Escándalo en el Consejo de la Magistratura: jueces se levantaron y dejaron sin quórum la sesión por el caso Lago Escondido

El Consejo debía tratar denuncias por dádivas contra jueces que viajaron a la mansión de Joe Lewis. La sesión se cayó tras el retiro coordinado de los representantes del Poder Judicial. El expediente prescribe en septiembre.
Una escena inédita y escandalosa se vivió este jueves en el Consejo de la Magistratura de la Nación. Cuatro jueces integrantes de la Comisión de Disciplina abandonaron de forma simultánea la sesión virtual justo cuando se disponía a tratarse el caso conocido como Lago Escondido, en el que se investiga si varios magistrados recibieron dádivas por su participación en un viaje a la estancia del magnate británico Joe Lewis en la Patagonia.
Los jueces Diego Barroetaveña, Agustina Díaz Cordero, Alejandra Provítola y Alberto Lugones –que pertenecen a diferentes líneas internas dentro del estamento judicial– se desconectaron de la reunión sin previo aviso, dejando sin quórum a la comisión y forzando la suspensión del tratamiento de 48 expedientes. Entre ellos, uno clave: el análisis disciplinario que podría desembocar en el juicio político de los magistrados involucrados en el escandaloso viaje.
El presidente de la Comisión de Disciplina, César Grau, calificó el hecho como un "lock out judicial" y lo consideró "insólito, corporativo y extremadamente grave". "Esto es un bochorno institucional. Se levantaron sin decir nada. No sólo deben dar explicaciones a su estamento, también a la sociedad", sostuvo visiblemente indignado.
El legajo del caso Lago Escondido –donde están mencionados jueces como Julián Ercolini, Carlos Mahiques, Pablo Cayssials y Pablo Yadarola, así como el jefe de los fiscales porteños, Juan Bautista Mahiques– corre riesgo de prescribir si no se resuelve antes de septiembre. Desde el oficialismo en el Consejo aseguran que los jueces sabían que iban a perder la votación que permitiría avanzar en la causa, y por eso decidieron retirarse.
Luis Juez, senador nacional y presidente de la Comisión de Acusación, fue categórico: "Me banco el debate, lo que no me banco es vaciar el debate. No podemos eludir la responsabilidad que la Constitución nos da". Agregó que lo ocurrido fue una maniobra para evitar sanciones a determinados magistrados.
Grau anticipó que notificará al presidente de la Corte Suprema y del Consejo, Horacio Rosatti, sobre lo sucedido. "Es un hecho inédito. Se fueron sin hacer planteo alguno. Fue una decisión deliberada para frenar el funcionamiento del órgano que debe controlar a los jueces", afirmó.
La falta de quórum no solo sepultó el tratamiento del caso Lago Escondido, sino que dejó en suspenso otras medidas consensuadas. El episodio se suma a las crecientes críticas al funcionamiento del Consejo, marcado por demoras, postergaciones y un creciente desprestigio institucional.
Uno de los casos más sensibles es el del juez federal de Rosario, Marcelo Bailaque, con tres denuncias disciplinarias en trámite desde hace más de un año. Su situación quedó trabada en el Consejo pese a que un juez le dictó prisión preventiva por 90 días, medida que no puede ejecutarse sin una decisión del órgano de control.
"No vaya a ser que cuando toque tratar ese expediente, los jueces se vuelvan a ir", ironizó un consejero. La escena de este jueves dejó al desnudo los obstáculos internos y las tensiones corporativas que siguen minando el funcionamiento del Consejo de la Magistratura.
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