RESCATANDO AL SOLDADO MILEI

11.10.2025

En 1998 Steven Spielberg estrenó la película "Rescatando al soldado Ryan". Los cuatro únicos hijos de una madre, eran soldados que habían contribuido a la defensa de los intereses estadounidenses de ese momento, durante la Segunda Guerra Mundial; pero tres habían caído, y se envía una patrulla que a toda costa debía salvar al cuarto.









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Por Alberto Cortés

Parece una metáfora:

1°) Videla prestó servicios al imperio norteamericano: Todavía padecemos su Ley de Entidades Financieras, elaborada a la medida de la gran banca y en contra de los intereses de la mayoría de los argentinos; comenzó a agigantar la deuda externa y exterminó a una generación de argentinos que adversaban a ese imperio. Murió en la cárcel.

2°) Menem siguió acrecentando la deuda, privatizó comunicaciones, puertos, gas y numerosas otras empresas que siguen lejos hoy de estar al servicio de nuestro pueblo. Murió impune, gracias a sus fueros como senador por la Rioja hasta el final, pero desprestigiado en el escenario político nacional.

3°) Macri redisparó hasta lo inmanejable una deuda que había podido ser puesta en un nivel controlable por el gobierno de Kirchner; ayudó a los fallidos intentos de EEUU por desestabilizar al gobierno constitucional de Venezuela, etc. Sigue impune gracias a la colonización del Poder Judicial que él mismo construyó, pero fue el único presidente en no lograr la reelección, y hoy se debate entre su muerte política definitiva, o ser convocado como actor secundario en el rescate del mileísmo.

4°) El soldado Ryan-Milei, el cuarto hermano, al que ahora los EEUU tratan de salvar desesperadamente, del berenjenal en el que está; comparable metafóricamente al peligro de un soldado norteamericano recién desembarcado en la Normandía de 1944.

Milei despilfarró, en términos de las reservas necesarias para el funcionamiento de la economía, los pagos de amortización de las deudas, etc: 20 mil millones de dólares del blanqueo, 12 del FMI, y varios otros mecanismos que le acercaron dólares por cerca de 30 más; sin haber logrado estabilizar la economía, en el sentido de alcanzar un estado de tranquilidad donde no parezca (y además sea realidad) que los dólares que se ofrecen al cambio oficial están a punto de terminarse, y muchos corran a comprar los últimos baratos.

El fin de semana de inicio de la primavera se vivió en la Rosada y el Ministerio de Economía, una angustia indescriptible. Los últimos días hábiles anteriores habían mostrado al Banco Central (ese al que Milei iba a destruir) vendiendo cantidades crecientemente insostenibles de dólares para que no se disparara su cotización e impactara seriamente en la inflación (que según las mentiras de Milei depende únicamente del déficit fiscal, y para nada del valor del dólar). Le quedaban ya muy pocos verdes. ¿Cómo se pagarían, por ejemplo, las amortizaciones de deuda de enero próximo? Todo indicaba que la siguiente semana sería igual o peor: Una corrida cambiaria, en todos los términos.

El gobierno negoció contra reloj con el gobierno estadounidense. La ventanilla del FMI ya está agotada: le dieron muchos más créditos de los que legal y financieramente debían. Encima incumple las condiciones de acumulación de reservas en las que se los dieron. Difícilmente le vayan a dar más. Pero en cambio, el Secretario del Tesoro yanqui había dicho que su gobierno podría dar un crédito directo para ayudar a Milei.

Conservar aliados estrechísimos es fundamental en la estrategia trumpista de tratar de evitar que continúe la decadencia de la hegemonía norteamericana, lo que incluye reforzar su control histórico de América Latina. Argentina es el único país grande que le queda con un presidente obsecuente. También lo son los de Paraguay, Ecuador, El Salvador y algunos pequeños Estados caribeños; pero ya no puede contar con México, Colombia (que acaba de cortar casi sus vínculos militares con los EEUU, tras sus provocaciones navales en el Caribe y otras, a pesar de ser hasta aliado extra-OTAN), ni Brasil. Hasta Perú le juega a dos puntas, con un gobierno de ultraderecha (con mucho menos del 10% de apoyo popular, tanto el ejecutivo como el Congreso), pero inaugurando el mayor puerto chino de la región.

