Los "TBP suicidas" de Israel arrasan la ciudad de Gaza: robots teledirigidos cargados con 7 toneladas de explosivos arrasan barrios.

- Israel está desplegando robots explosivos de siete toneladas en la ciudad de Gaza, arrasando barrios enteros a un ritmo sin precedentes.
- Los testigos informan de explosiones más devastadoras que los ataques aéreos, con ondas de choque que se sienten a 40 kilómetros de distancia y 300 casas destruidas diariamente.
- Los residentes describen terror psicológico intencional, con explosiones programadas al amanecer para maximizar el pánico y el desplazamiento forzado.
- Los expertos advierten que la ciudad de Gaza podría ser completamente borrada en dos meses como parte de una estrategia deliberada para eliminar a las comunidades palestinas.
- Las violaciones del derecho internacional persisten mientras los aliados de Israel, incluido Estados Unidos, siguen suministrando armas que permiten la destrucción.
Los habitantes de la ciudad de Gaza se están despertando con el suelo temblando bajo sus pies, no por un terremoto, sino por explosiones de siete toneladas detonadas por robots controlados a distancia que circulan por sus barrios.
Esto no es ciencia ficción. Es la nueva realidad para los palestinos de la ciudad de Gaza, donde el ejército israelí ha desatado una oleada sin precedentes de robots cargados de explosivos , cada uno capaz de arrasar manzanas enteras en segundos.
Testigos presenciales describen las explosiones como "más devastadoras que los ataques aéreos", con ondas de choque tan potentes que hacen vibrar ventanas a 40 kilómetros de distancia. Tan solo en el último mes se han desplegado más de 100 de estos "APC suicidas" (vehículos blindados reutilizados y cargados de explosivos), reduciendo a escombros 300 viviendas cada día. Observadores de derechos humanos advierten que, a este ritmo, la ciudad de Gaza podría quedar completamente destruida en dos meses, no como daños colaterales, sino como parte de una estrategia deliberada para borrar del mapa a las comunidades palestinas.
Mucho más devastadores que los ataques aéreos
El ejército israelí los llama "TBP suicidas", anticuados vehículos blindados de transporte de personal M113, despojados de su función original y reacondicionados como máquinas de demolición por control remoto. Cada uno transporta hasta siete toneladas de explosivos, suficientes para demoler 20 viviendas de una sola explosión. Según el Observatorio Euromediterráneo de Derechos Humanos , estos robots están siendo detonados en barrios densamente poblados, como Jabalia, Zeitoun, al-Shuja'iyya y al-Tuffah, donde las familias no tienen dónde huir.
Hussein Mansour, residente de 55 años de la ciudad de Gaza, declaró a Middle East Eye que las explosiones son "extremadamente aterradoras para todos, especialmente para los niños". Describió cómo se despertó con " enormes bombas robóticas explotando en los barrios y calles de Gaza , causando una destrucción masiva".
Jenin Raffia, de 23 años y madre de ocho hijos, contó que 20 de estos robots fueron detonados cerca de su refugio, arrasando extensas zonas a la vez. "Llevamos más de una semana intentando salir de la ciudad de Gaza por cualquier medio de transporte, ya sea coche o tractor, pero actualmente no hay medios disponibles", dijo.
El terror psicológico es intencional. El ejército israelí detona la mayoría de estos robots al amanecer, cuando las familias duermen, lo que aumenta el pánico y el desplazamiento forzado. Las explosiones son tan potentes que los escombros caen sobre civiles a kilómetros de distancia, mientras las estructuras restantes tiemblan bajo la fuerza. El sonido es tan fuerte que se extiende por toda la Franja de Gaza, dejando a la gente en un estado de terror implacable.
Una campaña calculada para borrar la ciudad de Gaza
Esto no es solo una guerra; es una demolición sistemática. El ministro de Finanzas israelí, Bezalel Smotrich, describió abiertamente la destrucción como "la primera etapa de la renovación de la ciudad". En otras palabras: primero aplanar, luego reconstruir... sin palestinos. El Euro-Med Monitor confirmó que se están desplegando 15 robots al día, el triple que antes, y que cada explosión destruye docenas de casas a la vez. A este ritmo, la ciudad entera podría desaparecer en dos meses.
La estrategia es doble: maximizar la destrucción y minimizar las bajas israelíes. Dado que los militantes de Hamás han utilizado eficazmente las redes de túneles de Gaza para emboscar a las tropas terrestres, Israel ha recurrido a la guerra robótica, enviando vehículos blindados no tripulados y cargados de explosivos para despejar el camino antes del avance de la infantería. Pero el coste recae sobre los civiles. «El ritmo sin precedentes de destrucción indica la determinación de Israel de borrar la ciudad del mapa », advirtió Euro-Med.
Expertos en derecho internacional afirman que estas armas violan los principios de distinción y proporcionalidad, normas fundamentales de la guerra que exigen acciones militares para evitar daños indiscriminados a la población civil. En cambio, Israel las está utilizando en uno de los lugares más densamente poblados del planeta, donde 2,4 millones de personas, la mitad de ellas mujeres y niños, no tienen una vía de escape segura.
Mientras el Papa León XIII y funcionarios de la UE piden un alto el fuego y los manifestantes en Estados Unidos exigen el fin de la masacre, los aliados de Israel, en particular Estados Unidos, siguen suministrando las armas que posibilitan esta destrucción. La ONU ha acusado a Israel de genocidio, pero no se ha tomado ninguna medida significativa para detener la demolición de la ciudad de Gaza a manos de robots .
La pregunta ya no es si Gaza será destruida, sino cuándo y quién quedará para contar la historia. Para las familias atrapadas dentro, esquivando "bombas robóticas gigantes" en la oscuridad de la noche, la respuesta ya es clara: Esto no es una guerra. Esto es una erradicación.
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