El Gobierno canceló una reunión clave por Malvinas mientras refuerza la alianza militar con EEUU

08.10.2025

Por Cecilia Degl'Innocenti 

Cancillería suspendió la reunión del Consejo Nacional de Asesores en los Asuntos Relativos a las Islas Malvinas a menos de diez horas de su inicio. El encuentro, que convoca a representantes del arco político nacional y subnacional, fue pospuesto sin nueva fecha confirmada y no pasó desapercibido pese a que coincidió con un momento crucial para el Gobierno: la discusión de la letra chica del acuerdo con Estados Unidos para aliviar la presión electoral de cara al 26 de octubre. Como telón de fondo, ocurrió en sintonía con los últimos avances del alineamiento del gobierno libertario con Estados Unidos en materia económica, nuclear y militar.

Según supo PERFIL, el cónclave federal por Malvinas—donde anualmente se debaten políticas de estado para "contribuir al ejercicio pleno de la soberanía" del archipiélago— se suspendió abruptamente por "cuestiones de agenda impostergable". Tanto que varios de los asistentes no llegaron a cancelar sus vuelos a Buenos Aires para acudir a la reunión que se lleva a cabo anualmente en el Palacio San Martín, según lo dispuesto por la Ley 27.558 sancionada en 2014.

Ese día, el canciller Gerardo Werthein, anfitrión del encuentro como representante del gobierno nacional, estaba en Washington. Lo "impostergable", en rigor, fue una reunión con Jamieson Greer —titular de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR)—, un actor clave del gobierno de Donald Trump en plena negociación por el "salvataje" financiero promovido por el amigo de Luis Caputo, Scott Bessent.

En ese contexto, la cita por Malvinas, que había sido reprogramada para el 30 de septiembre, volvió a ser postergada de manera indefinida. Desde el entorno de uno de los convocados al Consejo, expresaron malestar por la forma en que se manejó la suspensión.

"La cancelaron diez horas antes. Ya es la segunda vez que la posponen con fecha establecida. Llevamos más de 400 días sin sesión. No están cumpliendo la ley", se quejó un alto funcionario subnacional en diálogo con PERFIL. La última vez que el Consejo se reunió fue en 2024, con Diana Mondino aún a cargo de la Cancillería. "Después de lo de ayer, ¿qué podemos esperar? Todo queda por fuera de la lógica", sentenció, en relación al recital de Javier Milei en el Movistar Arena que llamó la atención de la prensa mundial en medio del cuello de botella económico y social.

Malvinas, por tanto, no es una prioridad. Tampoco las consecuencias que podrían tener los "gestos diplomáticos" en contra de aliados tradicionales en foros internacionales. Al igual que el resto del gabinete, Werthein, el designado por Casa Rosada para profundizar el giro "comercial" de la diplomacia argentina, estuvo enfocado en la prioridad del gobierno: la supervivencia de La Libertad Avanza como fórmula electoral viable. Y la llave del apoyo internacional, cuyo costo aún se desconoce, está en manos de Washington.

En tanto, el canciller se convirtió en un alfil del Gobierno en suelo norteamericano: no solo gestionó la bilateral con Trump (pautada para el próximo 14 de octubre) sino que, anteriormente, se reunió en abril con Howard Lutnick, secretario de Comercio estadounidense, para intentar negociar los aranceles que impuso Donald Trump a la Argentina; y luego en junio, con el subsecretario de Estado, Cristopher Landau.

G77 + China, el respaldo internacional que Argentina ignoró

No obstante, la suspensión de la reunión no fue el único gesto que tensó el frente diplomático. También generó críticas dentro del cuerpo diplomático la omisión del comunicado emitido por el Grupo de los 77 + China, que nuclea a más de 130 países del Sur Global. En el marco del 60° aniversario de la Resolución 2065 de la ONU —que reconoce el conflicto de soberanía entre Argentina y el Reino Unido—, uno de los mayores triunfos diplomáticos de la política exterior argentina, el bloque reiteró su apoyo a la posición argentina en la reunión que mantuvieron los cancilleres en Nueva York.

El texto reafirma el principio de integridad territorial, sostiene que las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur forman parte del territorio continental argentino y le deben ser restituidas. Pero además, condena la explotación ilegal de los recursos naturales del Atlántico Sur, especialmente de hidrocarburos en áreas como la Cuenca León Marino, cuya explotación a manos de una petrolera israelí-británica motivó una queja tardía de la cartera de Exteriores. También respalda el derecho de Argentina a "emprender acciones legales" por estos actos, en línea con el derecho internacional.

A pesar del peso político y simbólico del respaldo, el Gobierno no emitió comunicación oficial al respecto, a diferencia de años anteriores. La omisión generó ruido en el círculo diplomático: para algunos, fue una muestra más de la desidia del gobierno de Milei respecto a la Cuestión Malvinas; mientras que para otros, más cercanos a la posición libertaria, no fue un asunto relevante. "Con chillar para adentro se pierde tiempo", reconoció a este medio un veterano diplomático con presencia en el Palacio San Martín.

