¿FELICIDAD PARA LOS QUE PUEDAN COMPRARLA?

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Quiero contarles que elegí para estos primeros días de julio, hablar sobre una cuestión, que está instalada desde hace por lo menos cinco años en todo lo que tiene que ver con el universo informativo en Argentina y en la provincia de Santa Fe y sobre lo que significa, los negocios de los delincuentes de guante blanco y la impunidad que generan sectores relacionados a la política desde la justicia.
Por Carlos del Frade
El 27 de junio de este año, el juez Fabián Lorenzini que es el titular del Juzgado Comercial y Civil N° 2 de la ciudad de Reconquista, inició lo que se llama el proceso de salvataje de Vicentin, esa palabra que usted tanto escuchó o leyó que es el "cramdown". Esto supone que en estos primeros días de julio se abrió un registro preliminar de oferentes para entre otras cosas, ver quienes se quieren hacer cargo de una empresa que en realidad es un ecosistema de 32 empresas en distintos lugares de la provincia y del país pero que tiene fundamentalmente en la historia de Vicentin de los últimos años, el proceso que explica la extranjerización de las riquezas de la Argentina, porque el mayor ingreso de dólares a nuestro país proviene justamente de la exportación de oleaginosos y derivados y el primer exportador hasta el año 2019, era justamente el grupo Vicentin.
El 4 de diciembre de 2019 esta empresa declaró -lo que ellos llamaron- estrés financiero, que en realidad era un proceso de cesación de pagos que luego se determinó que generaba una deuda de 1600 millones de dólares, entre ellos, 360 millones de dólares al Banco Nación y que además, ahora, en estos días se va a cumplir, -el próximo 8 de julio- que en 2020 los directivos de Vicentín habían fugado desde el Banco Nación de la Ciudad de Reconquista, -al norte de la provincia- 800 millones de dólares que era dinero del pueblo argentino y que fueron a parar a distintas cuevas fiscales del mundo que algunos llaman paraísos fiscales.
Ese dinero nunca regresó, como tampoco se pagó la mayoría de esa deuda de 1600 millones de dólares. En el medio, Vicentin intentó por sobre todas las cosas gambetear la acción del proceso de acreedores como también, las investigaciones de la justicia penal de la provincia de Santa Fe, especialmente, a través de dos fiscales de la ciudad de Rosario.
También logró a partir del gobierno de Milei y de una curiosa Ley de Blanqueo, la posibilidad de zafar de delitos mayores como era el lavado de dinero y la fuga de capitales, con lo cual, quedó exento del poder de la justicia federal. Esto significó una impunidad muy concreta para estos delincuentes de guante blanco, algunos de los cuales están en libertad porque tuvieron y pudieron pagar fianzas de millones de dólares, con lo cual también sería bueno, que alguna vez alguien explique de dónde sacaron millones de dólares estos directivos de Vicentín para pagar sus fianzas.
Lo cierto es que en este proceso que se demoró cinco años, porque desde el año 2020 se hablaba de que el mejor elemento para darle futuro a Vicentin era este cramdown o proceso de salvataje.
Ahora lo que queda por ver, es cómo se va a recuperar la supremacía argentina sobre su propio negocio exportador, cómo va a hacer la Argentina para recuperar el comercio exterior de granos en un panorama absolutamente oscuro para los intereses nacionales, justamente, porque el gobierno nacional lo que menos quiere hacer, es defender los intereses del pueblo argentino.
Esto también forma parte de lo que está detrás de esta apertura del proceso de salvataje de este grupo Vicentín, que fue diseñado a finales de la década del 20 en siglo XX y que después de 90 años de historia, terminó siendo el primer exportador de la Argentina pero también, un ejemplo concreto de cómo funciona el gran capital argentino.
Una fiesta privada que termina pagando el pueblo, la incertidumbre y angustia entre los trabajadores, siempre viviendo del estado nacional, provincial y municipales, incluso, con un elemento que debería explicarse desde la provincia de Santa Fe sobre cuántas deudas tiene hoy el grupo Vicentin con distintos estamentos del estado santafesino no solamente a nivel provincial sino a nivel municipal.
El caso Vicentin, insisto, revela, sintetiza la impunidad de las minorías en Argentina, por eso su resolución es mucho más que económica y se mete directamente en el saber, si el futuro, va a seguir siendo la propiedad privada de unos pocos o se va a poder seguir soñando -luchando aunque sea- por hacer que la felicidad sea democratizada y no justamente la propiedad privada de los que la puedan comprar.