovechó una oportunidad cuando la empresa tecnológica japonesa iCOM dejó de producir sus populares walkie-talkies IC-V82. Los dispositivos, ensamblados originalmente en Osaka, Japón, eran tan populares que ya se fabricaban réplicas en toda Asia y se vendían en foros en línea y en el mercado negro.

La Unidad 8200 descubrió que Hizbulá buscaba específicamente el mismo dispositivo para equipar a todas sus fuerzas de primera línea, según siete funcionarios israelíes y europeos. Incluso habían diseñado un chaleco especial para sus soldados con un bolsillo en el pecho a medida para el dispositivo.

Israel empezó a fabricar sus propias réplicas de los walkie-talkies con pequeñas modificaciones, como introducir material explosivo en sus baterías, según ocho funcionarios actuales y anteriores israelíes y estadounidenses. Las primeras réplicas de fabricación israelí llegaron a Líbano en 2015, y finalmente se enviaron más de 15.000, dijeron algunos de los funcionarios.

Un hombre sostiene un walkie-talkie iCOM después de quitarle la batería.Credit...Anwar Amro/Agence France-Presse — Getty Images
Un hombre sostiene un walkie-talkie iCOM después de quitarle la batería.Credit...Anwar Amro/Agence France-Presse — Getty Images

En 2018, una agente de inteligencia del Mosad israelí elaboró un plan que utilizaría una técnica similar para implantar material explosivo en una batería de buscapersonas. Los mandos de la inteligencia israelí revisaron el plan, pero determinaron que el uso de buscapersonas por parte de Hizbulá no estaba suficientemente extendido, según tres funcionarios. El plan se archivó.

En los tres años siguientes, la creciente capacidad de Israel para hackear teléfonos celulares hizo que Hizbulá, Irán y sus aliados desconfiaran cada vez más del uso de teléfonos inteligentes. Los oficiales israelíes de la Unidad 8200 contribuyeron a alimentar ese temor, utilizando bots en las redes sociales para difundir noticias en árabe sobre la capacidad de Israel para hackear teléfonos, según dos oficiales de la agencia.

Preocupados por el peligro que corrían los teléfonos celulares, los dirigentes de Hizbulá decidieron ampliar el uso de buscapersonas. Estos dispositivos les permitían enviar mensajes a los combatientes, pero no revelaban datos de localización ni tenían cámaras y micrófonos que pudieran ser hackeados.

Al hacerlo, Hizbulá empezó a indagar sobre buscapersonas lo bastante resistentes para las condiciones de combate, según ocho funcionarios israelíes actuales y anteriores. Los oficiales de inteligencia israelíes reconsideraron la operación de los buscapersonas y trabajaron para crear una red de empresas ficticias que ocultaran su origen y vendieran los productos a la milicia.

Los agentes de inteligencia israelíes tenían como objetivo la marca taiwanesa Gold Apollo, muy conocida por sus buscapersonas.

Trabajadores de la fábrica de Gold Apollo, fabricante de buscapersonas en Taiwán. Una empresa de fachada israelí compró una licencia a Gold Apollo para fabricar sus propios buscapersonas.Credit...Lam Yik Fei para The New York Times
Trabajadores de la fábrica de Gold Apollo, fabricante de buscapersonas en Taiwán. Una empresa de fachada israelí compró una licencia a Gold Apollo para fabricar sus propios buscapersonas.Credit...Lam Yik Fei para The New York Times

En mayo de 2022, se registró en Budapest una empresa llamada BAC Consulting. Un mes después, en Sofía, Bulgaria, se registró una empresa llamada Norta Global Ltd. a nombre de un ciudadano noruego llamado Rinson Jose.

BAC Consulting compró un contrato de licencia a Gold Apollo para fabricar un nuevo modelo de buscapersonas conocido como AR-924 Rugged. Era más voluminoso que los buscapersonas Gold Apollo existentes, pero se promocionaba como resistente al agua y con una batería de mayor duración que los dispositivos de la competencia.

El Mosad supervisó la producción de los buscapersonas en Israel, según funcionarios israelíes. A través de intermediarios, los agentes del Mosad empezaron a vender los buscapersonas a compradores de Hizbulá y les ofrecieron un precio rebajado por la compra al por mayor.

El Mosad presentó el aparato, uno sin explosivos ocultos, a Netanyahu durante una reunión en marzo de 2023, según dos personas con conocimiento de la reunión. El primer ministro se mostró escéptico sobre su durabilidad, y preguntó a David Barnea, jefe del Mosad, con qué facilidad podrían romperse. Barnea le aseguró que eran resistentes.

No convencido, Netanyahu se levantó bruscamente y lanzó el aparato contra la pared de su despacho. La pared se resquebrajó, pero el buscapersonas no.

La empresa tapadera del Mosad envió el primer lote de buscapersonas a Hizbulá en el otoño de 2023.

