FRANCIA NO EXTRAE URANIO DE SU TERRITORIO
TERCERA PARTE
Estados Unidos ha sido históricamente el principal consumidor mundial de uranio, le ha seguido Francia, luego China. ¿Cómo es posible que siendo Francia el segundo consumidor mundial y disponiendo de minas sin terminar de explotar y otras no explotadas, importe todo el insumo que necesita? Esta realidad impone la pregunta que en estas notas procuramos responder.
Por Juan Vernieri
En nota anterior vimos que a pesar de haberlo hecho intensamente en el pasado, no extrae en la actualidad uranio en su propio territorio. Francia sabe por experiencia que la extracción de uranio en toda sus formas es contaminante y como no quiere continuar emponzoñando su ambiente, explota yacimientos en el exterior.
Seguimos viendo cómo ha actuado la empresa minera francesa Orano en la República de Níger, en África.
Orano es la empresa pública francesa especializada en combustibles nucleares creada en 2018 tras el desmantelamiento de la gran multinacional francesa Areva, que había explotado minas de uranio en Níger durante décadas.
La producción anual de las antiguas minas de uranio nigerinas de Arlit y Akokan, concentró más del 40 por ciento de la producción total de la empresa Orano.
Los dos yacimientos mineros alrededor de los cuales vive la ciudad nigerina de Arlit se encuentran a escasa distancia.
La mina Somaïr, activa desde 1971, es un gran depósito sedimentario al aire libre, con una profundidad de 50 a 70 metros, que produce 2.000 toneladas de uranio al año. Pertenece mayoritariamente a Orano y el resto a la nigerina Société du Patrimoine des Mines du Niger (Sopamin).
Aunque el Estado nigerino también otorgó muchas concesiones de exploración a otras empresas extranjeras, la francesa Orano sigue siendo dominante en Níger.
El segundo sitio, llamado Akouta, está ubicado aproximadamente a 7 km de Arlit. También en este caso la explotación está en manos de Orano, en sociedad con la empresa minera Akouta (Cominak), Sopamin y la empresa española Enusa Industrias Avanzadas SA.
Este depósito produjo 75.000 toneladas de uranio entre el inicio de su explotación, en 1978, y su cierre, en 2021. Se trata de una mina subterránea de más de 200 metros de profundidad que cuenta con una de las redes de túneles más grandes del mundo, más de 250 km.
La explotación de estos dos yacimientos ha estado en el centro de numerosas controversias durante los últimos veinte años, a menudo las empresas mineras fueron denunciadas por su negligencia en materia medioambiental y social.
El antiguo depósito de la empresa de transporte SNTN, en el centro de Arlit, está formado por grandes almacenes abandonados en cuyo interior se encuentran autobuses oxidados y oficinas en ruinas. Los habitantes, que lo utilizan como atajo, lo cruzan constantemente. Pastan cabras y burros y a menudo juegan allí grupos de niños.
El activista Almoustapha dispone un centelleómetro que dirige hacia determinados puntos del terreno. El pitido del instrumento comienza a aumentar y en la pantalla aparecen niveles de 10 a 20 veces superiores a lo normal. El activista explica que el suelo del depósito se compactó con desechos de las minas. "Esta zona debería ser rehabilitada, como muchas otras de la ciudad", subraya.
A lo largo de los años, la ONG de Almoustapha y otras organizaciones han descubierto numerosos casos en los que, la inconsciencia e irresponsabilidad de las empresas, permitieron que se utilizaron residuos radiactivos en la construcción de edificios.
Según Almoustapha, se construyeron viviendas con materiales retirados de las minas que, por supuesto, eran radiactivos. Comenta: "Hay personas que viven constantemente expuestas sin saberlo porque la radiactividad se encuentra dentro de las paredes de su casa".
La Orano y antes la Areva no hicieron nada para evitar este desastre, al contrario.
Francia no quiere contaminar más su territorio, pero no tiene problemas en hacerlo en el extranjero.
Fuente:
https://antinuclearmara.blogspot.com/2025/04/francia-no-extrae-uranio-de-su_29.html