La ausencia de María Corina Machado tensa la previa al Nobel de la Paz en Oslo
La cancelación de la tradicional rueda de prensa previa aviva la incertidumbre sobre el paradero de la dirigente, mientras en Noruega se manifiestan contra el galardón y el chavismo denuncia una "subasta al mejor postor"
La presencia de María Corina Machado en la ceremonia de entrega Premio Nobel de la Paz quedó envuelta en dudas este martes, luego de que el Instituto Nobel de Oslo cancelara la tradicional conferencia de prensa de la que la opositora venezolana debía participar. La organización confirmó que aún no es posible precisar "cuándo y cómo" llegará Machado a la capital noruega, donde debería recibir el galardón, en medio del creciente rechazo a la intervención externa en Venezuela.
La cita con los medios había sido inicialmente postergada sin nueva hora definida y finalmente quedó anulada ante las dificultades para confirmar el viaje de Machado, que permanece en la clandestinidad desde agosto de 2024. Según la institución, fue la propia líder opositora quien comunicó días atrás su intención de asistir personalmente a la ceremonia, pero no precisó su itinerario. El portavoz del Instituto Nobel de Noruega, Erik Aasheim, se limitó a comunicar que la conferencia de prensa "no tendrá lugar hoy".
"No al Nobel de la Paz para los belicistas"
La incertidumbre coincide con un clima político tensionado por la creciente presión estadounidense, que Machado ha azuzado desde la clandestinidad. El despliegue militar norteamericano en el Caribe y el Pacífico, que según Washington apunta a combatir redes del "narcoterrorismo", ya dejó al menos 87 muertos en operaciones contra embarcaciones sospechosas, sin que se presentara prueba alguna. La opositora, cercana a figuras del Partido Republicano, ha respaldado públicamente las acciones de la administración de Donald Trump. Su posición motivó protestas en Oslo encabezadas por organizaciones pacifistas noruegas, que se manifestaron con pancartas que rezaban: "No al Nobel de la Paz para los belicistas" y "EE.UU., fuera de América Latina".
El rechazo también se extendió a la esfera política venezolana. El secretario general del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela, Diosdado Cabello, calificó al Nobel como una "subasta" que se entrega "al mejor postor" y aseguró que el gobierno no reconoce legitimidad alguna en la premiación. Durante su conferencia de prensa diaria, sostuvo además que el 10 de diciembre, día de la ceremonia de entrega en Oslo, el chavismo realizará una gran marcha en Caracas para conmemorar la Batalla de Santa Inés, mostrando el compromiso del pueblo venezolano. "El diablo anda suelto otra vez, pero Florentino, que es nuestro pueblo, está unido", afirmó el dirigente.
El discurso contrasta con el reconocimiento internacional al perfil de Machado. El Comité Noruego del Nobel la eligió en octubre "por su incansable labor en la promoción de los derechos democráticos del pueblo venezolano y por su lucha por una transición justa y pacífica de la dictadura a la democracia". Para el jurado, la opositora se ha convertido en una figura unificadora de un frente político antes fragmentado y su permanencia en Venezuela "ha inspirado a millones".
Desde Caracas, sin embargo, Cabello reiteró que Machado será considerada "prófuga" si abandona el país, en referencia a las causas penales abiertas en su contra por delitos de traición a la patria. El fiscal general, Tarek William Saab, también advirtió semanas atrás que un viaje al exterior podría activar nuevas medidas judiciales contra la líder opositora. Cabello incluso llegó a condenar el silencio alrededor de los ataques en el Caribe por parte de organizaciones internacionales. "La Corte Penal Internacional es grosera, el silencio que guarda en el caso de masacres en distintas partes del mundo es grosero", zanjó.
Arropada por la derecha
La incógnita sobre el paradero de la líder opositora, sin embargo, se profundizó en las últimas horas. Su hermana, Clara Machado, que ya se encuentra en Oslo junto a su madre, Corina Parisca, y su hija, Ana Corina Sosa, aseguró a una radio colombiana que la premio Nobel "está intentando llegar" pero que "no se sabe realmente" si ya salió de Venezuela. Los familiares insisten en que mantienen "la fe" en su llegada, pese a que no cuentan con información precisa sobre los movimientos de la dirigente.
La presencia de Machado en Noruega sería su primera aparición pública desde enero de 2025, cuando participó en una manifestación en Caracas contra la investidura del presidente Nicolás Maduro para un tercer mandato. Su clandestinidad coincidió con el bloqueo aéreo que atraviesa Caracas tras la suspensión de vuelos por parte de varias aerolíneas, alertadas por Estados Unidos ante los riesgos de sobrevolar la región debido "creciente actividad militar" en medio del avance bélico de Washington en el Caribe.
Mientras se multiplican las versiones sobre su eventual salida del país, la capital noruega comenzó a recibir a representantes políticos de la derecha latinoamericana y figuras de la oposición venezolana. El presidente panameño, José Raúl Mulino, llegó el lunes y se reunió con familiares de la laureada. También está previsto que participen en los actos otras figuras alineadas a Estados Unidos, como el mandatario argentino, Javier Milei; el presidente de Ecuador, Daniel Noboa; y su par paraguayo, Santiago Peña. El opositor Edmundo González Urrutia, exiliado en España y candidato presidencial en 2024, también confirmó su arribo este martes a Oslo.
A horas del inicio de los actos oficiales, el Instituto Nobel evita confirmar si la líder opositora formará parte de la ceremonia. En el histórico Grand Hotel de Oslo, donde suelen alojarse los galardonados, familiares, exiliados y simpatizantes venezolanos aguardan entre ansiedad y expectativa.
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