Juegos de guerra

La operación de los buscapersonas no estaba totalmente en marcha en octubre de 2023, cuando los atentados dirigidos por Hamás encendieron un encarnizado debate en el seno del gobierno israelí sobre si Israel debía lanzar una guerra a gran escala contra Hizbulá.

Algunos, entre ellos el ministro de defensa Yoav Gallant, abogaron por atacar a Hizbulá, que empezó a lanzar misiles contra Israel el 8 de octubre en solidaridad con Hamás. Era una oportunidad, dijo, de enfrentarse al "enemigo duro" de Hizbulá antes de pasar a lo que consideraba el enemigo menos difícil de Hamás, según cinco funcionarios israelíes familiarizados con las reuniones.

Tras una llamada telefónica con el presidente Joe Biden el 11 de octubre de 2023, Netanyahu, junto con su recién formado gabinete de guerra, decidió por el momento no abrir otro frente con Hizbulá, poniendo fin de hecho al debate de alto nivel sobre el tema durante meses.

Incluso mientras Israel se centraba en Hamás, los oficiales militares y de inteligencia seguían perfeccionando los planes para una eventual guerra con Hizbulá.

Los analistas de los servicios de inteligencia israelíes, que vigilaban constantemente el uso de los artefactos, descubrieron un posible problema en la operación. Al menos un técnico de Hizbulá empezó a sospechar que los walkie-talkies podían contener explosivos ocultos, según tres funcionarios de defensa israelíes. Israel se ocupó de ello rápidamente este año, matando al técnico con un ataque aéreo.

Durante casi un año, los servicios de inteligencia y las fuerzas aéreas israelíes organizaron también unos 40 juegos de guerra o simulaciones militares para matar a Nasrallah y a otros dirigentes de alto rango de Hizbulá, dijeron dos funcionarios israelíes. Querían poder atacarlos al mismo tiempo, aunque no estuvieran en el mismo lugar.

Por el camino, Israel recopiló detalles mundanos e íntimos sobre los comandantes de Hizbulá, incluida la identidad de las cuatro amantes de Fuad Shukr, miembro fundador de Hizbulá identificado hace tiempo por el gobierno estadounidense como uno de los planificadores del atentado de 1983 contra el cuartel de Beirut, Líbano, en el que murieron 241 marines estadounidenses.

Combatientes de Hizbulá portando el féretro de Fuad Shukr, uno de los fundadores de Hizbulá, a principios de este año.Credit...Diego Ibarra Sanchez para The New York Times
Combatientes de Hizbulá portando el féretro de Fuad Shukr, uno de los fundadores de Hizbulá, a principios de este año.Credit...Diego Ibarra Sanchez para The New York Times

En un momento dado de este año, sintiéndose al parecer incómodo por su situación, Shukr pidió ayuda al más alto clérigo religioso de Hizbulá para casarse con las cuatro mujeres, según dos funcionarios israelíes y un funcionario europeo. El clérigo, Hashem Safieddine, organizó cuatro ceremonias de boda por teléfono para Shukr.

El conflicto latente estalló este verano, cuando un ataque con cohetes de Hizbulá mató en julio a una decena de israelíes, entre ellos colegiales, en Majdal Shams, localidad de los Altos del Golán.

Israel respondió días después con un ataque aéreo en Beirut que mató a Shukr. Fue una provocación asesinar a un alto mando de las fuerzas de Hizbulá.

O lo usas o lo pierdes

Tras los ataques de ida y vuelta, se reanudó el debate dentro del gobierno de Israel sobre la apertura de un "frente norte" contra Hizbulá. El ejército israelí y el Mosad elaboraron estrategias diferentes para una campaña contra Hizbulá, según cuatro funcionarios israelíes.

A finales de agosto, Barnea, el jefe del Mosad, escribió una carta secreta a Netanyahu, según un alto funcionario israelí de Defensa. La carta propugnaba una campaña de dos a tres semanas que incluía la eliminación de más de la mitad de las capacidades misilísticas del grupo y la destrucción de instalaciones situadas a unos nueve kilómetros de la frontera israelí. Al mismo tiempo, altos cargos militares iniciaron sus propios esfuerzos para presionar a Netanyahu para que intensificara la campaña contra Hizbulá.

Nuevos datos de inteligencia desbarataron la planificación. Los operativos de Hizbulá habían empezado a sospechar que los buscapersonas podían ser saboteados, según varios oficiales.

El 11 de septiembre, los servicios de inteligencia demostraron que Hizbulá estaba enviando algunos de los buscapersonas a Irán para que los examinaran, y los funcionarios israelíes supieron que solo era cuestión de tiempo para que la operación encubierta fuera destapada.

El 16 de septiembre, Netanyahu se reunió con los principales jefes de seguridad para sopesar si detonar los buscapersonas en una operación de "usarlo o perderlo", según cuatro funcionarios de seguridad israelíes. Algunos se opusieron, diciendo que podría provocar un contraataque total de Hizbulá y posiblemente un ataque de Irán.

