El campo estalló contra Sturzenegger por el ajuste al INTA

El campo salió con los tapones de punta contra el plan de Sturzenegger para recortar el INTA. "Cada peso invertido se multiplica por 11", retrucaron.
La relación entre el Gobierno nacional y el campo entró en zona de turbulencia. La Mesa de Enlace salió a cuestionar duramente la propuesta del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien anunció una reforma integral del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) que implicaría fuertes recortes, cambios en la conducción y pérdida de autonomía institucional.
"¿Qué hace el INTA?", lanzó Sturzenegger en una entrevista reciente, mientras criticaba que el organismo tiene "6000 empleados, 3000 vehículos" y consume un presupuesto que "equivale a la mitad de las retenciones al maíz". Para el funcionario, el Instituto necesita "un rediseño integral" y propone eliminar su directorio —compuesto por entidades públicas y privadas del agro— para concentrar las decisiones en el Ejecutivo.
Señales de ruptura entre el Gobierno y la Mesa de Enlace
La respuesta del campo no tardó en llegar. A través de un comunicado, las entidades que integran la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias (CEEA) remarcaron que si bien "son necesarias algunas modificaciones para construir un INTA más eficiente y moderno", rechazan de plano tres aspectos centrales del plan oficial: el intento de terminar con la autarquía, la alteración de su esquema de gobernanza y la disolución de los centros regionales.
"Los productores necesitan un INTA con amplia territorialidad, que promueva el desarrollo agropecuario en todo el país. Cualquier medida que atente contra eso perjudica a todo el sector", remarcaron.
Desde Córdoba, los trabajadores del INTA salieron al cruce
Los cuestionamientos también llegaron desde dentro del organismo. En un informe elaborado por la Estación Experimental Agropecuaria INTA Marcos Juárez, los técnicos e investigadores defendieron el trabajo territorial y la transferencia tecnológica que realiza el organismo, clave para la competitividad y sustentabilidad del agro argentino.
"La financiación del INTA proviene de un porcentaje de la Tasa de Estadística a las Importaciones y es asignada públicamente por el Congreso Nacional. No debe verse como un gasto público, sino como una inversión", argumentaron, y citaron un informe oficial del 2023 que muestra que cada peso invertido en el INTA genera un retorno de 11 pesos.
Además, calificaron de "erradas" las declaraciones del ministro y apuntaron que su mirada demuestra un "desconocimiento del sector agropecuario", al minimizar el rol del agro en la generación de empleo. "Más de 4 millones de personas trabajan directa o indirectamente en el sector", afirmaron.
EL MINISTRO STURZENEGGER Y EL DESGUACE DEL INTA
En el Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas, realizado en la city porteña el 13 de mayo de este año, Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado, preguntó a la audiencia si sabían qué hacía el INTA con una planta de 6.000 personas, 3.000 vehículos y un presupuesto de 400 mil millones de pesos.
El lugar y la audiencia para formular esta pregunta retórica no fueron elegidos al azar: se trataba de un público ajeno o alejado culturalmente del campo y sus problemáticas, y que probablemente supiera poco sobre la labor del INTA.
El ministro Sturzenegger debería haber aclarado que esas 6.000 personas —personal profesional, técnico y de apoyo altamente calificado— se distribuyen a lo largo y ancho del país, desde Tierra del Fuego hasta Jujuy, en 53 estaciones experimentales, 6 centros de investigación y unas 258 agencias de extensión rural, ubicadas en los lugares más alejados y menos poblados del país. En estos sitios, los técnicos de la institución brindan asistencia y asesoramiento a los productores que desarrollan una actividad económica sumamente relevante para la Argentina.
También debería haber dicho que el INTA es un organismo federal gobernado por las instituciones del agro. Las organizaciones de la Mesa de Enlace y la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA) son los principales integrantes del Consejo Directivo Nacional, donde también están representadas las facultades de agronomía y veterinaria, así como el Poder Ejecutivo Nacional.
