SE EXPLORA, SE EXPLOTA Y SE ABANDONA

15.06.2025

TERCERA PARTE

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En nota anterior vimos que no solo en Argentina se abandonan minas de uranio sin remediar. Vimos que lo mismo sucede en Estados Unidos y en Australia.

Por Juan Vernieri

Las minas de uranio comenzaron a popularizarse en los años 50 y tuvieron su máximo esplendor en los años 70. El uranio y plutonio se vieron como la panacea para todos los males y se usaron para alimentar 104 plantas nucleares en Estados Unidos, otras tantas en distintos países y las más de 10.000 cabezas nucleares de los años 80.

Las consecuencias dañinas de esta nefasta estrategia política norteamericana, compartida por varios estados, tanto militar como energética, son cada vez más patentes.

Si bien la zona de las minas explotadas en nuestra provincia, es muy poco poblada, agentes meteorológicos provocan la dispersión y disolución de los minerales presentes en las escombreras, las colas de las minas Los Adobes y Cerro Cóndor y en el sitio Pichiñan junto al puente Berwyn, lo transportan hasta el río Chubut y así los contaminantes pueden llegar a la cadena trófica.

En Portugal, las minas de Urgeiriça, distrito de Viseu, ubicadas en la región central, fueron unas de las primeras en explotarse en el mundo. Sus rocas albergan varios minerales, como uraninita, además de derivados del fósforo, arsénico y otros metales pesados.

A partir de la Segunda Guerra Mundial, se comienza a explotar uranio en 1959 hasta 1962, cuando el Estado portugués cancela el contrato con los ingleses. Desde 1962 hasta 1999, es el Estado portugués quien explota 66 minas de uranio en Portugal.

Las empresas mineras, privadas o públicas, no adoptaron ninguna medida de protección o remediación ambiental, dejando a los mineros y al resto de los vecinos un pasivo ambiental que les condicionaría durante mucho tiempo.

En el inicio de este nuevo milenio fueron cerradas. Durante más de ocho décadas los trabajadores portugueses de las minas han desarrollado una labor que algunos han definido como "trabalho ruim".

Una de las estrategias fue mantener en la ignorancia a los trabajadores de las consecuencias de su trabajo para su salud, además del elevado riesgo de silicosis por el predominio de dióxido de silicio (cuarzo), tan abundante en las rocas graníticas.

Las medidas de protección, solo comenzaron a aplicarse, esencialmente, a partir de 1962, pero específicamente a partir de 1974.

Como en las minas francesas de África, muchas de las casas de los mineros fueron construidas con los minerales de la mina, presentando las paredes un nivel de radiación que contamina a toda la familia durante cada minuto que moran en el hogar. Por si lo anterior fuera poco, todos los pobladores están sometidos a unos altísimos niveles de gas radón en sus casas.

Actualmente, de las 199 zonas mineras abandonadas en Portugal, 66 son radiactivas.

El cierre de las minas a principios de este siglo, la pérdida de los puestos de trabajo, el alto número de casos de cáncer, junto con la necesidad de defender sus derechos laborales, sociales, ambientales y de salud, son las razones que generaron el asociacionismo, cuyo primer objetivo fue abogar por la recuperación ambiental de las 66 minas abandonadas. 

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https://antinuclearmara.blogspot.com/2025/06/se-explora-se-explota-y-se-abandona-3.html