ARGENTINA EN LA ENCRUCIJADA: POBREZA, PRIVATIZACIONES Y EL RIESGO DE FRAGMENTACIÓN TERRITORIAL

La Argentina atraviesa por una preocupante encrucijada existencial. En el marco del actual gobierno, el país enfrenta una pobreza sin precedentes acompañada de un acelerado proceso de privatizaciones, endeudamiento y la cesión planificada de sus recursos estratégicos. Nunca como antes, la pérdida territorial había estado tan cerca.
Por Juan A. Frey
El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) reportó que, en el tercer trimestre del 2024, la pobreza alcanzó el 38,9%, mientras que la indigencia llegó al 8,5%. Aunque estas cifras muestran una leve reducción respecto al primer semestre del mismo año, cuando la pobreza superaba el 50%, expertos advirtieron que la mejora responde más a una desaceleración inflacionaria que a una recuperación estructural. La precarización laboral y el encarecimiento de los servicios esenciales continúan afectando el poder adquisitivo de los sectores medios y bajos.
La riqueza natural del país, particularmente en la explotación de litio y el cobre, ha atraído fuertes inversiones internacionales. Se estima que la demanda global del litio aumentará un 571% hacia 2035, posicionando a Argentina como un actor clave en este mercado. Empresas como BHP Billiton y Río Tinto han firmado acuerdos multimillonarios para la explotación de estos recursos en provincias como Catamarca y Jujuy. Sin embargo, el control discrecional sobre estos activos por parte de las compañías extranjeras, plantea innumerables interrogantes sobre la soberanía energética y el futuro de la industria nacional.
El creciente descontento social, producto de la crisis económica y la inseguridad, han reconfigurado las preocupaciones de amplios sectores la sociedad. Encuestas recientes indican que el deterioro salarial y la inseguridad han desplazado a la inflación como el problema más urgente para los argentinos en el 2025. También la percepción de una posible fragmentación territorial está alimentada por el avance de las multinacionales sobre los sectores estratégicos, esto sumado, a la debilidad institucional y a la corrupción en las regulaciones gubernamentales.
La combinación de pobreza, privatización y el riesgo de disgregación territorial exige un debate profundo sobre el futuro del país. La protección de los recursos estratégicos y la implementación de políticas regulatorias son claves para evitar la pérdida de la autonomía nacional. Es imperativo que el Estado, junto con la sociedad civil, adopte medidas que garanticen el desarrollo de políticas proactivas y transparentes en la gestión de los bienes fundamentales.
El desafío de Argentina no radica solo en resistir las presiones externas, sino en reconstruir un modelo económico que permita realizar la tan declamada prosperidad sin comprometer su soberanía.
El riesgo de un estallido social en Argentina es una preocupación creciente en el contexto actual. La combinación de crisis económica, represión estatal y descontento social ha generado un clima de tensión que recuerda episodios históricos de convulsión en el país.
Factores que alimentan esta crisis:
1. Desigualdad y pobreza: A pesar de los intentos de estabilización económica, la pobreza sigue afectando a una gran parte de la población. La precarización laboral y la caída del poder adquisitivo han llevado a un aumento en las protestas y movilizaciones sociales.
2. Represión y conflictividad: La respuesta del gobierno ante las manifestaciones ha sido objeto de fuertes críticas. Recientemente, la represión a una marcha de jubilados fue calificada como la más violenta desde la crisis de 2001. La intervención de las fuerzas de gendarmería en las protestas ha generado una gran preocupación sobre el respeto a los derechos humanos.
3. Tensión salarial: La negativa del gobierno a reabrir paritarias y ajustar salarios ha generado un fuerte rechazo por parte de los sindicatos. La falta de acuerdos podría derivar en más huelgas masivas y un aumento de la conflictividad laboral.
El temor a un estallido social se fundamenta en la creciente frustración de distintos sectores de la sociedad. La represión de protestas, la crisis económica y la falta de respuestas efectivas por parte del gobierno han creado un escenario de zozobra e incertidumbre. Si la situación no mejora, el país enfrentará una escalada de movilizaciones y conflictos que pondrán a prueba la estabilidad institucional.
La clave para evitar un desenlace crítico radica en la implementación de políticas que atiendan las urgencias sociales y económicas de la población. La historia argentina ha demostrado que los momentos de crisis pueden derivar en cambios profundos, pero también en episodios de gran inestabilidad.

Referencias:
1.- Argentina: La represión fascista, el temor al estallido social - CLAE
2.- Máxima tensión por los salarios: la fórmula del Gobierno para frenar la reapertura de las paritarias que exigen los sindicatos - Infobae
3.- Inseguridad, pobreza y desocupación: las principales preocupaciones de los argentinos en 2025