El barco Handala zarpa hacia Palestina para romper el asedio israelí

Un mes y medio después de la partida del Madleen, una nueva tripulación zarpó a bordo del Handala este domingo desde Apulia, Italia, para entregar ayuda humanitaria a los palestinos. Ante la hambruna que se extiende por la Franja de Gaza, merecerá la pena seguir esta nueva iniciativa solidaria.
La Coalición de la Flotilla de la Libertad lanzó un segundo barco a Gaza este domingo, en un intento por romper el bloqueo que mantiene el enclave palestino bajo confinamiento desde 2023 y le impide acceder a ayuda exterior desde el fin del alto el fuego en marzo. Esta nueva iniciativa ya ha sufrido un intento de sabotaje: la mañana de la partida, la tripulación del Handala descubrió una cuerda enrollada en la hélice y el suministro de un producto químico corrosivo catalogado como "ácido sulfúrico".
El objetivo del barco es llevar a cabo una acción simbólica a gran escala como la del Madleen en junio, para "mantener la mirada puesta en Gaza", según explicó la diputada de La Francia Insumisa (LFI), Gabrielle Cathala, quien subió a bordo. Junto a ella se encuentran el sindicalista estadounidense de Amazon, Chris Smalls; la diputada de LFI, Emma Fourreau; y activistas pro-Palestina como la palestino-estadounidense Huwaida Arraf y el actor Jacob Berger.
La Handala no solo transporta ayuda humanitaria y materiales, sino sobre todo un clamor colectivo contra el apartheid sionista y la complicidad de las potencias mundiales en la masacre en curso. La partida estuvo precedida por un acto público con discursos de activistas y organizadores locales, y se transmitió en directo por los canales oficiales de la flotilla (@gazafreedomflotilla en Instagram y @FFC_official_channel en Telegram).
¿Qué es la Flotilla de la Libertad?
La iniciativa reúne a organizaciones internacionales, activistas y sobrevivientes de misiones anteriores. Desde entonces, la flotilla se ha convertido en un símbolo de la resistencia internacionalista contra el bloqueo de Gaza, un asedio militar que impide la entrada de suministros esenciales, combustible y medicamentos, y destruye cualquier perspectiva de una vida digna para los más de dos millones de palestinos atrapados en su interior.
La misión de Handala va más allá de la solidaridad: denuncia la complicidad abierta de las potencias imperialistas —como Estados Unidos, Alemania, Francia y el Reino Unido— que apoyan militar y políticamente al régimen israelí incluso después de que más de 38.000 palestinos han sido asesinados desde octubre de 2023, la mayoría de ellos civiles, incluidos miles de niños.
El nombre del barco rinde homenaje al personaje Handala, creado por el caricaturista palestino Naji al-Ali. Representando al niño refugiado de espaldas al mundo, Handala se ha convertido en un ícono de la resistencia palestina, alguien que jamás se rendirá ni olvidará su tierra.
La imagen de Handala viajando a Gaza por mar es un símbolo poderoso: rompe las fronteras físicas y políticas impuestas por un régimen colonial y lleva consigo el compromiso con la liberación nacional palestina, desde el río hasta el mar.
Solidaridad internacional
El supuesto "plan humanitario" implementado por Israel con apoyo estadounidense durante dos meses, lejos de entregar ayuda a los gazatíes, oculta la realidad: una operación ultramilitarizada de registro de la población local con el objetivo de expulsarla hacia campos de concentración. Sin comida, recursos ni ayuda, miles de palestinos corren día a día a los campamentos controlados por Israel y una empresa de mercenarios estadounidenses donde más de 900 gazatíes fueron asesinados mientras intenaban conseguir una ración de comida.
En este marco el viaje de Handala es una nueva demostración de solidaridad y un contundente acto simbólico que ilustra la determinación del movimiento por Palestina.
La partida del barco se produjo tras el arresto y encarcelamiento de los pasajeros del Madleen en junio, y la brutal represión de la marcha internacional por Gaza en Egipto.
La violenta represión y persecución sobre quienes apoyan al pueblo palestino durante casi dos años no han frenado la movilización de jóvenes y trabajadores de todo el mundo contra el genocidio en curso. La acción de los activistas de la Flotilla de la Libertad, así como el bloqueo del suministro de armas a Israel por parte de los estibadores de Fos-sur-Mer y Génova, ha puesto de manifiesto la complicidad de los gobiernos imperialistas, pero también la enorme reserva de heroísmo colectivo existente en la sociedad. En un momento en que Israel avanza con su plan de exterminar a los gazatíes, nuestra esperanza reside más que nunca en las movilizaciones masivas en solidaridad con el pueblo palestino. Debemos redoblar nuestros esfuerzos en esta perspectiva.
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