Lo peor no pasó

23.09.2025
Ilustración: Marcelo Spotti
Ilustración: Marcelo Spotti

Dos análisis expertos del proyecto de Presupuesto 2026 contradicen los dichos de Milei y alertan sobre proyecciones "inverosímiles" y un futuro de más ajuste y endeudamiento.

Luego de que Javier Milei presentara en cadena nacional el proyecto de Presupuesto 2026 con un cambio de tono y asegurara que "lo peor ya pasó", llegaron los análisis. Y no coinciden con la mirada del Presidente.

La primera cuestión es la inconsistencia. "Las proyecciones oficiales se apoyan en supuestos macroeconómicos inverosímiles", asegura el informe del proyecto de Presupuesto 2026 elaborado por el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP).

Y es que la combinación de atraso cambiario, déficit comercial estructural, estimaciones irreales de inflación y crecimiento, y un esquema financiero dependiente del FMI "vuelve inconsistente la narrativa oficial", asegura el estudio del equipo liderado por Claudio Lozano. Y no anticipa un futuro venturoso.

La disciplina fiscal y coso

Según afirmó el Presidente, el objetivo central del Presupuesto es sostener la disciplina fiscal. En otras palabras, superávit primario (ingresos mayores que gastos) y superávit financiero (la deuda se paga). Pero esas prioridades significan, en la práctica, más ajustes sobre las áreas más sensibles.

"Se trata de un Presupuesto diseñado para sostener la contracción del gasto público, priorizar el pago de la deuda y garantizar un superávit financiero que, lejos de resolver los problemas estructurales de la economía, anticipa nuevos recortes en caso de que la recaudación caiga", agrega el IPyPP.

Por su parte, la consultora Vectorial hace foco en su análisis sobre la proyección de crecimiento del PIB presente en el proyecto. "La estimación para el año corriente, 5,4%, pareciera ligeramente sobrevalorada. El 6,2% que acumula la primera mitad del año se promediará con un segundo semestre de caídas mensuales redundando en un crecimiento total probablemente menor al 5%", señala.

Y agrega: "El comercio exterior aportará una contribución negativa al crecimiento, ya que entre los años 2025 a 2028 se proyectan déficit comerciales (…). En el pasado se sobrestimaron las exportaciones y se subestimaron las importaciones y las proyecciones de esperanzadores superávits se transformaron en peligrosos déficits. Más preocupante que este cambio abrupto en las proyecciones de déficit comercial es su financiamiento. En ninguna parte del proyecto de Ley hay indicios de cómo se financiarán esos déficits. Por lo tanto, queda implícito que lo que ayudará a compensar esa salida de divisas será el endeudamiento externo".

La idea no gustó

Ese panorama futuro de mayor endeudamiento no ayuda en este contexto. Ni bien Milei presentó el Presupuesto, los mercados financieros le dieron la espalda: el Riesgo País subió de inmediato 100 puntos básicos y llegó casi a los 1200, bonos y acciones argentinas cayeron en picada, y el dólar siguió en su carrera alcista. Tanto, que la semana finalizó con la divisa perforando la banda superior del esquema cambiario, pese a las intervenciones millonarias del Banco Central.

El análisis de Vectorial ofrece una explicación: "El sendero macroeconómico que trazan las proyecciones contenidas en el Proyecto de Ley (del Presupuesto 2026) conllevan más dudas que certezas".

En detalle, el Presupuesto incluye una "preocupante tendencia hacia la desinversión pública" (para 2026, los gastos de capital representarán apenas el 2,2% del presupuesto total, un nivel históricamente bajo); contempla "múltiples recortes en subsidios económicos", lo que implica "un mayor ahogo para la producción nacional", y un "ajuste en servicios sociales" (inversión en trabajo, -1,1%; vivienda y urbanismo, -6,8%; agua potable y alcantarillado, -0,8%).

En tanto, el IPyPP enumera tres aspectos que anticipan más recesión. El primero, el consumo pinchado. "El principal motor del crecimiento económico, el consumo, se encuentra en el 2025 en niveles históricamente bajos y no aparecen señales de recomposición", plantea.

Luego "la paradoja de la inversión". "El Gobierno dibuja +26,5% en 2025 y +9,4% anual después. Pero cerraron 16.857 empresas (1.624 industriales), la inversión privada no energética cayó -25% y la apertura importadora promueve más importaciones de bienes de capital que acumulación local. No tiene sentido esperar un boom inversor en medio de recesión y desindustrialización", advierte.

Finalmente, alerta sobre "la ficción de sostener en el largo plazo un esquema financiero que se derrite por la falta de dólares y presiona sobre la inflación". "El esquema solo cierra con más deuda, en un contexto donde los mercados internacionales están cerrados para la Argentina", sintetiza.

"El proyecto, que difícilmente será aprobado por el Congreso, plantea proyecciones poco creíbles de inflación, tipo de cambio y crecimiento del PIB sin aclarar los motores del mismo, mientras la inversión privada sigue débil, la capacidad industrial cae y se proyectan déficits comerciales sin financiamiento claro, sugiriendo más endeudamiento externo en un contexto de acceso restringido —resume el IPyPP—. La economía seguirá chocando con la falta de divisas, lo que compromete tanto el crecimiento como la sostenibilidad del esquema financiero. Dicho de otro modo, al revés de lo que sostiene Milei, lo peor no pasó, continuará ocurriendo de sostenerse el rumbo que propone el gobierno nacional".

Fuente:

https://www.anred.org/lo-peor-no-paso/