Alineamiento militar: radar presión en Defensa

Mientras se desdibuja el frente diplomático en el Atlántico Sur, Argentina profundiza su alianza militar con Estados Unidos, cuyo gobierno cristalizó -sin disimulo- la competencia estratégica con China en la región, tal como demostraron, entre otros funcionarios, el flamante embajador estadounidense en Argentina, Peter Lamelas. La estrategia no es nueva, pero sí se acelera bajo la actual gestión. La firma del programa FIRST en el área nuclear, sumado al desmantelamiento del mapa nuclear argentino en función del "Plan Nuclear" de Demian Reidel y Javier Milei; sumado al ingreso de tropas extranjeras mediante el Decreto 697/2025, que autorizó la "Operación Tridente" sin el aval del Congreso, son las dos muestras más contundentes de esta nueva orientación.

La autorización provocó un rechazo transversal, especialmente en suelo fueguino. El intendente de Ushuaia fue tajante: "No vamos a entregar nuestra soberanía", publicó en X, haciéndose eco del malestar social que derivó en protestas que se viralizaron en las redes. También se pronunciaron en contra las senadoras provinciales Cristina López y María Eugenia Duré. Desde sectores del peronismo interpretan que esta autorización es parte de las condicionalidades impuestas por el Tesoro de EE.UU. como parte del eventual acuerdo de financiamiento a Milei.

A las maniobras militares se suma otro frente sensible: la creciente presión para mantener activo el radar espacial que la empresa Leolabs, de capitales irlandeses y británicos, instaló en la localidad de Tolhuin, en la isla grande de Tierra del Fuego. La compañía estadounidense ya advirtió que "podría relocalizar su inversión si no recibe garantías de continuidad", según publicó La Nación.

La situación, en tanto, reaviva viejas polémicas sobre soberanía tecnológica que involucra la competencia entre chinos y estadounidenses por la hegemonía regional. La diferencia es que el radar estadounidense, impulsado bajo la gestión de Alberto Fernández, a operaría en una zona sensible para la defensa nacional. Al menos así lo manifestó en su momento el Ministerio de Defensa, a cargo de Jorge Taiana, quien puso el grito en el cielo y frenó su instalación hasta la actualidad mediante una medida judicial. Un año después de la gestión, Leolabs anunció un acuerdo de intercambio de inteligencia con el Ministerio de Defensa británico, lo que generó aún más suspicacia en buena parte del arco político. La reactivación, en tanto, es una de las condiciones del apoyo estadounidense, tal como manifestó el jefe del Comando Sur, Alvin Holsey, en su última visita a Ushuaia.

La polémica por un evento de la UNDEF con académicos británicos

Por extensión, el alineamiento de la Argentina libertaria con Estados Unidos pone en jaque la relación con su histórico aliado: el Reino Unido. Esta semana se conoció que el Ministerio de Defensa organizará una jornada académica con académicos británicos en la Universidad Nacional de la Defensa, "en colaboración con el Ministerio de Defensa de Reino Unido".

La actividad, titulada "Perspectivas y lecciones del conflicto en Ucrania", fue convocada a través de un mail interno a docentes universitarios, no fue difundida por canales oficiales y generó un aluvión de críticas de la mano de Guillermo Carmona, exdiputado y Secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur durante el albertismo. "Es un hecho gravísimo que es prueba del grado de funcionalidad del gobierno de Milei a Gran Bretaña", sostuvo en una noticia del portal Atlantico Sur que circuló intensamente en la red social X.

Ante la consulta de PERFIL, el Ministerio de Defensa explicó que la charla, originalmente prevista para 2024, fue reprogramada y tendrá lugar este jueves en CABA, "no involucra a la embajada británica". "Se trata de una delegación de expertos británicos que vienen a hablar sobre la guerra en Ucrania. Es una charla académica más", indicaron fuentes cercanas a Luis Petri.

Más allá del termómetro político en la arena digital, para sectores diplomáticos y militares que desconfían de la gestión libertaria este tipo de gestos constituyen señales del giro geopolítico: Argentina se posiciona cada vez más como "socio global de la OTAN", categoría que ya reconoce la Cancillería, y que establece vínculos estratégicos con la alianza militar liderada por EE.UU. y sus aliados. La presencia británica en las Malvinas y la histórica alianza entre Washington y Londres sugieren que cualquier operación en el Atlántico Sur no puede ser pensada al margen de este nuevo alineamiento.

Fuente:

https://recursoshumanostdf.ar/contenido/45678/el-gobierno-cancelo-una-reunion-clave-por-malvinas-mientras-refuerza-la-alianza-