De la denuncia a YPF a la represión a comunidades mapuche: el precio de enfrentar al poder petrolero

La violencia estatal fue la respuesta a un reclamo mapuche por cuatro personerías jurídicas en Neuquén. Las comunidades nucleadas en la Confederación Mapuche de Neuquén denunciaron una "feroz represión" e hicieron cargo a Rolando Figueroa y a la "mafia petrolera".
El reclamo contó con el apoyo de organizaciones políticas de izquierda, docentes y APDH que vienen reclamando "Salvemos al Mari Menuco" y se hicieron presente en la puerta de la Comisaría hasta que los 21 detenidos y detenidas fueron liberadas. Crónica colaborativa ANRed y La Izquierda Diario
Por Manuela Wilhelm
Este domingo 20 de julio las comunidades mapuche Ragilew Cárdenas, Kelv Kura, Fvta Xayen y Newen Kura que reclamaban al gobernador Rolando Figueroa las personerías jurídicas en la puerta de la casa de gobierno, sufrieron una represión con un saldo de 21 personas heridas y detenidas. La Policía también se llevó a dos adolescentes mapuche de 15 y 13 años con fisura de costillas por las patadas y golpes de escopeta en la cara.
"Fue una feroz represión, hay heridos, hubo violencia extrema, un procedimiento desproporcionado, hacemos responsable al gobernador Rolando Figueroa, y a los CEO de las petroleras que son las que realmente gobiernan la provincia de Neuquén" exclamó Lefxaru Nawel, werken del Lof Newen Mapu al ser liberado de la Comisaría Segunda donde estuvo detenido junto a 14 varones más.
Rodeado de una gran movilización que pedía la liberación de todos los detenidos expuso que existen continuidades de los modelos de gobierno: "Figueroa es responsable de haber reinaugurado la etapa de la violencia política en la provincia de Neuquén rememorando lo peor del sobischismo, lo peor de la dictadura militar".

En este sentido explicó: "No hay derechos, no hay garantías, ni siquiera tener un fallo de la Corte Suprema de Justicia y haber terminado un trámite le permite a las comunidades tener su personería jurídica, y lo único que han recibido es violencia, tenemos los videos y testigos, vamos a ir contra todos los policías, contra los comisarios, y responsables políticos".
Luego, en la puerta de la Comisaría 17 del barrio La Sirena, donde fueron liberadas las mujeres apresadas en la represión, exclamó: "El pueblo mapuche está de pie y dignamente va a seguir su lucha firmes con toda esta fortaleza que nos ha dado la gente". A su vez, convocó a todas las organizaciones y personas presentes a una reunión asamblearia en la Ruka, calle Gobernador Denis 799, el lunes 21 a las 18 horas para decidir los pasos a seguir.
En la misma línea, antes de su liberación Jorge Nawel, referente de la Confederación Mapuche de Neuquén, en diálogo con ANRed y LID agradeció la presencia del grupo de gente que se acercó a la Comisaría Segunda y denunció la situación de los detenidos, a quienes se les aplicó un cargo de coacción agravada. Nawel calificó esta acusación de "ridícula" y afirmó que el sistema judicial de Neuquén "está subordinado al poder político", el cual, a su vez, es "servil a las petroleras".

