Falastin: cuando la prensa es historia y testimonio

07.11.2025
«Canillita» vendiendo en las calles de Jaffa el periódico Falastin, en 1921
«Canillita» vendiendo en las calles de Jaffa el periódico Falastin, en 1921

Fundado en 1911, el periódico Falastin (o Filastin, según la traducción, en árabe فلسطين ) llegó a ser el medio de prensa en árabe más leído en Palestina. El periódico, desde su línea editorial, se enfrentó tanto a la ocupación otomana como a la británica y alertó sobre la llegada de colonos sionistas. Sus registros y publicaciones son el testimonio vivo de la existencia de un pueblo con identidad nacional y arraigo ancestral con su tierra a pesar de las ocupaciones. En 1948 el medio también fue víctima de la Nakba obligando su partida de Jaffa. Un recorrido por la historia de Palestina en los años previos a la «gran catástrofe» desde su prensa. 

Por Ramiro Giganti (ANRed)

Falastin nació el 14 de enero de 1911 y fue creado por Issa El-Issa y Yousef El-Issa, dos primos cristianos de la ciudad costera de Jaffa, en Palestina. En aquel entonces el pueblo palestino, con su identidad nacional, empezaba a gestar sus luchas por la independencia "del río al mar". La llamada "revolución de los jóvenes turcos" en 1908, suprimió la censura que el Imperio Otomano ejercía sobre la prensa, lo que permitió la creación de medios de prensa en territorios ocupados, como fue Palestina, en aquel entonces subdividida en el Mutasarrifato de Jerusalén o Quds Al-Sharif Mutasarrıflığı y los sanjacados de Nablus, Nasra y Acre, en aquel entonces dependientes del Mutasarrifato de Beirut, por disposición otomana.

Por su línea editorial critica y militante a favor de la creación de un Estado Palestino, el periódico sufrió ataques y censuras por lo cual fue suspendido en, al menos, 20 ocasiones durante su existencia entre 1911 y 1947, en la mayoría de los casos tras quejas realizadas por los sionistas.

Inicios en la era otomana

Publicado por primera vez a principios de 1911, el periódico nace con la impronta editorial de dos cristianos ortodoxos que también llevaban una disputa secular dentro de su confesión, confrontando con la hegemonía clerical griega sobre el Patriarcado Ortodoxo de Jerusalén para poder así dedicar sus recursos financieros a mejorar la educación de los cristianos en Palestina. Confrontaba también con la línea editorial del periódico Al Quds, creado en 1908, al que consideraban «un instrumento del patriarca contra los nacionalistas», instalando la llegada de Falastin como la voz que articulaba las demandas de los intelectuales ortodoxos disidentes.

El periódico también trataba sobre temas como la modernización, las reformas y la mejora de las condiciones de vida de los campesinos.

Su ámbito geográfico se centraba en el sur de Palestina, principalmente lo que en aquel entonces era el Mutasarrifato de Jerusalén y aportaba sobre todo noticias de Jaffa y Jerusalén, aunque también hablaba de Hebrón, Jericó y Gaza entre otras ciudades palestinas. En 1913 su panorama se expandió para incluir también al resto de Palestina.

En 1914, el periódico fue clausurado por las autoridades otomanas tras haber criticado al mutasarrif (la autoridad otomana de la región) en noviembre de 1913. La critica ce centraba en un alerta pro la llegada de colonos sionistas que estaban comprando tierras, Ante esta primera suspensión en 1914, Falastin publicó una circular en la que respondía a las acusaciones del gobierno, que afirmaba que estaba «sembrando la discordia entre los elementos del Imperio»; en esta circular declaró que no es lo mismo un «sionista» que un «judío» y describió a los primeros como «un partido político cuyo objetivo es restaurar Palestina a su nación y concentrarse en ella, y quedársela en exclusiva para ellos». El diario consiguió el apoyo de notables musulmanes y cristianos, logrando que un juez acabe anulando la suspensión bajo la premisa de la libertad de prensa.