Cuando abrieran los mercados el lunes 22, con probable aceleración de la corrida; necesitaban algún factor de confianza (dado que EEUU demoraba las señales de apoyo) y acordaron, con un puñado de agroexportadoras, extranjeras en su mayoría; la maniobra de eliminar temporalmente las retenciones, resignando el ingreso de más de 1500 millones de dólares a las arcas fiscales, a cambio de una rápida liquidación de 7000. Ingenuamente, cuando se anunció la medida sobre las retenciones, muchos productores agropecuarios celebraron. Pero en menos de tres días, con la medida finalizando (en la super insólita situación de un país eliminando un impuesto y reimplantándolo, en ese plazo tan exiguo); quedó clarísimo que esas poquísimas firmas - de por sí, beneficiarias permanentes de privilegios en la economía del país – fueron las únicas que se aprovecharon, contado además con información privilegiada.

Por otra parte, los productores sojeros estadounidenses – que compiten con Argentina – pusieron el grito en el cielo, porque esa medida (justo cuando Trump anunciaba ayudas a Milei), abarató temporalmente la soja argentina en desmedro de la suya. Para colmo, la estatal china COFCO fue la que más se benefició entre las cerealeras, al ser la que más declaraciones juradas de venta presentó. EEUU presionó a Milei para que la cortara y fue uno de los factores que moldeó la forma de esta estafa a los productores y al país.

Milei podría tranquilamente abortar la corrida, reimplantando controles cambiarios (a los que llaman "cepo", para desprestigiarlos), o devaluando; sin hacerse aún más dependiente del gobierno norteamericano ni regalar más millones de dólares a las cerealeras. Pero esas opciones – en la mentalidad y en el relato del oficialismo – están completamente descartadas antes de las elecciones del 26 de octubre (para nada al día siguiente), porque le podría afectar el voto de los que están disfrutando de la "plata dulce" o de los que le creen la fábula de que la (relativa) baja de la inflación es por los recortes al Estado y no por la recesión y por pisar al dólar y los salarios. Por todo ello busca enloquecidamente otros atajos, para llegar al 26 sin una catástrofe todavía mayor a su imagen. Aún así, lo que está descartado es admitir abiertamente que ponen controles. Pero, de hecho, hace varios días que lo van haciendo, disimuladamente. 

Es decir, el "libertario" Milei está volviendo a "poner el cepo" (como en 2019 lo hizo, más abiertamente, Macri, otro de los que renegaban de estas medidas "populistas"). Ni hablar de lo que significa para las finanzas públicas resignar de un saque 1500 millones de dólares, encima mientras se pregona el carácter sacrosanto del equilibrio fiscal.

La forma más concreta – hasta ahora – del respaldo del gobierno de Trump a Milei fue un tweet. Eso sí, no simplemente en el espacio virtual, sino impreso y metido en una carpeta que el peluca rubio le entregó al peluca morocho.

Se habla de varios mecanismos (swaps de monedas, compra de bonos argentinos, etc.) que podrían materializar esa declaración de amor, por ahora meramente poética. Rondaría los 20 mil millones, pero todo indica que esperarán primero al resultado de las elecciones de octubre (mientras que Milei los precisa ahora, justamente para intentar restablecer credibilidad y mejorar sus chances electorales). Pero EEUU ve que Milei está de últimas, y sólo les puede servir para concretar algunos de los cambios en NUESTRA economía que a ELLOS les interesan, si restablece acuerdos con gobernadores y PRO. Es lo principal que le exigen POR AHORA.

La titular del FMI lo dijo clarito: "Lo que queremos es ver a la Argentina manteniendo un rumbo hacia la estabilización de la macro y sosteniendo buenas políticas durante un tiempo suficiente para que luego sean irreversibles".

El gobierno de Milei, al que se le suman ahora escándalos sumamente visibles por corrupción, candidatos abiertamente narcos, y despertar por parte de crecientes sectores sociales, de la verdadera naturaleza de su política, difícilmente pueda aspirar a la reelección; pero lo que los EEUU quieren es que este cuarto soldado (soldado de los intereses de ese país, para nada de los del pueblo argentino que lo eligió), cumpla algunas de las entregas que les interesan antes de quedar, entonces sí, como definitivamente descartable, en 2027.

Para después, ya están entrenando a otros soldados de ocupación: ¿Pullaro? ¿Llaryola?, veremos…