«Tenemos identificado al homicida pero el juez dispuso que no corresponde la detención del sujeto»

28.07.2025
Oscar Escobar junto a tres madres de víctimas de gatillo fácil. Nora, madre de Juan Encina, Emilia, Madre de Pablo Alcorta y Verónica, madre de Nicolás Broeckaert.
Oscar Escobar junto a tres madres de víctimas de gatillo fácil. Nora, madre de Juan Encina, Emilia, Madre de Pablo Alcorta y Verónica, madre de Nicolás Broeckaert.

Frente a las escalinatas de tribunales, se desarrolló la conferencia de prensa convocada por Oscar Escobar ante la situación de la causa por el asesinato de su hijo Camilo Caupolicán. Con la ausencia de los medios hegemónicos Oscar se expresó acompañado de su abogado y de madres de otras víctimas de gatillo fácil. 

Oscar y su abogado Mario Perricone denunciaron que «se rompió el secreto de sumario y no fue la querella quien lo hizo». Además de la dilación en las detenciones pertinentes también denunciaron negligencias en la protección de testigos por parte de la Fiscalía a cargo de Laura Belloqui. La causa está en manos del Juez subrogante Marcos Fernández en el Juzgado Criminal y Correccional Número 3 

Por Ramiro Giganti (ANRed) 

«El día 4 de junio pasado, una persona identificó plenamente al asesino. Es indubitable la identificación del homicida. Y quiero referirme también a la declaración de un testigo, que por temor al ver como mataron a su amigo, se fue ese mismo día del país. Esta querella por motus propio lo trajo de vuelta y estuvo declarando 8 horas. En su declaración hay una parte muy importante, donde dice que estando en presencia de los preventores, de la ambulancia, de toda la gente, el asesino vino con otra ropa, porque si lo ven en la foto, está con una campera, allá está, está con una campera, y vuelve con una remera. El chico a los gritos: «ese es el que mató a Camilo, ese es el que mató a Camilo» y los preventores no hicieron absolutamente nada.» así abrió este mediodía la conferencia de prensa el padre de Camilo Caupolicán Escobar, asesinado en 2019. Acompañado por su abogado, otros familiares de jóvenes asesinados por fuerzas policiales, y por este medio. Además de ANRed estuvo también presente Periodismo de Izquierda cubriendo la conferencia. 

«Durante más de cinco años y medio, estuvimos a oscuras. A principio del mes de junio se llegó a un indicio fehaciente que se corroboró en la causa 5698 del 2019, que tramitan del Juzgado criminal y correccional 3. Con un error técnico se generó una violación de secreto de sumario y se habilitó que todas las partes puedan leer a quién se buscaba. Tenemos identificado al homicida, tenemos certeza, no plena por la etapa, pero tenemos una certeza bastante con indicios directos, no con indicios indirectos, de quién es el sujeto. Y el juez a cargo dispuso que por ahora no correspondía a la detención del sujeto.», explicó el abogado Mario Perricone.

El asesinato de Camilo

El 1 de enero de 2019 Camilo fue a Caballito a comprar flores de marihuana en una casa en la calle Neuquén 1259. Tenía en su billetera 2765 pesos (a valor actual aproximadamente 70 u 80.00 pesos) dato que corrobora que iba a realizar una compra menor para consumo persona. En la casa había otro supuesto comprador que había encargado una cantidad importante cuyo costo era de 200.000 pesos y a quien lo habría contactado le dejaría una comisión de 5000 pesos. Dentro de la casa, el comprador toma el bolsa con la compra y antes de pagar se anuncia como policía, muestra una chapa y les ordena que se tiren al piso. En la discusión saca su arma de calibre 9mm, se interpone en la puerta de entrada para evitar que quienes estaban escapen y luego dispara al pecho de Camilo causando su muerte.

A pesar de esta información relevante, los pocos medios que levantaron la noticia en aquel entonces la presentaron como un posible «crimen narco por error» o hasta un «ajuste de cuentas». Medios que ayer estuvieron ausentes.

