La energía nuclear vuelve al centro del debate: un nuevo informe sugiere que podría reducir hasta un 31% los costos eléctricos en economías emergentes antes de 2050

Un nuevo informe internacional plantea un escenario inesperado para las próximas décadas: la energía nuclear —incluidos los reactores modulares SMR— podría cubrir hasta un 30% de la generación eléctrica en países emergentes y reducir los costos del sistema entre un 2% y un 31% hacia 2050
Por Romina Fabbretti
Durante años, la transición energética en los países emergentes se imaginó como una senda dominada casi por completo por las renovables, con el almacenamiento como columna vertebral. Sin embargo, un nuevo análisis elaborado por Bayesian Energy para The Rockefeller Foundation reabre el debate: la energía nuclear —incluida la nueva generación de reactores modulares (SMR)— podría jugar un papel mucho más decisivo de lo que se pensaba.
El estudio abarca nueve economías emergentes —Brasil, India, Indonesia, Ghana, Nigeria, Filipinas, Ruanda y Sudáfrica— y explora escenarios de expansión eléctrica hasta 2050. La conclusión sorprende por su consistencia: introducir nuclear en el mix podría reducir los costos energéticos totales hasta un 31%, además de cubrir entre un 10% y un 30% de la generación en función de las características de cada país.
El valor estructural de la potencia firme
El argumento es menos tecnológico que sistémico. Las redes eléctricas diseñadas en torno a renovables puras presentan picos solares diurnos, seguidos de noches que requieren almacenamiento masivo con baterías o hidrógeno, además de una expansión significativa de redes de transmisión. La nuclear suaviza ese comportamiento, aporta estabilidad continua y evita sobredimensionar el sistema.
El resultado es un esquema más compacto, con menos redes, menos baterías, menos CAPEX y un funcionamiento diario más predecible. El estudio insiste en que el futuro no será un duelo solar versus nuclear, sino solar + nuclear, combinando volumen renovable con potencia firme.
Los SMR: la tecnología clave para los países emergentes

Los Small Modular Reactors aparecen como la pieza que puede desbloquear la viabilidad nuclear fuera de los países industrializados. Sus ventajas son directas:
- Costes iniciales menores y escalables.
- Construcción más rápida y estandarizada.
- Riesgos financieros reducidos.
- Mejor integración en redes pequeñas y aisladas.
Para economías con escasez de financiación, capacidad de planificación limitada o necesidades urgentes de potencia firme para expandir su industria, los SMR ofrecen un camino más controlado que las megacentrales tradicionales.
Resultados país por país: beneficios desiguales, pero claros

Los modelos del informe revelan que el impacto depende fuertemente de las condiciones locales:
- India podría cubrir hasta el 28% de su generación con nuclear, reduciendo costos de forma significativa.
- Nigeria oscila entre el 14% y el 30% de participación nuclear, con ahorros notables.
- Filipinas obtendría reducciones del sistema de hasta el 18%.
- Ruanda —con escasos recursos renovables— registra los beneficios más altos, entre el 13% y el 31%.
- Brasil, gracias a su base hidroeléctrica, experimentaría ventajas moderadas, pero relevantes.
La tendencia general es clara: donde el viento es limitado, la tierra es escasa, la transmisión es cara o el crecimiento industrial es urgente, la nuclear reduce fricciones y coste total.
Clima imprevisible y sistemas eléctricos vulnerables
El estudio no se limita al aspecto económico. Las renovables se ven afectadas por un clima cada vez más impredecible:
- Sequías severas reducen la potencia hidroeléctrica.
- Calor extremo disminuye la eficiencia solar.
- Fenómenos "stilling" atenúan el viento durante largos periodos.
En ese contexto, la nuclear se convierte en un ancla operativa, capaz de garantizar electricidad continua incluso en condiciones ambientales adversas. La estabilidad deja de ser un lujo y pasa a ser un requisito.
Menos transmisión, menos almacenamiento, menos incertidumbre
Una de las conclusiones más relevantes es el impacto sistémico:
- La infraestructura solar cae entre 9% y 26%.
- La necesidad de almacenamiento entre 19% y 36%.
- La expansión de redes entre 12% y 27%.
En países donde construir líneas de transmisión es lento, caro o políticamente conflictivo, un sistema más compacto no es solo eficiente: es viable.
Las barreras: regulación, financiamiento y narrativa pública
El renacimiento nuclear no elimina obstáculos importantes:
- Regulación débil o inexistente.
- Riesgos financieros y plazos largos.
- Percepción pública marcada por accidentes históricos.
- Capacidad estatal insuficiente para proyectos complejos.
El estudio sugiere avanzar hacia financiamiento híbrido, regulación estandarizada y construcción modular, reduciendo incertidumbre y acortando plazos.
Un cambio de paradigma forzado por la realidad
Durante años, el relato global apostó por renovables baratas + almacenamiento ilimitado. El informe muestra que esta fórmula enfrenta límites claros, especialmente donde la demanda eléctrica crece rápido y la infraestructura es frágil.
Por eso, la conclusión es inequívoca: las economías emergentes no pueden elegir entre solar o nuclear, necesitan ambas. La nuclear aporta estabilidad operativa y baja los costos del sistema; las renovables aportan volumen, velocidad de despliegue y precios competitivos.
Un mix híbrido solar-nuclear se perfila no solo como la opción más eficiente, sino como la única factible para garantizar electricidad limpia, estable y asequible antes de 2050.
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