El escándalo Vaudagna ahora amenaza a un hombre cercano a Lorenzetti
Un arrepentido de la asociación ilícita dijo que detrás de la extorsión a un empresario estaba Héctor Marchi, ex Administrador General de la Corte.
Año 1984, finales de la Liga Rafaelina, juegan Sportivo Norte y Atlético Rafaela. El zaguero de habilidades modestas pero muy recio en la marca recibe un lateral en su campo, avanza unos metros y mete una volea de derecha. La pelota se clava en un ángulo. Gol de media cancha. En los barrios Villa Dominga y Barranquitas, donde está la cancha de Sportivo, todavía lo están gritando.
Ese número dos corpulento y de juego intenso dejó el fútbol cuando debió optar entre los botines y la carrera de contador en la Universidad Nacional del Litoral en Santa Fe. Se recibió e hizo carrera política en Rafaela. Hasta que en 2003 un recién designado ministro en el máximo tribunal argentino, de la misma ciudad, lo impulsó para llegar a Administrador General de la Corte Suprema. Desde ese cargo durante 15 años manejó los fondos del Poder Judicial y construyó un robusto poder personal. Hasta que en 2023 una interna palaciega lo dejó fuera de juego.
Como en los días lluviosos de sus tiempos como defensor central Héctor Daniel Marchi vuelve a jugar en cancha embarrada. Un ex director regional de la ex AFIP que está imputado junto a un ex juez federal y a un financista rosarino en una extorsión acaba de declarar como arrepentido que el ex administrador general de la Corte era quien estaba más interesado en que la maniobra se concretara y descargaba presiones para eso.

El ex director regional de la AFIP de Rosario Carlos Andrés Vaudagna reconoce que armaron una causa judicial contra el empresario bursátil rosarino Claudio Iglesias en un asado en la casa del ex juez federal Marcelo Bailaque. Ante media docena de fiscales federales agregó recientemente, en una declaración ampliatoria como imputado colaborador, que Héctor Marchi empujaba el armado de ese maneje.
El hombre que fue extorsionado es Claudio Iglesias. Vaudagna dijo que el chantaje se concretó a sabiendas de que en esos días del año 2019 Iglesias aspiraba a disputar la presidencia de la Compañía de Seguros San Cristóbal, con sede central en Rosario, de la que era directivo. La imputación penal contra Iglesias fue en noviembre de 2019, incluyó allanamientos y enterró sus aspiraciones de presidir la aseguradora. La causa la impulsaba el ex juez Bailaque quien hoy está imputado formalmente de extorsión por ese caso junto a Vaudagna y al financista rosarino Fernando Whpei, ambos presos en su domicilio con tobillera electrónica.
Lo que confiesa ahora Vaudagna es que en la cocina de esa extorsión, cuya participación admite, estaba Marchi descargando presiones para concretarla. El financista Whpei admite haber cobrado 160 mil dólares que pagó Iglesias en cinco cuotas para que paralizaran la causa en su contra. Dos años después de iniciada, y con los pagos realizados, Bailaque le dictó la falta de mérito a Iglesias.
Lo que se refuerza en la declaración con la que Vaudagna hunde a Marchi es el interés que había en Buenos Aires para que el chantaje se realizara. Eso lo dice de manera contundente Santiago Busaniche quien urge a Vaudagna con una decena de mensajes a que se apresuren en la extorsión. Busaniche es un escribano santafesino afincado hace 25 años en Buenos Aires, que vive en el Palacio Paz frente a la Plaza San Martín, un lobista ligado a los máximos niveles de la Justicia Federal de la Nación y a los servicios de inteligencia, que acaba de ser imputado por esta extorsión en Rosario.

Marchi es de Rafaela al igual que Ricardo Lorenzetti que fue el artífice de su llegada al cargo de administrador general de la Corte, un puesto vital en el manejo de los recursos del Poder Judicial. Manejó ese cargo como un hombre poderoso, controlando una caja multimillonaria por la que muchos le deben favores, hasta que en 2023 fue desplazado con la resistencia en soledad de Lorenzetti.