Netanyahu ordenó la operación. Al día siguiente, a las 3:30 p. m. hora local, el Mosad ordenó que se enviara un mensaje cifrado a miles de los buscapersonas. Segundos después, los buscapersonas detonaron.

Restos de buscapersonas que explotaron.Credit...Agence France-Presse — Getty Images
Restos de buscapersonas que explotaron.Credit...Agence France-Presse — Getty Images

En el momento en que explotaron los buscapersonas, Jose, el noruego que dirigía una de las empresas tapadera del Mosad, asistía a una conferencia sobre tecnología en Boston.

A los pocos días, Jose fue identificado en artículos periodísticos como participante en la operación, y el gobierno noruego anunció que quería que regresara a Noruega para interrogarle.

Funcionarios israelíes presionaron en secreto al gobierno de Biden para asegurarse de que Jose pudiera salir de Estados Unidos sin volver a Noruega, según un funcionario israelí y otro estadounidense.

Los funcionarios israelíes no revelaron el paradero de Jose. Un alto funcionario de defensa israelí solo dijo que estaba en un "lugar seguro".

Aprobación de un asesinato

Tras la operación de los buscapersonas, el gobierno de Netanyahu, con el apoyo de funcionarios de defensa de alto rango, optó por la guerra sin restricciones, una campaña marcada por una serie de escaladas.

Al día siguiente de detonar los buscapersonas, el Mosad hizo explotar los walkie-talkies, la mayoría de los cuales aún estaban almacenados porque los dirigentes de Hizbulá aún no habían movilizado a los combatientes para una batalla contra Israel.

En total, las explosiones de buscapersonas y walkie-talkies mataron a decenas de personas, entre ellas varios niños, y miles resultaron heridas. La mayoría de las bajas eran agentes de Hizbulá, lo que sembró el caos entre los altos mandos del grupo.

Soldados libaneses reunidos ante una tienda de teléfonos móviles dañada en septiembre en Sidón, Líbano. Al día siguiente de detonar los buscapersonas, Israel voló los walkie-talkies.Credit...Mohammad Zaatari/Associated Press
Soldados libaneses reunidos ante una tienda de teléfonos móviles dañada en septiembre en Sidón, Líbano. Al día siguiente de detonar los buscapersonas, Israel voló los walkie-talkies.Credit...Mohammad Zaatari/Associated Press

Días después, el 20 de septiembre, aviones israelíes atacaron un edificio de Beirut donde se reunían en un búnker comandantes de la fuerza de élite Radwan de Hizbulá, matando a varios de ellos y a Ibrahim Aqeel, jefe de operaciones militares de Hizbulá.

El 23 de septiembre, la Fuerza Aérea israelí llevó a cabo una gran campaña, alcanzando más de 2000 objetivos dirigidos contra los almacenes de misiles de medio y largo alcance de Hizbulá.

Quedaba la decisión más importante: matar o no a Nasrallah.

Mientras los funcionarios de alto rango israelíes debatían, las agencias de inteligencia recibieron nueva información de que Nasrallah planeaba trasladarse a otro búnker, uno que sería mucho más difícil de atacar, según dos funcionarios de defensa israelíes y un funcionario occidental.

El 26 de septiembre, cuando Netanyahu se disponía a volar a Nueva York para asistir a una reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el primer ministro se reunió con sus principales asesores políticos, de inteligencia y militares para debatir la aprobación del asesinato. También tenían que decidir si informar a los estadounidenses con antelación.

Netanyahu y otros altos asesores se opusieron a notificárselo al gobierno de Biden. Creían que los funcionarios estadounidenses se opondrían al ataque, pero que, a pesar de ello, Estados Unidos acudiría en defensa de Israel en caso de que Irán tomara represalias.

Acordaron mantenerlo oculto a los estadounidenses.

Netanyahu aprobó el asesinato al día siguiente, tras aterrizar en Nueva York y solo unas horas antes de subir al estrado de las Naciones Unidas.

En su discurso, habló del control que Hizbulá ejercía sobre Líbano. "No dejen que Nasrallah arrastre a Líbano al abismo", dijo a los presidentes y primeros ministros reunidos.

Poco después, los aviones israelíes F-15 que sobrevolaban Beirut lanzaron miles de kilos de explosivos.

Durante un discurso en las Naciones Unidas a finales de septiembre, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, habló del control que Hizbulá ejercía sobre Líbano.  “No dejen que Nasrallah arrastre a Líbano al abismo”, dijo.Credit...Dave Sanders para The New York Times
Durante un discurso en las Naciones Unidas a finales de septiembre, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, habló del control que Hizbulá ejercía sobre Líbano. “No dejen que Nasrallah arrastre a Líbano al abismo”, dijo.Credit...Dave Sanders para The New York Times