Como podemos ver la diferencia entre sionismo y judaísmo esta clara y fue expresada desde hace mas de 100 años, pese a que hoy en día desde los medios hegemónicos se promueva la confusión.

«Los sionistas todavía ven este periódico con desconfianza y lo consideran el mayor escollo que merma sus objetivos e informa al pueblo de sus aspiraciones y de lo que se debate en sus congresos, de lo que sus dirigentes declaran y de lo que sus diarios y revistas publican», decía un editorial escrito por Issa El-Issa, luego de levantada la censura. Frente a un tribunal otomano se defendió a sí mismo recordando que «cuando dijimos 'sionistas' nos referíamos a la organización política con sede en Europa que tiene por objetivo la colonización de Palestina, la usurpación de sus tierras y su transformación en una patria judía». También enfatizó su actitud positiva hacia los judíos, a los que ya había llamado previamente «hermanos».

Desde 1911 el sionismo fue uno de los temas, aunque no el mas importante, pero a partir de 1913 empezó a ocupar cada vez mas espacio. Así lo cuenta el libro del historiador eslovaco Emanuel Beska, en un libro que analiza la relación de este periódico con el sionismo entre los años 1911 y 1914.

Un elemento muy mencionado al investigar la historia del periódico fue su sección deportiva, que desde 1911 fue un eje para resaltar desde el deporte y los triunfos de atletas palestinos, la difusión de sus posiciones nacionalistas. Falastin fue el pionero en la cobertura de acontecimientos deportivos. Dichas coberturas ayudaron a dar forma a la conciencia nacional palestina, conectando aldeas y ciudades, construyendo un nacionalismo palestino y profundizando en su intento de mantener una identidad nacional palestina.

La ocupación británica

Tras la caída del Imperio Otomano en la Primera Guerra Mundial cambió radicalmente las condiciones ante una inminente independencia por el crecimiento de las ideas nacionalistas y la desconfianza ante las autoridades otomanas que venían en ascenso hacia 1914. Por un lado el acuerdo Sykes-Picot, un pacto secreto firmado en 1916 entre el Reino Unido y Francia para repartirse los territorios árabes del Imperio Otomano, frustró o postergó el proyecto independentista, no solo de Palestina sino de otras naciones árabes de la región.

Al año siguiente un episodio sería fundamental para frustrar las futuras aspiraciones palestinas: la declaración Balfour, del 2 de noviembre de 1917. Desde mediados del Siglo XIX el Imperio Británico promovió la mudanza de colonos sionistas europeos a la región, peor ahora al ocupar el territorio tendría mayor poder para desarrollarla. Si bien la llegada de colonos sionistas ya era un problema para la población palestina de la cual formaba parte una minoría judía que convivía en paz con las otras religiones, la llegada de colonos europeos empezaba a generar conflictos en la región, que fueron informados por el periódico local.

Pocos años antes, en 1904, Theodor Herzl había fallecido sin ver que sus ideas sean realmente consideradas, ya que el sionismo era minoritario incluso dentro de la población europea. Fue otro sionista, Jaim Weizmann, quien ese mismo año se instaló en Gran Bretaña y empezó a tener reuniones con Arthur James Balfour durante su campaña electoral de 1905-1906. El Lobby sionista encontraba receptores que luego tendrían la injerencia política necesaria para el plan de ocupación.

La declaración Balfour, al a anunciar su apoyo al «establecimiento de un hogar judío en Palestina», fue uno de los focos de crítica de la línea editorial del periódico Falastin, que venía advirtiendo desde antes la amenaza sionista ante la llegada de colonos europeos que compraban tierras explotando y usurpando a la población rural local, modificando la vida de su población nativa.

En la edición especial de 1925, la editorial fue duramente crítica con Balfour acusándolo incluso de violar el Artículo 22 de la Liga de las Naciones.