Un hombre de bajo perfil, práctico, inteligente y formado. En Sportivo Norte, el mismo del que era simpatizante el después gobernador Omar Perotti, se enfrentaba en la liga al Atlético donde jugaba Gustavo Alfaro, técnico campeón con Boca y hoy entrenador de Paraguay.
En su carrera política fue secretario de Hacienda de la Municipalidad de Rafaela durante la gestión de Ricardo Peirone, un administrativista especializado, que fue un puntal en la formación de Marchi. Después fue secretario de Hacienda en el segundo gobierno de Jorge Obeid. Hasta que recaló en Buenos Aires poco después de que Kirchner designó a Lorenzetti en la Corte Suprema.
En una serie de audios encontrados en un teléfono secuestrado a Vaudagna, Busaniche manifiesta un interés extremo en que se avance con informes oficiales contra el agente de Bolsa Claudio Iglesias y que posteriormente se realicen allanamientos en su contra. Le pide que hable con Marcelo Bailaque. "Me dijo ayer Marcelo que hoy te veías con él, ¿puede ser? Trata de verlo, de darle hoy mismo algo y que te defina una fecha porque te juro que no aguanto más la presión, no aguanto la temperatura, Carlitos, dame una mano con esto. Te agradezco mucho, avísame por favor", le dice Busaniche.
El fiscal jefe de la Procuración de Investigaciones Administrativas, Sergio Rodríguez, le preguntó a Vaudagna de quién venía esa presión que agobiaba a Busaniche. "Escuchando el audio la presión es de Marchi", respondió Vaudagna. Luego agrega Vaudagna que Marchi era el interesado en que avanzara "ese tema". Ese tema es una extorsión y tiene tres imputados: un ex jefe de la AFIP, un ex juez federal y un financista rosarino muy conectado con el mundo político. Ahora hay un cuarto que es Busaniche. Pero según Vaudagna el que presionaba a Busaniche para avanzar con la causa armada que lo dejaría al empresario Iglesias fuera de la carrera por San Cristóbal, además de imponerle un chantaje por dinero, había sido Marchi
Marchi fue una persona expuesta en los últimos años a objeciones públicas. En 2016 Elisa Carrió denunció a Marchi y a Lorenzetti por supuesto enriquecimiento ilícito, pero Marchi quedó desvinculado judicialmente de esa acusación por inexistencia de delito. Tras eso, Marchi inició una demanda civil contra Carrió. En febrero de 2024 la Corte falló en favor de Carrio ya que hizo la denuncia en su condición de legisladora para lo cual está habilitada.
Para los investigadores locales, Marchi es un arma de doble filo en la causa que investigan. Les interesa centralmente porque ofrece una línea pensable para una incógnita nunca despejada, que es por qué razón en Buenos Aires estaban tan notoriamente interesados en montar una celada contra el empresario bursátil. Parece poco que fuera para sacarle los 160 mil dólares que dice haber pagado. Pero al mismo tiempo entienden que avanzar en esa dirección es proponerles a los gavilanes de Comodoro Py una punta para arrebatarles la causa y llevarla para los Tribunales de Retiro. Como hicieron con Lago Escondido, manoteada a la Justicia de Bariloche para sepultar el caso y despegar a todos.
Vaudagna es un imputado que busca salvarse. Lo que dijo de Marchi puede ser un engaño. Pero tiene como colaborador el compromiso jurado de decir la verdad y se expone a perder los beneficios de la reducción de pena si se descubre que mintió en algo.
La alusión a Marchi desnuda el importante nudo político, de influencias, de prosperidad y de oscuridades que es esa ciudad de 100 mil habitantes del centro oeste santafesino. Rafaela. Donde hablar en los medios de Marchi, Lorenzetti o algunas referencias fuertes puede tener un alto costo para los que se atrevan en términos de mantener el oficio. Sobre esas zonas cubiertas de sombras se insinúa en estos casos que hay mucho por hablarse.
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