FRANCIA NO EXTRAE URANIO EN SU TERRITORIO

29.04.2025











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PRIMERA PARTE

A pesar de haberlo hecho intensamente en el pasado, hay actualmente varias razones por las que Francia no extrae uranio de su propio territorio: reservas económicamente viables reducidas, altos costos de extracción y, en especial y excluyentemente, por preocupaciones y regulaciones ambientales. Francia no quiere continuar emponzoñando su suelo.

Por Juan Vernieri

La energía nuclear tiene una enorme importancia en Francia. Es la principal fuente de electricidad. Durante muchos años, ha generado de forma constante alrededor del 70 % de la electricidad del país. Si bien este porcentaje ha fluctuado ligeramente, sigue siendo la piedra angular de la producción eléctrica francesa.

Siempre fue un factor clave el firme compromiso de disponer independencia energética. Si bien ha reducido su dependencia de los combustibles fósiles importados, en los últimos tiempos ha ido dependiendo cada vez más de la importación de uranio para abastecer sus 58 centrales nucleares.

No depende de la importación de combustibles fósiles, pero depende de la importación de combustible radiactivo.

La independencia energética la protegería de la inestabilidad geopolítica en las regiones ricas en energía, factor que se cita constantemente en el país como una ventaja clave de la energía nuclear, pero ha menguado en las últimas décadas debido a la necesidad de importar uranio.

El sector nuclear es un pilar central de su política energética, que proporcionó antaño su independencia energética y su influencia internacional. Cuenta con una industria del ciclo del combustible nuclear altamente desarrollada y sofisticada, que incluye el enriquecimiento de uranio y la fabricación de combustible.

Tras décadas de explotación minera, los yacimientos de uranio de mayor acceso y alta calidad se han ido agotando, dejando un tóxico legado de antiguos sitios de extracción que requieren monitoreo y remediación constantes para abordar la contaminación ambiental.

La extracción de uranio, independientemente del método, tiene impactos ambientales significativos, incluida la destrucción del hábitat, la contaminación del agua y la generación de desechos radiactivos.

Tiene ahora regulaciones ambientales cada vez más estrictas. La reapertura de minas o la creación de otras nuevas es impensable, los nuevos proyectos de extracción de uranio serían más complejos y costosos de implementar y, además, enfrentarían una fuerte oposición pública.

En esencia, la decisión de no extraer uranio en Francia se debe principalmente, a consideraciones medioambientales.

Para su extenso programa nuclear necesita uranio, como no quiere seguir contaminando su tierra, debe conseguirlo del exterior. Por ello ha promovido activamente el desarrollo de sus operaciones de extracción de uranio por su empresa Orano en el extranjero, en varios países políticamente estables según supone, para asegurar un suministro estable, diversificado y a largo plazo, para una menos riesgosa dependencia energética.

Orano (antes Areva) ha estado involucrada en actividades de exploración de uranio en Argentina, pero no hay en la actualidad operaciones activas de explotación en el país.

En 2012, Areva se asoció con la empresa canadiense Blue Sky Uranium Corp. para explorar uranio en las provincias de Río Negro y Chubut. Invirtió aproximadamente tres millones de dólares en estas exploraciones, pero interrumpió esta colaboración en 2013. En cambio, Blue Sky Uranium continúa avanzando en su Proyecto Amarillo Grande en la provincia de Río Negro, el mayor recurso de uranio del país.

En próxima nota veremos actividades de Orano en otros países.

Fuente:

https://antinuclearmara.blogspot.com/2025/04/francia-no-extrae-uranio-en-su.html