AUSTRALIA Y SUS MINAS DE URANIO

22.06.2025

Australia tiene una larga historia de crítica hacia los asuntos nucleares. Cuando Francia aún realizaba pruebas nucleares en superficie, en el atolón de Moruroa, la lluvia radiactiva producida por esas detonaciones, se desplazó con el viento hasta Australia y provocó contaminación radiactiva.

Por Juan Vernieri

A los australianos no les gustó nada que los contaminaran justamente con el uranio que les habían vendido a los franceses.

Comenzaron a protestar, los sindicatos se hicieron eco de estas protestas y, en ocasiones, se negaron a cargar barcos con uranio. Se había establecido una conexión entre el uranio que Australia había vendido a Francia con las bombas que Francia detonó en el atolón y la lluvia radiactiva que cayó sobre la población australiana.

A raíz de ello, los australianos intentaron detener por completo la extracción de uranio, pero la siempre poderosa industria, abogaba firmemente por su prominencia; así se llegó a un acuerdo: la "política de las tres minas", es decir, Australia no permitiría que más de tres minas de uranio operaran simultáneamente.

Ante la firme oposición del pueblo aborigen a la ampliación de la mina Ranger, que se había impulsado contra su voluntad, y a la construcción de una nueva mina de uranio denominada Jabiluka, que se construiría en terrenos pertenecientes al clan Mirarr, las ONGs ambientalistas/antinucleares y los aborígenes unieron fuerzas, también gracias al respetuoso entendimiento que los ambientalistas "blancos" extendían al pueblo aborigen.

El otro proyecto minero, Koongarra, también se detuvo debido a la resistencia del propietario aborigen y los ambientalistas.

El sitio minero está rodeado por el Parque Nacional Kakadu, declarado Patrimonio de la Humanidad, pero no forma parte de él.

La industria del uranio es consciente de que cualquier nuevo proyecto de extraer uranio en Australia, será impugnado y podría verse envuelto en largos y costosos procedimientos judiciales, etc.

Si bien Australia es un país con grandes reservas de uranio, la explotación está limitada por diversas restricciones y preocupaciones ambientales y sociales.

En Australia las empresas no pueden evadir las costosas labores de limpieza y remediación, debido a los organismos de control ambiental y aborigen.

Aquí en Argentina es diferente, las minas se abandonan sin remediar, lo mismo que en África y en otros países. Las explotaciones resultan así muy rentables.

Todo esto probablemente disminuye el interés de las empresas en extraer uranio en Australia. Las empresas tienen que gastar millones de dólares ANTES siquiera de empezar a minar… y si aparece una prohibición de la minería, básicamente pierden todo el dinero que habían gastado… es un alto riesgo para las empresas… por eso prefieren ir a países de bajo riesgo.

Ahora Argentina está considerada de bajo riesgo, suponen que de ninguna manera la oposición puede llegar nuevamente al poder y cambiar la política.

Aquí está descrita la razón de porque las empresas uraníferas australianas intentan abrir minas en África y en Argentina, específicamente en Chubut.

Fuente:

https://antinuclearmara.blogspot.com/2025/06/australia-y-sus-minas-de-uranio.html#more