SE EXPLORA, SE EXPLOTA Y SE ABANDONA

01.06.2025

Primera Parte

La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), en nuestra provincia explotó en los años ochenta dos yacimientos de uranio, Los Adobes y Cerro Cóndor. Como se sabe una vez agotados quedaron abandonados, lo mismo que las escombreras del predio donde se trató el mineral junto al Puente Berwyn, a escasos mil metros del río.

Por Juan Vernieri

No se crea que esto solo nos pasa a nosotros los chubutenses, lo mismo hizo la CNEA con alrededor de dos decenas de minas en todo el país, pero también sucede en el extranjero, en países del primer mundo como se acostumbra a calificar a Estados Unidos.

En este país hay nada más que quince mil minas de uranio abandonadas, con un impacto estimado de 50 millones de afectados, una verdadera catástrofe nuclear, producida por la contaminación proveniente de esas minas. La Agencia de Protección del Medio Ambiente, reconoce la existencia de minas abandonadas, pero dice que son solo cuatro mil.

De esas minas no solo se levanta polvo de uranio sino de otros numerosos elementos también radiactivos que lo acompañan, además del gas radón.

El radón es un gas radiactivo de origen natural que puede encontrarse en altas concentraciones en los espacios interiores, como las viviendas y los lugares de trabajo. Es una de las principales causas de cáncer de pulmón.

Se estima que la proporción de los casos de cáncer de pulmón a nivel atribuibles al radón con respecto al total varía de un 3% a un 14%, en función de la concentración media de radón y de la prevalencia de consumo de tabaco.

Además, la radiactividad de esas minas abandonadas se filtra a los acuíferos.

Como aquí, en Argentina, nada se dice de los inexistentes planes de descontaminación, ni qué pasará con los futuros yacimientos que Milei dice que encarará su explotación. ¿Qué se puede prever? Que también quedarán abandonadas como las anteriores.

El Gobierno norteamericano simplemente no tiene dinero suficiente para remediar la sucesión de desastres, solo tiene para armas. En el presupuesto de la nación Argentina, todos los años aparecen partidas para que la CNEA continúe efectuando prospección de uranio, pero nunca aparecen para remediación de las minas y los numerosos sitios contaminados con radiactividad que hay por todo el país.

¿Será que la CNEA no gestiona partidas para corregir los desastres que dejó, prefiriendo disponer de fondos para prospección, a fin de encontrar nuevas minas? ¿Será que sus funcionarios tienen vocación de subdesarrollados, ya que se sabe que los países centrales prefieren importar uranio de países del tercer mundo para evitarse la contaminación que producen las explotaciones de las minas? Ya se sabe que el extractivismo es cosa del tercer mundo.

En Estados Unidos los indígenas navajos, colonizados y confinados en reservas en tierras baldías, están intentando accionar los pocos resortes posibles para remediar la situación encontrándose con un muro insalvable llamado financiación. Es inútil implorar al verdugo. El pueblo derrotado solo puede esperar el expolio. Por ahora parece que la única medida efectiva ha sido la presión proveniente de la suma de fuerzas de los distintos agentes sociales.

La estrategia del «no hay fondos» muestra dos cosas: la voluntad paternalista e impotente del gobierno norteamericano que se muestra como incapaz a pesar de presentarse como el más fuerte del mundo, y la hipocresía de los recursos militares ilimitados. 

Fuente:

https://antinuclearmara.blogspot.com/2025/06/se-explora-se-explota-y-se-abandona-1.html