Argentina, un país colonizado

29.05.2025

Por Ricardo Auer

Según la Real Academia "colonizar" significa ocupar, invadir, conquistar, someter, dominar, oprimir. En nuestras mentes el término "colonia" quedó grabado como el control total (político, económico y militar) de una potencia sobre un país o un territorio, generalmente alejado de su territorio. Sin embargo, el concepto debe necesariamente actualizarse en función de las doctrinas actuales, definidas por EEUU (guerra híbrida) o por China (guerra asimétrica o sin límites), con las que operan todos los países en sus relaciones para obtener ventajas favorables a sus intereses nacionales.

La guerra híbrida o irrestrictaes un tipo de conflicto que opera en todos los ámbitos de poder, más allá del militar y que combina diferentes métodos, para ejercer influencia, debilitar, desestabilizar y obtener ventajas. Su parte esencial, la guerra cognitiva, es definida por la NATO como "el arte de utilizar tecnologías para alterar la cognición de objetivos humanos, la mayoría de las veces sin su conocimiento y consentimiento".

Es usado para fragmentar y segmentar, ya que opera sobre los sentimientos para modificar la razón, y es tal su enmascaramiento, que nunca queda claro por y para quien opera. El milenario "divide y reinarás" siempre ha sido un arma letal para controlar a los otros; hoy esa tarea se realiza por medio de la Big Data, su analítica, los algoritmos, y el uso de las fake-news y la post-verdad, para polarizarnos y encerrarnos en diversas fracciones, lo cual complica un genuino debate democrático.

También se opera mediante la coerción económica o financiera y el control de élites que imponen doctrinas económicas, tecnológicas, culturales o cosmovisiones no siempre favorables a nuestro propio desarrollo. También incluyen acciones en los ámbitos de los recursos naturales o energéticos, las drogas, el contrabando, la "ayuda" financiera, lo ambiental, el derecho internacional y otros. Los conflictos híbridos operan en zona grises e involucran a actores no estatales,a grupos ideológicos, profesionales y medios masivos de comunicación. Examinemos ahora la realidad actual en Argentina.

El milenario 'divide y reinarás' siempre ha sido un arma letal para controlar a los otros; hoy esa tarea se realiza por medio de la Big Data"

Sector financiero colapsado con deuda eterna y externa. El agente colonizador y único beneficiario es el sistema financiero (interno y externo) que vía el carrytrade y otras martingalas, obtienen ventajas extraordinarias con simples "pases mágicos" de cambios de monedas, manejos cuasi anónimos de criptoactivos y compra de bonos. Obtienen enormes ganancias con bajo riesgo, sin producir nada.

El sector industrial está colapsado por la tenaza de un dólar barato e impuestos diversos que lo vuelven poco competitivo. Desde hace varias décadas la producción industrial fue disminuyendo en volumen, además de extranjerizarse. Los agentes colonizadores internos fueron economistas y políticos locales, de todo signo, con erróneas concepciones socio-económicas y sin criterios estratégicos. El colonizador externo es su principal beneficiario: la industria extranjera (china y otras) y subsidiariamente, el sector importador.

El productor agropecuario, está resistiendo el colapso (aunque hubo suspensiones de pagos) pero perjudicado por una combinación de dólar barato y retenciones desfavorables, excepto para la soja. Colonizadodesde mucho antes por las grandes exportadoras, fijadoras de los precios internacionales y controladoras del flujo de las commodities agrícolas.

El sector minero aporta muy poco en impuestos o regalías, pese a tantas riquezas extraídas de nuestro suelo; paga migajas a través del canon minero provincial. Está colonizado por las grandes empresas globales del sector, que manipulan los convenios internos, mientras sus exportaciones son poco controladas y eluden contribuciones impositivas.

El sector energético está colonizado por unas pocas grandes empresas que, si bien invierten realmente en explorar y extraer, están sólo interesadas en exportar a precios internacionales para maximizar sus ganancias. Todos los países petroleros tienen precios inferiores en su mercado interno para favorecer su desarrollo industrial.

El sector comercial interno está colapsado por una amplia recesión del consumo popular. El agente colonizador es el gobierno actual, que quiere demostrar electoralmente la viabilidad de su política anarco-libertaria de baja inflación, solo para intentar ser favorecidos en las próximas elecciones parlamentarias.

La justicia federal se halla embarrada por múltiples sospechas de favoritismos, corrupción y arreglos espurios. Los agentes colonizadores son un conjunto, minoritario, pero muy influyente, de jueces y lobistas del sistema colonial que manejan una amplia cartera de clientes de cuello blanco, de origen empresario, sindical, político y hasta del crimen organizado.