Además, el ministro omitió mencionar que, durante casi 70 años, el INTA se ha adecuado a las cambiantes necesidades de los agroecosistemas. Actualmente cuenta con un presupuesto de 223 mil millones de pesos —no 400 mil—, y que compensa ese presupuesto con subsidios internacionales y convenios con empresas privadas produciendo tecnología de alto impacto local, regional, nacional y exportando conocimiento.
Podría haber señalado que tecnologías como la siembra directa, el almacenamiento de granos en silo bolsa, el mejoramiento genético de variedades de granos, oleaginosas, especies frutícolas, hortícolas, forrajeras y cultivos forestales e industriales con técnicas avanzadas, incluyendo la edición génica, son logros del INTA. También que la institución es responsable de la evaluación genética de las principales razas bovinas y ovinas del país, y que, junto al sector privado, ha desarrollado innovaciones en maquinaria agrícola —especialmente en agricultura y ganadería de precisión—, creando prototipos que hoy exportan empresas nacionales. Podría haber agregado que el INTA desarrolló vacunas para enfermedades que causan grandes pérdidas en ganadería como la "tristeza", E. coli enterohemorrágica, "rabia paresiante", la enfermedad de Gumboro en aves, o que creó un kit de diagnóstico único en el mundo para detectar el mal del Río Cuarto, la principal enfermedad del maíz, y que decodificó el genoma de la "chicharrita", el vector de esa enfermedad, en tiempo record. O tal vez podría haber contado que INTA desarrolló un centro de controladores biológicos de plagas frutícolas, que le permitió a los productores y empresas ahorrar millones en costos de aplicación de insecticidas. También que sus estudios de análisis de ciclo de vida y balance de carbono que hizo el INTA permitieron demostrar en los mercados internacionales que los granos y la carne argentina se producen con un bajo impacto ambiental. Y así podríamos seguir... e imaginar el alcance de estas tecnologías, es decir, la tecnología desarrollada por el INTA está presenta en la mayoría de la superficie dedicada a la producción agropecuarias del país.
El ministro también debería haber informado que el 70 % del parque automotor del INTA se encuentra fuera de servicio. Hay vehículos con más de 20 años inventariados, cuya situación no puede resolverse por las restricciones y la burocracia de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, que actúa con celeridad para vender edificios del INTA, pero no para resolver este tipo de necesidades. Aquí podría haberse destacado que los vehículos son una herramienta vital en el trabajo de agrónomos, veterinarios, zootecnistas, forestales, biólogos, economistas y otros profesionales que deben trasladarse a lo largo de un país vasto y despoblado, donde el 45 % de la población reside en CABA y el conurbano bonaerense.
En una entrevista posterior, realizada el 26 de mayo en un canal de noticias, Sturzenegger volvió a mostrar su desconocimiento sobre el INTA, afirmando que su presupuesto equivalía a la mitad de los derechos de exportación (retenciones) del maíz. Aquí corresponde otra aclaración: según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Rosario para 2025, la recaudación por retenciones de los principales complejos agroindustriales sería de 9.370.410 millones de pesos (8.386 millones de dólares al cambio oficial), mientras que el presupuesto del INTA asciende a 224.357 millones de pesos (193,4 millones de dólares), lo que representa apenas el 16 % de las retenciones del maíz y el 2,3 % del total recaudado por el sector agropecuario.
Una vez más, el ministro demuestra un desconocimiento alarmante de las cifras del sector agropecuario y del presupuesto del INTA. Esto es grave, porque si no se maneja información correcta, difícilmente se pueden tomar buenas decisiones. Esa es una forma de verlo. Otra, algo más "conspiranoica", debemos admitirlo, es suponer que el ministro miente deliberadamente para obtener la licencia social que le permita avanzar en el desmantelamiento del INTA y otros organismos de ciencia y técnica. Una postura demasiado superficial para alguien con semejante nivel de responsabilidad.