Según Nawel, esta "cadena de servilismo" busca "escarmentar y dar el ejemplo de que quien reclame, solo recibirá palo". El referente mapuche enfatizó que sus demandas actuales son mínimas: "No estamos exigiendo territorio, no estamos exigiendo derecho a la consulta, pedimos el DNI de la comunidad, es un trámite administrativo. Y si nos cagan a palo porque estamos pidiendo una personalidad jurídica, imagínate cuando tengamos que pararnos en los territorios".
Nawel interpretó esta situación como el mensaje que el gobernador Figueroa busca transmitir: "Ese es el mensaje que Figueroa quiere dar, ese farsante que cuando canta el himno se emociona, dice él, que se cree el primer neuquino. Bueno, esta es la neuquinidad que quieren construir: una neuquinidad al servicio de las petroleras, y que todo aquel que reclame lo van a poner a palo como hicieron con nosotros". Concluyó con una advertencia: "Entonces, es un mensaje muy importante que deben considerar todos aquellos que están en la lucha por los derechos. Tienen que saber que esta es la respuesta que va a dar esta farsa de democracia que estamos viviendo".
Ante este escenario, la respuesta de la Confederación Mapuche de Neuquén, según Nawel, es la misma que siempre han dado: "Estar movilizados". El referente convocó a la gente a "no creernos todas las mentiras que nos hacen, los entretenimientos que nos hacen. Hace un año y seis meses que estamos atrás de este papelucho de mierda, y siempre nos consolaban con que la próxima iba a llegar. Lo que estaban organizando era esto: la represión".
Denuncia a YPF, Rolando Figueroa y todos los responsables políticos
El 17 de julio, tres días antes de la represión, en medio del acampe, en medio de un pedido de información pública que no tuvo la debida respuesta, la Confederación Mapuche de Newken, presentó una denuncia contra YPF, como persona jurídica, por residuos peligrosos que dejó en comunidad Kaxi Payiñ, ubicada a 73 km al norte de la ciudad de Neuquén, entre la Ruta 7 y los embalses Mari Menuco y Los Barreales.
Ese mismo día la campaña "Salvemos al Mari Menuco" se movilizó bajo la consigna "Sin agua potable no hay salud" a las puertas de YPF para reclamar la derogación del decreto 276/25 que habilita la extracción de petròleo de manera no convencional (fracking) en el istmo de los lagos Mari Menuco y Los Barreales, donde funciona una gran planta potabilizadora que abastece con agua a Neuquén y Centenario.
En este contexto, tras la represión y al recobrar su libertad, Lefxaru Nawel no tuvo dudas de la conexión entre las denuncias y la violencia estatal: "Sabíamos que el vuelto iba a ser fuerte, porque así se maneja esta mafia petrolera neuquina, que hoy Rolando Figueroa es el continuador de Sobisch".

En línea, apuntó que el actual gobernador de Neuquén, quien recientemente lanzó su espacio Neuquinizate: "No es ninguna cara nueva, no es ningún aire nuevo para la política y el pueblo mapuche está de pie y dignamente va a seguir su lucha por todo lo que nos corresponde" y agregó: "sabemos que van a seguir amenazándonos con campañas sucias, con fake news, como han hecho todos estos días pagando publicidad y para acusarnos de situaciones que no existen más que en las redes sociales".
Nawel describió el momento actual como crítico, donde "la violencia es parte de lo cotidiano" y "el discurso de odio racial es parte de lo cotidiano". Rechazó la idea de que Neuquén sea una "isla" ajena a las políticas nacionales: "Neuquén se vende siempre como que es una isla, no es una isla, una isla es un carajo. Hoy Figueroa está siguiendo los lineamientos que le están trazando Milei y Bullrich, y todo el poder consolidado.
Tajante, dijo: "Entonces no esperemos un trato diferente. Puteamos contra Milei, pero acá tenemos una versión local. Puteamos contra el MPN, que nunca resolvió los conflictos, acá tenemos una versión modernizada del MPN." Finalmente, reafirmó la estrategia de su comunidad: "Por lo tanto, no creer toda esa farsa y saber que la única herramienta que tenemos para que no nos aplasten como ellos quieren es estar movilizados y organizados".
Cómo fue la salvaje represión a las comunidades mapuche en la Casa de Gobierno de Neuquén
La orden de desalojo había llegado a las 10 de la mañana, firmada por el fiscal jefe Pablo Vignaroli y el fiscal del caso, Diego Azcárate con el objetivo expreso de "identificar e intimar a quienes estaban ocupando el espacio público e interrumpiendo parcialmente la circulación atribuyéndose representaciones de distintas comunidades mapuche". Además, mencionaba que los animales que pastaban en calle Roca, debían ser removidos.
Hacia el mediodía hubo un tenso diálogo donde Jorge Nawel, werkén de la Confederación Mapuche de Newken, insistió a los efectivos policiales para que den lugar al reclamo de las familias encadenadas. Pero rápidamente se desplegó un operativo al mando del Jefe de la Policía, Carlos Tomás Díaz Pérez y culminó con 21 personas detenidas.
Los funcionarios policiales tiraron balas de goma, lanzaron gases lacrimógenos, golpearon y patearon a las y los lonko que resistían. También castigaron la solidaridad de las personas que intentaban protegerlos con más golpes y detenciones arbitrarias. Angélica Lagunas, secretaria general de ATEN Capital fue empujada y hostigada por un jefe policial, que aún no fue identificado y luego rodeada por seis efectivos más: "la Policía no me toca, no me peguen ni me empujen, ya mataron a Carlos Fuentealba, qué quieren matar a otro", exclamó.

