Contra la reforma laboral de Milei: Encuentro de trabajadoras y trabajadores en El Talar
El encuentro de El Talar no fue una foto ni un acto. Fue una instancia concreta de reagrupamiento obrero, en un contexto donde el gobierno avanza con despidos, ajuste y una reforma laboral hecha a la medida del empresariado.
Por Omar Rombolá para Karne de Máquina
El calor se volvía por momentos asfixiante, pero esa incomodidad duraba poco. La reemplazaba rápido la calidez humana de las y los compañeros que colmaron la Escuela Nº 15 de la localidad de El Talar. Bajo el tinglado del patio, entre mate, sudor y discusiones encendidas, se desarrolló este 6 de diciembre un gran encuentro de trabajadoras y trabajadores contra la reforma laboral de Milei.
La reunión fue convocada por el SUTEBA Tigre, organización combativa de las y los docentes de zona norte. Cuando llegamos desde Karne de Máquina, el lugar ya estaba repleto: las sillas alineadas frente a la mesa central donde se ubicaban los convocantes y referentes del SUTEBA Tigre, delegados de ATE CNEA, Frigorífico Rioplatense, línea 60, CICOP, Madygraf, entre otros.
El bullicio era permanente. Se debatía desde el micrófono, pero también en los pasillos, entre las filas de sillas y hasta en los baños. Cada delegación traía su historia, su conflicto, su balance y sus propuestas. No era un encuentro testimonial: era una asamblea de experiencias de lucha.
Participaron compañeras y compañeros de Fate en sus distintas expresiones (conducción, Lista Negra, Roja-Granate, Frente Multicolor), SUTEBA Tigre, Georgalos, INTI, ferroviarios del Roca y del Belgrano Norte, Sindicato Aceitero, Algodonera Avellaneda de Santa Fe, Comité de despedidos de Siderca, línea 60, ATE CNEA, FOL, Bed Time, Madygraf, Mondelez, CICOP Tigre, Belgrano y Eva Perón, Ferrocarril Mitre, además de numerosas listas sindicales, agrupaciones y organizaciones políticas. Son tantos los sectores que participaron que, sin dudas, quedamos en deuda con más de uno.
El encuentro abrió con un plan de acción propuesto por los convocantes, que incluyó actividades de propaganda, coordinación y acción directa. Pero el clima político terminó de tomar cuerpo con las intervenciones. Para resumir el espíritu de la jornada, compartimos gran parte de la palabra de un trabajador de Georgalos, que condensó una experiencia clave de organización desde abajo:
"Los compañeros que no tenemos fuero gremial, que no somos delegados, nos empezamos a organizar por abajo. Así logramos traer a la comisión interna a debatir nuestros problemas, traer al sindicato a discutir con la base de la fábrica. Porque es ahí donde los representantes escuchan de verdad. Esto es una lección importante".
"Fuimos a la huelga. Y Georgalos hizo algo estratégico: nos echó porque habíamos organizado desde abajo la pelea contra la flexibilización. Nos tiraron a la calle".
"La primera lección es que a la base no hay que subestimarla: hay que escucharla, organizarla, caminar los sectores, hablar con los compañeros, convencerlos. Así pudimos dar la pelea".
"Cuando nos dejaron afuera, en la fábrica hubo paro y el Ministerio dictó conciliación obligatoria. A nosotros no nos dejaron entrar. Estábamos solos, pero ahí apareció la clave: la solidaridad y la coordinación por fuera".
"El SUTEBA Tigre nos abrió las puertas. Queríamos acciones directas para visibilizar el conflicto, para hablarle a la sociedad. Cortamos cuatro veces Panamericana. Cada corte fue fruto de reuniones de coordinación con muchos de ustedes. Nos vimos en la ruta y en la puerta de la fábrica".
"La coordinación no es un discurso: es una cuestión material, concreta, para intervenir ahora".
"Este encuentro empezó a gestarse en junio y hoy dio un salto. Hay que profundizarlo. Organizar la base por dentro y por fuera, con acciones que golpeen el imaginario y fortalezcan la solidaridad. Si no hacemos esto, estamos condenados al fracaso. Por eso estamos acá".
El aplauso fue largo pues ahí se sintetizaba, Organización desde abajo, solidaridad de clase, coordinación real y acción directa. No como consigna, sino como experiencia viva.
El encuentro de El Talar no fue una foto ni un acto. Fue una instancia concreta de reagrupamiento obrero, en un contexto donde el gobierno avanza con despidos, ajuste y una reforma laboral hecha a la medida del empresariado. En ese patio, bajo el calor del mediodía y la bronca compartida, quedó claro algo: si la ofensiva es de arriba, la respuesta también empieza desde abajo.