El INTA es una institución de prestigio internacional, con aportes tangibles al desarrollo agropecuario de los territorios, aunque quizá menos visible para una sociedad tan urbanizada como la nuestra. Sin embargo, está presente en la mesa de los argentinos cuatro veces al día: en el desayuno, el almuerzo, la merienda y la cena.
El INTA no es perfecto, y afirmar que necesita modernizarse es una verdad de perogrullo. ¡Por supuesto que eso forma parte del trabajo! Lo que no dice el ministro es que su propuesta "moderna" implica quitarle la autarquía, reducir la participación del sector privado en la toma de decisiones (recordemos que hoy ese sector tiene mayoría en el Consejo Directivo), despedir personal sin criterio, cerrar agencias de extensión, vender tierras y nombrar políticamente a los gerentes del organismo... Nada más alejado de la meritocracia, a la que tanto aludió durante su paso por otra fuerza política.
PERSONAL JUBILADO DEL INTA
Carlos Alberto Alemany Jorge Carlos Magdalena Celso Gabriel Giraudo
DNI. 8.308.002 DNI. 13.724.052 DNI. 6.657.683
Susana Graciela Lo Cascio Juan Carlos Bustos Jorge Arrigo
DNI. 12.949.617 DNI 6.815.255 DNI. 8.286.933
Mario Luis Enrique Carlos Ramiro Peralta Verónica Rush
DNI. 8.435.657 DNI. 18.759.572 DNI. 14.117.588
Rosa. M D Alessio-Valverde Daniel Pedro Miñón Juan Carlos García Vinent
DNI. 4.556.176 DNI. 8.412.993 DNI. 8.216.088
Javier Alejandro Ayesa Marcelo Carlos Suarez Héctor H. Fernández
DNI. 10.506.701 DNI. 10.409.285 DNI.10.770.754
Juan Gustavo Adolfo Basil Humberto Moraga Carlos Robles
DNI. 12.075.293 DNI. 8.215.693 DNI. 11.370.564
Fermín Vicente Olaechea Pablo Laclau Guillermo L. Siffredi
DNI 7.802.035 DNI. 13.245.788 DNI.10.462.326
Rafael Pablo De Rossi Raúl Agamennoni Raúl Matarazzo
DNI. 11.981.305 DNI. 5.505.059 DNI. 5.488.514
Julio Rivas Donaldo Eduardo Bran Enrique Sanchez
DNI. 11.341.326 DNI. 11.357.578 DNI. 11.113.571
Adolfo Sarmiento Leonardo Gallo Fabiana Beatriz Giusto
DNI. 11.428.957 DNI. 11.895.957 DNI. 14.062.318
Néstor O. Elissalde Jorge Salomone Viviana Nakamatsu
DNI. 7.820.346 DNI. 11.159.695 DNI. 11.449.418
Innovación en soja, trigo, ganadería y tecnología aplicada
En el mismo documento, los investigadores detallaron los aportes del INTA en distintos rubros:
- En soja, evalúan más de 120 genotipos en 70 ambientes, y trabajan con 12 empresas privadas para desarrollar variedades no transgénicas con alto contenido proteico.
- En trigo, desarrollaron 14 cultivares en los últimos seis años y avanzan con redes de ensayos y control de enfermedades.
- Destacaron también su rol en la innovación que permitió el desarrollo del Trigo HB4 tolerante a sequía, creado por la científica del CONICET Raquel Chan y comercializado por Bioceres.
- Además, promueven proyectos de sanidad animal, desarrollo porcino y bovino, y mejoras en la producción agroindustrial exportable.
Un organismo clave bajo la lupa
Mientras el Gobierno impulsa una política de fuerte ajuste sobre organismos públicos, el intento de desguace del INTA abrió una grieta inesperada con el campo, uno de los sectores que más había acompañado el inicio de la gestión libertaria, incluso tolerando el regreso de retenciones.
Pero esta vez, el recorte tocó una fibra sensible: el INTA es visto por el agro como una herramienta clave para el desarrollo productivo y la innovación, y la avanzada oficial enciende alarmas no solo por el futuro del Instituto, sino también por el modelo agropecuario nacional.
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