Ofensiva mediática para que la Corte Suprema condene rápido a Cristina Kirchner

Crece la presión para que el máximo tribunal confirme la sentencia en la causa Vialidad. El expediente, sin embargo, aún no circula entre los jueces y sigue en etapa de dictamen.
Por Raúl Kollmann
Durante el último fin de semana se produjo un notorio apriete mediático para que la Corte Suprema de la Nación confirme las condenas en la llamada causa Vialidad y, de esa manera, Cristina Fernández de Kirchner sea sacada de la carrera electoral de 2025. No sólo hubo presión, sino incluso un supuesto pronóstico del ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, de que la Corte sacaría el fallo esta misma semana. Al menos por ahora, la ofensiva mediática no se condice con la situación en el cuarto piso de Tribunales. El expediente sobre la construcción de rutas en Santa Cruz todavía no está circulando entre los ministros de la Corte para que cada uno vote, sino que está en la Secretaría Penal del máximo tribunal, que está encargada de hacer un dictamen. Incluso está pendiente la recusación que presentó la defensa de CFK contra el supremo Ricardo Lorenzetti porque éste adelantó en una entrevista la intención de sacar el fallo de manera rápida. Más allá de los movimientos burocráticos internos, la Corte, parte principal del aparato político-judicial-mediático alineado con el macrismo y el establishment empresario, accionará el grotesco fallo de Vialidad, no a partir de criterios que tengan que ver con la justicia, sino con la política y la economía.
Según se dice en Tribunales, después de que esté el dictamen de la Secretaría Penal, el proyecto de resolución empezará a circular entre los miembros de la Corte. Ninguno de ellos tiene plazos, de manera que es difícil prever cuándo estarán las firmas de los tres supremos. Pero, antes que eso, tendrán que resolver el cuestionamiento a Lorenzetti. El asunto es espinoso. Los abogados de Cristina, Carlos Alberto Beraldi y Ary Llernovoy, dejaron por escrito que toda resolución de la Corte exige tres votos y que, en este caso, no corresponde que Lorenzetti vote sobre sí mismo. De manera que debería sortearse un conjuez o tres, para que se cumpla con el número de integrantes de la Corte que exige la ley: cinco. Habrá que ver si los ministros aceptan estos criterios o los vulneran: no se puede descartar que permitan que un juez desestime su propia recusación.
Si se despeja la recusación de Lorenzetti, después los supremos tendrán que resolver. Por supuesto es que el primer rumor es que rechazarán el recurso, dejando firme la condena de Cristina a seis años de prisión. Eso implicaría la detención de la expresidenta y, como es mayor de 70, deberían concederle la prisión domiciliaria. El fallo también la inhibe de ejercer cargos públicos, por lo que no podría ser candidata. Pero no todo es tan fluido. Hay también un segundo rumor de que al menos uno de los ministros, en acuerdo con la Casa Rosada, preferiría dejar correr a CFK en las elecciones, porque la prioridad del gobierno de Javier Milei es polarizar con el peronismo-kirchnerismo para redondear su objetivo principal que es borrar del mapa político al PRO. Eso explicaría que, por lo menos ese ministro de la Corte, no tiene apuro en resolver. Es parte de las internas del cuarto piso.
Como ya se sabe, todo depende de cuándo sale el fallo del máximo tribunal. El 19 de julio vence el plazo para la presentación de candidaturas para las elecciones bonaerenses de septiembre. A partir de ese día, según la jurisprudencia, los candidatos tienen fueros: los mantienen si son elegidos y los conservan hasta el día que dejan el cargo. O sea, que si el fallo de la Corte sale después, no podrían detener a Cristina y ella podrá ejercer el cargo para el que fuera elegida por todo el período, a menos que decida renunciar.