"Yo le decía tengo 14": relato del chico mapuche golpeado por la Policía en Neuquén
A pesar del intento de protección de las madres de los niños, los policías, bajo órdenes de Vignaroli y Azcárate, avanzaron: "Vi que le querían pegar a mi abuela, empujé a un policía, se levantó, otro me pegó con un palo en la cabeza, yo me quería escapar, me pegaron un escopetazo en la cara, me tiraron al piso se me nubló la vista, eran como cinco, me pegaban patadas", dijo Melián Antu Pilquiñam a ANRed y LID después de fundirse en un abrazo con su familias.
"Ligué los golpes que le iban a dar a mi abuela" dijo sosteniendo su poncho el chico de 14 años, estudiante secundario en el CPEM 48 de Villa Ceferino. Tras la secuencia, todavía no había podido ver de nuevo a su abuela y tenía la campera agujereada por la Policía.
El hostigamiento policial también fue verbal: "Le digo soy menor, y me decian que no sea maricón ya estás en el piso, que no sea puto, que me la tenía que bancar, no me dejaron de pegar hasta que en la camioneta de la policía, donde estaba mi tio les dijo que la corte, no me pegaran más".
Como al resto de los varones, a Melián también lo llevaron a la Comisaría 2da y luego, le dijeron que lo iban a llevar a la Comisaría del Menor, pero antes lo trasladaron a la salita de Salud del barrio Progreso: "Como llegó mi mamá, me liberaron", dijo y aseguró que los médicos constataron golpes en la espalda, cuello, piernas y cabeza.
"Yo le decía tengo 14, ya estás en el piso, no seas maricón me decían los policías", expresó Melián Antu Pilquiñam, a ANRed y LID afuera de la Comisaría 2da.
De acuerdo al werkén, Jorge Nawel, otro niño que también fue salvajemente golpeado, terminó internado en el hospital Castro Rendón con una costilla fisurada. "Se había probado en un equipo de fútbol, lo habían seleccionado y tenía que viajar estos días en Buenos Aires, así que ahí está con una costilla rota nada más que por venir a acompañar a su mamá en un reclamo tan básico, porque estamos pidiendo un trámite administrativo".
Por su parte, Esteban Martiné, trabajador judicial y ex concejal por el PTS también estuvo detenido de manera irregular: "Yo estaba acompañando la protesta pacífica de estas cuatro comunidades que vienen hace días ya encadenadas en la vereda de la Casa de Gobierno sin generar ningún problema ni siquiera a la población que vive alrededor y de un momento a otro vino una gran cantidad de policías con motos, con camionetas, con bastones, con escopetas a golpear a todo el mundo, a las mujeres mayores, a los niños y a las niñas", expresó Esteban Martiné.

Sobre su propia detención, que quedó registrada por una persona que filmaba, mencionó que intentaba auxiliar una mujer mayor que estaba siendo golpeada en el piso por tres policías: "Fuimos varios los que tratamos de rescatarla y de que no le pegaran más, pero bueno, a los que fuimos ahí también nos agarraron, nos forzaron, nos arrastraron y bueno, nos detuvieron".
Por su parte, insistió en la crueldad policial avasalló los derechos de los más pequeños: "Hay un chico de 14 años que tiene una costilla fracturada, hay otros compañeros que también les rompieron los dientes, que los ahorcaron tan fuerte que les quedó la marca en el cuello", indicó.
En base a su experiencia frente a represiones como las cometidas fuera de la Legislatura de Neuquén por el pacto YPF Chevrón, refirió: "La verdad es que es una violencia que habiendo vivido otras represiones yo nunca viví, ni siquiera permitieron que los padres llevaran a sus chicos, a los hijos e hijas a otro lado" y agregó: "Se los arrancaron de las manos". Además, permaneció preso con el padre del menor de 14 años, y subrayó que tuvo que permanecer durante mucho tiempo sin saber también qué había pasado con los niños y niñas que habían sido también víctimas de esta violencia.
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