La seguridad ciudadana está colapsada en varios territorios del país y va en ese camino en otros, colonizada por el crimen organizado (narco y otros), que cuenta con tentáculos en la política, las finanzas, y la justicia. En general, tenemos un Estado poco eficiente, colonizado desde hace décadas por diversas tribus sectoriales.

La identidad y la cultura nacional se hallan transitando una mediocridad profunda, producto de su colonización ideológica, donde el prestigio pierde valor frente a lo popular; los valores morales son inferiores a la billetera del mercado; el ser es inferior al poseer; se mercantiliza hasta los sentimientos más nobles; el esfuerzo y la educación se desvalorizan frente a la plata dulce y rápida del narcomenudeo; la prostitución infantil hasta sería aceptadasocialmente como "salida laboral" de familias muy pobres.

La educación pública está debilitada estructuralmente pese a su importancia a largo plazo; colonizada por su fraccionamiento federal, cuestiones políticas y gremiales de segundo orden y la falta de presupuesto apropiado.

La actual política exterior es opuesta a los intereses de la soberanía nacional. Los alineamientos automáticos son la prueba de una colonización que se anuncia con bombos y platillos. Los discursos reconociendo alguna supuesta autonomía a los kelpers es un síntoma claro de cipayismo, antipatriótico y antipopular. Haber permitido, desde hace décadas que todos los juicios por empréstitos tengan jurisdicción extranjera, es otra evidencia de nuestra colonización.

La política interior se halla colonizada por los "ingenieros del caos", que vía la guerra cognitiva han completado y perfeccionado el fraccionamiento social y el político, lo cual impide un democrático intercambio de ideas, ya que los actuales operadores y trolls mileistas han logrado crear un "emotivo" clima deodio. El plan estratégico del "Mago de la Rosada" es la fragmentación extrema, porque la LLA no aspira a ser un proyecto de mayorías; le es suficiente con ser la primera minoría identitaria e intensa, para seguir colonizando un sistema político roto, lleno de miedos y sin alternativas.

Resumiendo, tenemos un sistema colonial que administra desde hace tiempo nuestro país y permite que toda esta miserable situación continúe sine die.

Los actores responsables de esta decadencia nacional que conforman este sistema colonial son:

1. los ideólogos libertarios o los estatizadores seriales;
2. la alta dirigencia, beneficiaria económica colateral de los colonizadores;
3. los ideólogos y operadores de la guerra cognitiva;
4. los políticos que apoyan discreta o abiertamente a los colonizadores;
5. los políticos gatopardistas, que se hacen los distraídos de esta declinación nacional, ocupados siempre en declamar urbi et orbi una acartonada política progresista, a veces nacionalista o de justicia social, pero sinhacer nada concreto para modificarla;
6. los incentivados mercaderes de algunos medios de comunicación y redes sociales que ejecutan las órdenes de los ideólogos de la guerra cognitiva;
7.algunos actores sociales que piensan exclusivamente en su sector, y que creen, erróneamente, que pueden salvarse solos;
8. ciudadanos bienintencionados y apolíticos, que son manipulados emocionalmente, para bloquearles la necesidad de un análisis racional, riguroso, político y estratégico, sobre lo que realmente está ocurriendo en Argentina; tal vez atrapado por demasiada ideología o por perjuicios sociales.

Los argentinos necesitamos cambiar este rumbo de colisión que nos lleva al desastre. No me refiero sólo al gobierno actual, sino también a sus antecesores inmediatos, que, obnubilados por sus intereses personales, familiares o de pertenencia grupal o social, no supieron enderezar el rumbo de una Argentina en permanente declive y aun pretenden actuar de partenaire en sucesivas farsas electorales.

Para dejar atrás esta triste realidad, Argentina necesita transformarse en una Nación libre y soberana, apartando las piedras del camino, los liderazgos perimidos, y las exóticas aventuras mesiánicas del cipayismo. Una propuesta descolonizadora, creíble y popularmente aceptable, sólo puede tener el rumbo de defender los intereses nacionales y la justicia social, mediante un modelo fuertemente industrialista que retroalimente a los sectores de servicios y creador de empleo de calidad.

Todo ello necesitará más educación y desarrollo científico tecnológico. Es el camino hacia una Argentina con fuerte identidad y con la potencia de su gente, que quiere progresar y desarrollarse en serio, que se construye políticamente con cuadros político técnicos con ficha limpia aprobada y que tengan conocimiento y experiencia en los temas que manejan, además de conocer las técnicas modernas de la comunicación masiva.

Fuente:

https://recursoshumanostdf.ar/contenido/41001/argentina-un-pais-colonizado