Cada vez más incertidumbre para los trabajadores de peajes: «No sabemos que va a pasar con nosotros»

Desde el sindicato que los agrupa se refirió al estado de "angustia" por el que pasan los empleados de los peajes instalados en las rutas 12, 14 y 174 y al "futuro incierto, sin respuestas ni soluciones claras" por lo que pueda pasar al finalizar la concesión de la empresa que explota el servicio.
El Sindicato Único de Trabajadores de Concesiones Viales y Afines (Sutracovi) de Santa Fe señaló que la falta de respuesta al respecto de la estabilidad laboral de unos 500 trabajadores del sector que viven la incertidumbre de no saber sobre su futuro.
El malestar se originó por el inminente fin de la concesión de la empresa Caminos del Río Uruguay que ocurrirá el próximo 8 de abril y comprende los servicios en las cabinas de peaje de las rutas 12, 14 y 174 (esta última correspondiente al puente Rosario-Victoria).
Desde la organización sindical indicaron que «quinientos trabajadores perderán sus empleos. Padres, madres, familias enteras enfrentan la angustia de un futuro incierto, sin respuestas ni soluciones claras».
«No sabemos qué va a pasar con nosotros», expresaron con impotencia los trabajadores del puente Rosario-Victoria, quienes durante años garantizaron la seguridad vial, la asistencia en ruta y el mantenimiento de la traza.
«Detrás de cada uniforme hay una historia, hay un hogar que depende de este trabajo", indicó el gremio.
Más adelante, desde Sutracovi fueron más allá de la defensa gremial de sus afiliados se preguntaron: ¿»Qué pasará con la seguridad en la ruta»? y afirmaron que «miles de automovilistas quedarán desprotegidos ante emergencias, y las rutas que conectan a la región podrían quedar en estado de abandono".
«Exigimos respuestas urgentes. Es inadmisible que 500 familias queden desamparadas de un día para el otro.
Hacemos un llamado a las autoridades para que se garantice la continuidad laboral y la seguridad vial en estos corredores", clamaron desde Sutracovi.
Finalmente, el gremio de los peajistas completó: «Hoy la angustia es de los trabajadores, pero mañana el impacto será para todos. No podemos quedarnos de brazos cruzados".
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