¿EL OCASO DE LA SOBERANÍA Y EL AVANCE DEL GOBIERNO MUNDIAL?

30.05.2025

EN TIEMPOS RECIENTES, ACONTECIMIENTOS DE ENORME RELEVANCIA HISTÓRICA HAN COMENZADO A DELINEAR EL RUMBO DE UN NUEVO PARADIGMA GLOBAL


Por Juan A. Frey

Uno de los conceptos más debatidos es el Great Reset, planteado por Klaus Schwab en el Foro Económico de Davos, el cual impulsa desde las más altas esferas una drástica reducción de las estructuras estatales y administrativas en todas las naciones. Este proceso no responde a la clásica justificación de recortes presupuestarios, sino a la consolidación de un nuevo orden supranacional bajo la órbita de la ONU.

Las tradicionales divisiones ministeriales, secretarías, subsecretarías y los gobiernos provinciales, tal como los conocemos hoy, quedarían absorbidos dentro de un esquema donde los poderes ejecutivos, legislativos y judiciales perderían autonomía, subordinándose a un único órgano de control global. Un escenario que recuerda aquella vieja consigna que marcó épocas de la historia argentina: "hay que achicar el Estado", aunque esta vez con un propósito más profundo y definitivo.

Con la disolución progresiva del Estado-nación, los recurrentes conflictos electorales y la lucha por espacios de poder perderían su sentido. La conocida "clase política" debería reinventarse o desaparecer, al igual que el concepto de democracia tal como la concebimos. En esta transición, lo que antes era visto como una estructura garante de derechos y libertades comienza a desmoronarse en un proceso donde los ciudadanos se convertirán en súbditos de una administración sin rostro, centralizada y ajena a los intereses particulares de cada nación.

Otro eje fundamental de esta transformación global es la desnuclearización. Antaño, los procesos de desarme se fundamentaban en nobles aspiraciones de paz y justicia; sin embargo, en la actualidad parecen responder a una lógica distinta. La eliminación progresiva de armamento en el Tercer Mundo, seguida de Europa y próximamente en Estados Unidos, refleja una estrategia en la que la capacidad de defensa nacional queda diluida en favor de un poder centralizado.

El programa "Liberarse de la guerra", publicado en 1961 por el Departamento de Estado de EE.UU., ya establecía los principios de un desarme general y completo. Décadas más tarde, la Comisión de Medio Ambiente de la ONU avanza en la misma línea, promoviendo un gobierno internacional regido por un cuerpo selecto de activistas ambientales, elegidos por delegados que responderían, en última instancia, a la Casa Blanca. Un modelo de administración donde las decisiones cruciales se toman lejos de la participación ciudadana y de los intereses individuales de cada país.

La consolidación de una autoridad central se extiende a conceptos como Recursos Globales y Espacio Vital, sugiriendo que los bienes esenciales no pertenecen a los individuos, sino al planeta mismo. Bajo esta lógica, quien pretenda vivir de manera autosustentable en una zona rural podría verse obligado a pagar impuestos por el uso de la tierra, ya que esta no sería de su propiedad, sino un activo global administrado por el nuevo orden.

La posibilidad de establecer un impuesto mundial por el simple hecho de habitar en el Planeta Tierra, deja de ser un planteo abstracto y comienza a tomar forma dentro de las discusiones globalistas. Así como ocurre con la salud, el argumento es que el sistema cuidará de la población en un esquema de protección total, donde la individualidad y la propiedad privada serán valores en extinción. La famosa sentencia "nadie poseerá nada y será feliz" cobra un nuevo significado en este contexto: el control sobre la vida de cada ciudadano será absoluto, desde sus bienes hasta su capacidad de defensa personal.

Las restricciones al acceso a armas de fuego, permitidas únicamente para la policía y el ejército, ilustran claramente la intención de limitar cualquier posibilidad de resistencia social. La ONU, consolidada como un ente de autoridad global, contará con un ejército propio para hacer cumplir las normativas del nuevo sistema. Lejos de la solidaridad internacional que antaño protegía a los Estados soberanos, ahora, quien se oponga al modelo impuesto podría convertirse en objetivo de intervención militar.

Las declaraciones de antiguos mandatarios, como George Bush, en las que afirmaba que el traspaso de autoridad al secretario general de la ONU estaba "en transición", sumado al dictamen de la Corte Suprema de EE.UU. que colocaba la Constitución bajo el fuero de la ONU, evidencian la dirección de este proceso. El objetivo final se dibuja con claridad: un gobierno único, una moneda única, una religión única, un tribunal criminal internacional único y un ejército global único.

Lo que antes eran principios fundamentales de soberanía, nacionalismo e independencia han perdido significado. Según Schwab y otros teóricos del globalismo, estas nociones tradicionales deben adaptarse al nuevo orden, ya que resultan anacrónicas. La Comunidad Mundial ya no actuará en defensa de los Estados en caso de conflicto, sino que será la misma entidad supranacional la que decidirá quién es el enemigo y quién merece ser intervenido.

Este paradigma marca el fin de un mundo regido por Estados autónomos y el inicio de una era donde la gobernanza se ejercerá colectivamente, sin margen para disidencias o soberanías individuales. La pregunta que queda en el aire es: ¿estamos preparados para vivir bajo este Nuevo Orden Internacional, o asistimos, sin poder evitarlo, al cierre definitivo de la historia de la libertad?

Así, nos encontramos ante un horizonte que redefine los fundamentos de la organización social y la política mundial. El curso de esta transformación global aún está en desarrollo, y sus implicancias siguen siendo objeto de profundo análisis y debate. ¿Será el amanecer de una nueva era, o el ocaso de los principios que han guiado a la humanidad durante siglos? Lo que es seguro es que el mundo, tal como lo conocemos, se encuentra en una encrucijada. Y en ese cruce de caminos, la historia continúa escribiéndose.


Referencias: El Gran Reinicio | Foro Económico Mundial