Durante el mandato británico la llegada de colonos sionistas creció exponencialmente, también impulsada por privilegios estructurales hacia la colonización sionista. Así lo muestra la caricatura publicada en 1932.

La caricatura muestra a Lord Balfour en el centro. En su mano posee el papel de la declaración y el destino enfermizo al que condenó al pueblo palestino. Los hilos o flechas que se desprenden muestran el desarrollo desigual de la obra de infraestructura en Palestina donde el punto 2, muestra a colonos sionistas que salen de un barco donde un rodillo (3) pavimenta una ruta que conecta a los asentamientos sionistas y le lleva a un edificio (8) que es una fabrica y representa como los colonos fueron tomando el control de desarrollo industrial y el comercio en la región, mientras a sus espaldas hay árabes palestinos que emigraron pero a quienes se les niega el retorno a su tierra. También muestra a una familia rural palestina (4) explotada por colonos que luego compran esa tierra les condenan a vivir en la intemperie, mientras otra imagen (5) muestra a colonos sionistas cultivando la tierra en zonas compradas por el Fondo Nacional Judío, creado en 1901 en Suiza. Arriba a la derecha (6) se ve el Mar Muerto y un edificio construido por la empresa Tulloch y Novomeysky, que tomó la concesión para extraer sal, minerales y hasta tesoros que había en el Mar Muerto. También arriba hacia la izquierda se ve la planta de energía sobre el Río Jordán y su red de electricidad que abastece de luz a las ciudades palestinas y cuya concesión fue entregada al empresario sionista Pinhas Rutenberg. Al costado, con uniforme militar (10) se encuentra caricaturizado el Rey Jorge V del Reino Unido y Emperador de la India, contemplando la tragedia que le ocasionó al pueblo palestino.

Esta caricatura sintetiza como se le fue otorgando toda la infraestructura en el territorio palestino a colonos sionistas. Al ser de 1932 no llegó a mostrar todo: faltaban todavía 5 años para que, en 1937, sea creada Mekorot, la empresa que maneja el agua y que actualmente se encuentra operando en Argentina asesorando a Aysa en su inminente proceso de privatización.

Además de la importante cobertura deportiva, el diario también tuvo debates con renombrados intelectuales tanto de la región como del mundo. Es mencionado un intercambio epistolar cordial entre la redacción del periódico y Albert Einstein en 1930, antes que el científico, indignado por la masacre de Deir Yasin de 1948, caracterice al sionismo como «criminal y engañoso». En aquel entonces, Einstein sentía esperanza amparada en las ambigüedades de la Declaración de Balfour, confiando en la posibilidad de que judíos europeos puedan asentarse y convivir en paz con los nativos palestinos.

Siendo el periódico más influyente de Palestina, su tirada era aproximadamente de unos 3.000 ejemplares al día durante 1929, el año en el que se convirtió en diario. La tirada era casi el doble de la de su competidor más cercano. Sin embargo, el liderazgo de Filastin se vio cuestionado en 1934 por la aparición de Al-Difa', también radicado en Jaffa, que pronto le superó parcialmente en tirada. Ambos diarios fueron mejorando constantemente y su competición marcó la vida pública palestina hasta 1948.

La gran revuelta palestina de 1936

En el año 1936 el pueblo palestino dijo basta y se encaminó rumbo a un proceso revolucionario luchando por su independencia. El movimiento buscaba la independencia del colonialismo británico y el fin del apoyo británico al sionismo. En abril se dio inicio a una huelga general que duró 6 meses hasta octubre. Esa fue la primera fase del proceso revolucionario, que luego de ser brutalmente reprimido, se creo un nuevo movimiento de resistencia liderado por campesinos que fue provocado por la represión británica en 1936 en el que las fuerzas británicas fueron atacadas cada vez más a medida que el ejército mismo atacaba cada vez más a las aldeas que creía que apoyaba la revuelta. Durante esta etapa la rebelión fue brutalmente reprimida por el Ejército Británico y la Fuerza de Policía Palestina (conformada pro ex miembros del «Black and Tans/Negro y kaki», la brutal policía que reprimía en Irlanda hasta su independencia en 1920) utilizando medidas represivas que pretendían intimidar a toda la población y socavar el apoyo popular a la revuelta.