Durante 5 años y medio la identidad del asesino era una incógnita. Ningún testigo decía conocerlo. La policía liberó la zona. El asesino de Camilo llegó y partió en una moto sin patente. Hasta pudo darse el lujo de regresar minutos después de cometer el crimen a buscar su moto sin que nadie lo detenga.

Tras partir con su moto, nada se su del asesino. El juzgado Nro. 3 en aquel entonces a cargo del Juez Bruniard negó el pedido de la querella al ADN y las imágenes registradas en, al menos, 5 cámaras de seguridad que había en las inmediaciones (dos de ellas en la cuadra de la casa). Pasaron mas de 3 años para que finalmente, tras un cambio de juez, se tomó el pedido de las imágenes.

La querella también desconfía del material por la ausencia de evidencia (no se ven sirenas, tampoco personal ni del SAME ni de las fuerzas de seguridad), solo una imagen con poca nitidez del asesino. Muy poca evidencia en relación a las cámaras que había en la zona, algo que también generó dudas cuando, en septiembre de 2024, se publicó la única (y difusa) imagen del asesino con la oferta de recompensa a quien brinde información. ¿Cuál era el objetivo al «soltar» esa imagen? ¿encontrar al asesino o enviar algún mensaje por motivos que desconocemos?

Mas que un asesinato ¿Qué puede develar esta causa?

El asesinato de Camilo Caupolicán Escobar, no solo devela la acción o inacción de las fuerzas represivas: acción al conocerse que el asesino es parte de una fuerza federal. La «inacción» es mas bien una omisión a colaborar con la investigación. El asesinato de Camilo y su encubrimiento muestra la complicidad y vinculación de las fuerzas represivas con el narcotráfico.

No solo por el robo marginal de 6 kilos de marihuana por parte de un integrante de la fuerza y la pregunta de donde se vendió o que se hizo con eso. La vinculación tiene muchos cabos, algunos sueltos, otros no.

La hermana de uno de los testigos clave y a su vez gestor de la compra venta de estupefacientes es policía. Ese testigo cuyo nombre figura en el expediente desde el inicio de la causa, dejó muchas dudas sobre la información que brindó, o mejor dicho sobre la que no brindó.

El pasado 4 de junio, por un testigo, se corroboró que el asesino de Camilo pertenece a una fuerza federal. El juzgado tiene su nombre, su número de Documento, ¿Por qué no se exige a una fuerza, paradójicamente «de seguridad», que entregue a su miembro para al menos ser indagado e investigado?

Oscar y Camilo no están solos

Junto a Oscar también estuvieron madres de otras víctimas de la violencia institucional. Estuvo presente Nora, madre de Juan Ignacio Encina asesinado por el policía de la bonaerense Jorge Montero. También estuvo Emilia Vasallo referente de la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil que se realiza todos los años a finales de agosto. Emilia es madre de Pablo Alcorta, otra víctima de la violencia policial. También estuvo presente Verónica, madre de Nicolas Broeckaert, otra víctima de la violencia institucional, mas precisamente de la Policía Municipal de Monte Grande.

Entre las y los familiares de víctimas se acompañan, se abrazan y luchan por sus causas. «yo no estoy solamente por Camilo, nuestros hijos no van a volver, pero estamos acá por todos los jóvenes que siguen con vida», dijo Oscar ayer. Lo había dicho también cuando tomó el micrófono en la Marcha Nacional Contra el Gatillo Fácil. Camilo, había participado junto a Oscar de movilizaciones tanto por Luciano Arruga, como Mariano Ferreyra.

En tiempos de egoísmo, mezquindades oportunismo y cobardía, la lucha de Oscar no es solo por justicia para su hijo, su lucha es para recuperar ese valor solidario y colectivo que hoy parece descansar en olvido.

El gremio de prensa y muchos organismos subsidiados que dicen defender los Derechos Humanos pero abandonaron a Oscar y a otras víctimas deberían aprender mucho de él.