Estalla la crisis en Essen: más de 30 despidos y producción frenada

26.11.2025

La fábrica de ollas Essen, una de las marcas más reconocidas del país en artículos metálicos para cocina, atraviesa una crisis profunda que ya dejó más de treinta despidos, una reducción drástica de turnos y cambios estructurales en las líneas de producción de su planta en Venado Tuerto. 

En un contexto de caída del consumo, baja rotación comercial y un creciente ingreso de productos importados desde Asia, la empresa aplicó un ajuste que generó preocupación entre los operarios y que se convirtió en uno de los recortes más fuertes del sector en la región.

Los despidos: impacto en fundición, mecanizado y terminación

Las desvinculaciones se dieron en distintas áreas clave de la planta. Según delegados internos, los despidos alcanzaron a personal de:

  • Fundición
  • Mecanizado
  • Terminación

Se trata de sectores donde la actividad cayó de forma sostenida durante los últimos meses. Varios de los operarios despedidos tenían años de antigüedad y formaban parte de la estructura histórica que acompañó el crecimiento de la marca.

El ajuste también alcanzó al personal eventual, utilizado en líneas con menor rotación. La magnitud del recorte encendió alarma entre los trabajadores por la pérdida de puestos y por los cambios internos que modificaron el funcionamiento habitual de la fábrica.

El gremio confirma el ajuste: "Son 34 despidos y se suman a otros 58"

El secretario general de la UOM Venado Tuerto, Diego Olave, confirmó la cifra final: 34 despidos, de los cuales 17 eran de planta permanente y el resto operarios eventuales.

En declaraciones radiales, Olave advirtió que el ajuste no es nuevo: "Essen ya viene de tres meses haciendo bajas, de dos, tres o cuatro. A estas treinta y cuatro se le suman entonces 58, incluidos los eventuales".

El dirigente explicó que el gremio acompañó a los trabajadores afectados en los trámites administrativos y que la situación generó fuerte incertidumbre entre los empleados que continúan en la planta.

El consumo cae y paraliza líneas completas dentro de la fábrica

El primer factor detrás de la decisión empresarial es la fuerte contracción del consumo. Las ventas de ollas, sartenes y artículos de aluminio bajaron en todos los segmentos del mercado. Los comercios trabajan con inventarios altos y menor rotación, lo que empuja a la industria a reducir turnos, detener procesos y reorganizar tareas.

Essen operó durante semanas con menos horas activas, líneas con dotaciones mínimas y sectores que quedaron directamente inactivos, a medida que la demanda se debilitó.

Las importaciones desde China modificaron la producción interna

El segundo elemento clave fue la llegada de material importado desde China, un cambio que reestructuró por completo el esquema productivo de la marca.

Según Olave, las piezas semiterminadas ingresadas desde Asia reemplazaron etapas completas de fabricación local.
Allí donde antes trabajaban 30 operarios, la empresa pasó a cubrir las tareas con 8 trabajadores.

Las áreas afectadas incluyen:

  • Fundición
  • Mecanizado
  • Preparación de superficies

Este desplazamiento alteró la estructura histórica de la fábrica. Muchas líneas quedaron limitadas a ensamblado y terminación, reduciendo la necesidad de mano de obra especializada.

Un ajuste estructural que se ejecutó en varias etapas

El proceso de recortes no ocurrió de golpe: se extendió durante semanas. Delegados de la UOM detallaron que los despidos se notificaron de forma escalonada, lo que alimentó la incertidumbre interna. Cada nueva comunicación marcó un paso más en un cambio profundo dentro de la planta.

Los trabajadores desvinculados se reunieron con representantes gremiales para revisar los detalles de las indemnizaciones y los trámites correspondientes.

Una fábrica reducida y un futuro que dependerá del mercado

Con la caída en las ventas y el avance de importados, Essen reorganizó toda su dinámica interna. La planta quedó con una estructura más chica, líneas adaptadas a un esquema mixto de producción local e insumos externos y una distribución de tareas concentrada solo en los productos con mayor demanda actual.

El futuro de la fábrica dependerá de la recuperación del consumo y de cómo evolucione el ingreso de materiales importados, que hoy ocupan un rol clave dentro del proceso productivo.

Fuente:

https://grupolaprovincia.com/