El periódico Falastin cumplió su rol con una línea editorial revolucionaria durante ese proceso.

«No vamos a aceptar el desmembramiento de esta tierra. No vamos a venderla. No la vemos como una posesión temporaria a ser negociada. Palestina no es un commodity, es un santuario», sentenciaba una editorial publicada en la pagina principal del diario en 1936, titulada «Islam y Palestina», en la que el periódico fundado por cristianos luchaba por una Palestina laica pero mayoritariamente musulmana, con numerosas referencias al islam en la editorial, como elemento de unidad nacional.

El proceso revolucionario e independentista palestino continuó pese a la brutal represión y duró 3 años hasta 1939. El periódico estuvo presente cubriendo los sucesos con una línea editorial que apuntaba a la liberación de su pueblo.

Hoy resurgen vestigios de esa memoria que florecen como semillas enterradas, reconstruyendo una y otra vez la memoria mutilada. Recientemente se estrenó el film Palestina 36, que narra lo sucedido aquel año. La película fue ovacionada durante mas de 20 minutos luego de la premier en Toronto y a principio del año próximo recorrerá los cines de Estados Unidos, Inglaterra y otros países. ¿Se proyectará en Argentina? ¿o será censurada por quienes deciden que se ve y que no en cines argentinos como sucedió este año con la ganadora del Oscar No Other Land?

La redacción de Falastin se vio obligada a emigrar de Jaffa durante la Nakba en 1948. Ese fue el cierre de una etapa que hoy buscan ocultar.

Diáspora, resistencia y memoria

La expulsión o desplazamiento de más de 700.000 palestinos de sus tierras y hogares ante el avance de las tropas israelíes afecto directamente a este medio. Tras ello, se reubicó en Jerusalén Este, rivera occidental palestina, que por aquel entonces se encontraba bajo control jordano. El diario continuó su tirada hasta 1967, ante la ocupación total de la Palestina histórica por parte de Israel, cuando anunció su fusión con Al-Manar para producir el periódico Ad-Dustuor, con sede en Amán (Jordania), que todavía sigue publicándose a día de hoy, en el año 2003 tenía una tirada de 90.000 ejemplares y se estima que actualmente es cercana a 40.000.

El «Centenario de Filastin» fue una conferencia celebrada en Amán, Jordania, en 2011. Veinticuatro investigadores y académicos locales e internacionales analizaron la contribución de Filastin al «Medio Oriente del siglo XX» en una conferencia de dos días

Actualmente el pueblo palestino sufre la peor escalada genocida de la región y una de las peores del planeta ante la complicidad de los gobiernos centrales y poderes económicos. Desde la prensa hegemónica se niega el derecho a la información y se cubre de manera parcial difundiendo solo la visión del ocupante (Israel), incluso dando voz a quienes intentan negar la existencia del pueblo palestino falseando la historia. Una imagen tristemente característica de este genocidio es el asesinato de trabajadores de prensa.

La simple existencia de este periódico, de sus ejemplares impresos, de lo que informaban refutan gran parte de las mentiras diseminadas por el sionismo que, además, cuentan con la difusión en medios hegemónicos. La caricatura publicada en 1932 y explicada en esta nota muestra como se fue creando una infraestructura y desarrollo con redes eléctricas, rutas, industria y luego la red de agua… todo con fuerza de trabajo nativa, pero que luego le fue negada al pueblo palestino. Algunas de las empresas creadas en aquel entonces hoy se expanden y hasta llegan a Argentina.