OTRO ROUND PARA LA HISTORIA DE NUESTRA DEMOCRACIA

El día de ayer, domingo 18 de mayo, se ha manifestado en democracia uno de los distritos electorales más numerosos del país, pese a no tratarse de una provincia, el electorado de CABA, sin dudas alberga una sexta parte del electorado nacional. 

Por Horacio Muñoz de Toro 

Muchas sensaciones, desde la óptica periodística, y sin partidismos de por medio, -como ciudadano- pienso que no hay otra forma de vida que no sea la democrática, pero que lejos estamos, de solidificar una conciencia de comunidad, de un pueblo unido, de solidaridad y tantas otras cosas demostradas en ese casi 50% ausente que como castigo no fue a votar, sin saber que al hacer esto, el castigo es a ellos mismos y a todos.

Presenciamos una nefasta campaña de permanentes agresiones y propuestas que nunca llegaron a conocerse, porque la consigna era destruir al adversario más que proponer a la gente. Pero estamos tan desconectados entre nosotros mismos y con las observaciones a lo que verdaderamente pasa, que no vimos la propaganda más significativa de los últimos días que fue presentada por los propios hechos de una política virreinal, que atenta cada día contra nuestra propia bandera, contra el bienestar de la tranquilidad de tener un trabajo y una vida digna para decenas de miles de Argentinos. 

Solo por citar algunos ejemplos, los desastres de las lluvias a pocos KM. de donde se votaba, -muchos van a decir- ¿Qué tiene que ver? y yo les respondo, que tiene que ver con muchas cosas, principalmente, la falta de obras que es una decisión política de quienes ganaron, pero cuidado, alguna vez comentamos en nuestro programa radial Humanidad ¿Adónde vas? que no queremos la energía de la muerte sobre nuestro suelo y sobre el planeta, porque puede generar muerte en un radio de 500 a 700 KM. 

ANTE EVENTOS CLIMÁTICOS que inunden zonas "peligrosas" como pasó en Atucha hace unos días, hablaríamos de un evento que causaría millones de muertes en horas, y sin embargo, ganó la fuerza que la promueve. 

Sumando sensaciones, me da mucha impotencia la imagen de los miércoles, ver la represión a los abuelos y hasta a un sacerdote que defiende a los pobres, como el Padre Paco, reprimidos y en lucha por mejorar un sueldo de 270 mil pesos, cuando quien cobra menos de $ 1.400.000 está bajo la línea de pobreza, pero la gente votó a la represión, a la no sensibilidad humana y solidaria. 

También en la semana previa, anunciamos sobre el puerto con miras a la Antártida de EE.UU. en nuestra Tierra del Fuego, a la que también se castigó con medidas arancelarias que ponen en jaque a 8500 puestos de trabajo, pero se votó a favor de esta política entreguista y anti Nación, tan así, que venimos luchando para poder recuperar nuestro río Paraná, mal llamado HIDROVÍA DE LA COCAÍNA, en manos del Comando Sur de EE.UU. y con puertos privados sin contralor del Estado que se llevan toda la riqueza que producimos y dejan pobreza y desvastación. También se votó a favor de esta política que pone en juego la soberanía de la Patria por la que tanta gente dio su vida.

Podríamos seguir enunciando cosas que no conllevan suspicacia, sino que relatan hechos concretos, que no deberían ser premiados con un voto si analizamos los índices de pobreza, de desocupación, del más de millón de niños que se van sin cenar a dormir, del ataque a la Educación, que no es casual, donde en nuestra provincia, un/a maestro/a no llega a 700 mil pesos, y con doble turno tampoco supera la línea de pobreza, y no pudiéndose enfermar ni él o ella, ni nadie de su familia. Política que fue premiada por este voto en el mayor Distrito Electoral de Argentina.

Entonces, por un lado, festejamos que podamos seguir viviendo en democracia, que podamos seguir eligiendo, pero por otro, una profunda tristeza como pueblo, como seres humanos, como solidarios, como personas inteligentes con sensibilidad. Creo que estamos muy mal pero en el camino de la vida, a veces, lo que no entendemos con palabras y hechos se nos enseña con dolor, y no hay dudas que nos conducimos a eso, pero por nuestra propia elección. 

Solo el pueblo puede salvar al pueblo, pero estamos lejos de esa maduración…