En ese escenario es que entra en juego el apriete mediático del fin de semana para que la condena salga lo antes posible, sobre todo, antes del 19 de julio. Con títulos rimbombantes y largas editoriales, se parte de la base de que Cristina ya fue condenada por el Tribunal Oral y por la Cámara de Casación, con lo que no debe prestarse atención a ningún reclamo más. "La sentencia es definitiva y la Corte Suprema debe ponerle un punto final a la causa", es la síntesis del apriete. El reclamo es que no la dejen ser candidata, que no le permitan participar del armado opositor tanto a Milei como al macrismo y se concrete lo que ya ocurrió en Brasil, cuando metieron preso a Lula; en Ecuador, con la persecusión a Rafael Correa o en Bolivia con la ofensiva judicial contra Evo Morales. La utilización de la justicia para la política ha sido burda.
En el caso Vialidad, desde el punto de vista estrictamente judicial, la Corte debería revisar la causa, casi desde el primer día. El juicio se inició sin pericias y el máximo tribunal sostuvo que daría su opinión cuando hubiera sentencia. En el juicio se comprobó que uno de los jueces y el fiscal jugaban al fútbol en la quinta de Macri. En las apelaciones participaron magistrados que fueron a disputar partidos de paddle y tenis en la Quinta de Olivos o visitaron secretamente la Casa Rosada. El delito imputado a Cristina era imposible: ella no tuvo facultades para intervenir en las obras de Santa Cruz y, de hecho, no intervino. No firmó nunca una resolución, ningún testigo mencionó que haya dado alguna instrucción y no tuvo la menor participación ni en las licitaciones ni en las adjudicaciones de las obras. Frente a ese cuadro de acusación fraudulenta, la Corte dijo que sólo intervendría cuando hubiera sentencia. Ahora hay sentencia, pero la Corte amenaza con no intervenir, dejar correr el fallo escandaloso.
En la ofensiva mediático, para sustentar la exigencia de que condenen a CFK, se señala que el máximo tribunal confirmó la semana pasada las penas por lavado en el expediente conocido como La Ruta del Dinero, sosteniendo falsamente que el delito precedente o sea el origen de los 55 millones de dólares que Lázaro Báez sacó a Suiza -y luego trajo de regreso- fueron las obras de Vialidad en Santa Cruz. No es verdad: en el fallo referido al dinero encontrado a nombre de sociedades panameñas en Suiza, propiedad de Lázaro y sus hijos, el delito precedente mencionado por los jueces fue la evasión fiscal. O sea, se llevó al exterior fondos que acumuló evadiendo impuestos. A esto se agrega que, tras doce años de investigación, en la causa de la Ruta del Dinero no se encontró ni la más mínima evidencia de que se tratara de fondos de los Kirchner: todas las sociedades estaban a nombre de Lázaro y sus hijos e incluso en el testamento del santacruceño, encontrado en una escribanía, se le dejan todos sus bienes, cuentas y las empresas, a los hijos y su esposa, sólo con la exigencia de que no los vendan por diez años, cláusula destinada a evitar que haya peleas familiares. Aun así, el aparato político-judicial-mediático quiere mantener a CFK apuntada y sostuvo, con una nueva resolución de la Corte, que no se la deje de investigar en relación con los fondos. Debe recordarse que en ese expediente se llevaron excavadoras a la Patagonia, se rompieron paredes en tres domicilios de los Kirchner buscando bóvedas ocultas; se dispuso la búsqueda de cuentas y sociedades en Uruguay, Estados Unidos, Suiza, Panamá, Belice, Lichtenstein, España y las islas Seychelles. No se encontró nada: ni dinero en efectivo no declarado ni bienes escondidos en el exterior.
Por ahora, el expediente Vialidad no circula para que voten los supremos. Puede tardar días, meses o hasta años (como en La Ruta del Dinero). El ritmo seguro no estará dado por criterios jurídicos y, en especial, parece que no se hará lo que corresponde: revisar una causa amañada, escandalosa, orientada únicamente a la persecución.
Fuente:
https://www.pagina12.com.ar/830820-ofensiva-mediatica-para-que-la-corte-suprema-condene-rapido-