Justicia abusadora: a días del juicio contra el cura Sidders, cierran el caso por “prescripción”

El jueves 10, el excapellán del Colegio San Vicente debía ser juzgado por graves crímenes sexuales cometidos hace dos décadas contra una niña. Pero el viernes 4, en un fallo insólito a pedido de la defensa, el TOC 5 dio por "extinguida" la acción penal por el paso del tiempo. El cura queda libre. La víctima murió en 2024, a los 32 años, por las secuelas de esos abusos. Festeja el Arzobispado de La Plata, que siempre encubrió al abusador.
Por Daniel Satur (La Izquierda diario)
En un hecho por demás demostrativo del poder de lobby de la Iglesia católica cuando se trata de defender a sus criminales con sotana, este viernes la jueza Carmen Palacios Arias, a cargo del Tribunal Oral Criminal 5 de La Plata, decidió sobreseer al cura Raúl Antatolly Sidders en una causa penal en la que está acusado de abusar reiteradamente de Daniela Silva cuando ésta era menor de edad y él ejercía como capellán del colegio San Vicente de Paul de la capital bonaerense.
Palacios Arias justificó el intempestivo sobreseimiento de Sidders en base a otro fallo, emitido esta misma semana por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que benefició al cura José Justo Ilarraz, quien estaba cumpliendo una condena a 25 años de prisión por abusar sexualmente de varios seminaristas entre fines de la década del 80 y principios de la del 90. Gracias al máximo tribunal del país, en pocos días la Iglesia festeja una doble liberación de abusadores.
La insólita decisión se produce a sólo seis días de la fecha estipulada (desde hace mucho tiempo) para el comienzo del juicio en el que, precisamente, se debía juzgar y condenar a Sidders por los abusos contra Silva. El próximo jueves 10, cuando estaba previsto que escuchara los cargos de los que se lo acusa, el abusador iba a enfrentarse a Josefa y Santiago, la madre y el viudo de Daniela, quienes encabezan la querella desde septiembre de 2024, luego de que ella falleciera a causa de las secuelas dejadas por los abusos. La joven tenía apenas 32 años.
Acusado de "corrupción de menores" y de cometer "abuso sexual gravemente ultrajante" contra Silva, doblemente agravado por el daño ocasionado en su salud mental y por ser él un ministro de un culto religioso, Sidders estaba detenido desde diciembre de 2020. Pero desde junio de 2021 gozaba de prisión domiciliaria, pese a ser menor de 70 años y estar bien de salud. Desde la comodidad de una quinta familiar ubicada en Pilar, el cura esperaba el juicio que se había programado para el jueves 10 y el viernes 11.

La Izquierda Diario cubrió el caso Sidders desde el inicio, en agosto de 2020, lo que incluyó una larga conversación con Daniela y otros testigos, así como la denuncia a la trama de encubrimiento tejida desde el Arzobispado de La Plata, entonces comandado por Víctor "Tucho" Fernández (mano derecha de Jorge "Francisco" Bergoglio). Defender a Sidders no fue algo extraño para la jerarquía eclesiástica platense. Lo mismo hicieron Fernández y su antecesor Héctor Aguer con los curas Giménez, Lorenzo o los italianos del Instituto Provolo , para mencionar sólo a los más conocidos.
En el caso Sidders, el Arzobispado de La Plata no sólo les dio la espalda a Daniela, su familia y otras personas que dieron fe de los abusos. También buscaron amedrentarlos. La misma Curia expuso públicamente el nombre de Silva cuando ella había optado por preservar su identidad. Y envió cartas documento intimidatorias a difusores del caso, como el periódico del Partido Obrero. E incluso ayudaron al cura a refugiarse en Misiones, donde con la colaboración del Obispado de Puerto Iguazú llegó a ser nombrado capellán del escuadrón local de Gendarmería.
La decisión de la Corte Suprema de declarar "prescriptos" los crímenes sexuales de Ilarraz y la de la jueza Palacios Arias del TOC 5 de hacer lo propio con lo hecho por Sidders, demuestran cuando menos dos cosas. Primero, que el poder de lobby de la Iglesia católica ante los estrados judiciales sigue intacto pese al desprestigio histórico de una institución cómplice de la dictadura y encubridora de miles de abusos sexuales. Segundo, que para la Curia vale muchísimo menos la salud e integridad de las niñas, niños y adolescentes que el espíritu de cuerpo de un clero corrupto hasta la médula.
Pero la impunidad no es eterna. Hoy Sidders puede festejar su liberación obtenida gracias al "paso del tiempo". Sin embargo, nunca más podrá ocultar la verdad desparramada por sus víctimas. En memoria de Daniela y en apoyo a Josefa y Santiago, la lucha contra la sociedad Iglesia-Estado debe redoblarse.
Mientras las abogadas de la familia querellante ya preparan la apelación al bochornoso fallo del TOC 5, un amplio arco de organizaciones, desde sobrevivientes de abusos eclesiásticos hasta colectivos de mujeres y disidencia y la izquierda se darán cita el jueves 10 por la mañana frente a los Tribunales de La Plata (8 entre 56 y 57) para reafirmar su exigencia de juicio y castigo para Sidders y el fin de la impunidad de todos los criminales con sotana.