Elecciones 2025: todas las bancas que ponen en juego Milei y el kirchnerismo en Diputados y el Senado

LLA arriesga muchos menos lugares y tiene ventaja de arranque para crecer en el Congreso. Qué pasa con los aliados, el peronismo K y los "del centro"
Las elecciones nacionales de octubre son centrales para el presidente Javier Milei porque la nueva conformación del Congreso marcará sus chances de avanzar con las reformas que se propone para la segunda mitad de su mandato. Se renovarán la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado y, tras el cierre de las alianzas, el Gobierno encuentra un terreno fértil para sumar bancas e incluso relegar al kirchnerismo en la correlación de fuerzas.
Con 127 bancas en juego en Diputados, La Libertad Avanza tiene la posibilidad de convertirse en la primera minoría del hemiciclo, sobre todo con las alianzas que cerró con el PRO y con gobernadores del extinto Juntos por el Cambio y que benefician a los libertarios en el armado de las listas. Además, arriesgan menos escaños que esos bloques ya aliados.
Hoy la primera minoría es Unión por la Patria -o Fuerza Patria, como dice el sello electoral- con 98 de los 257 diputados y La Libertad Avanza es la segunda con 36. Pero en las elecciones de octubre la bancada peronista/kirchnerista se juega casi la mitad de sus asientos en la Cámara baja.
Si bien el escenario seguiría fragmentado después de que asuman los nuevos diputados en diciembre, sin que ningún bloque alcance por sí solo la mayoría de 129, la primera minoría cuenta con una obvia ventaja a la hora de empujar proyectos y manejar la agenda, más si es la bancada del Gobierno.
Elecciones 2025: qué se juegan Javier Milei y el kirchnerismo en Diputados
Las derrotas parlamentarias que sufrió el Gobierno en las últimas semanas dejaron en claro que además mirar la cantidad de votos o el "color" del que se pintarán las provincias, el 26 de octubre por la noche el oficialismo tendrá que contar cuántas bancas sumó. Lo primero genera clima pero es lo segundo lo que realmente pesará de aquí a 2027.
Por ser una fuerza política nueva, La Libertad Avanza pone en juego apenas 8 de 39 bancas, mientras que Unión por la Patria se juega 46 de sus 98. Esto marca una diferencia que jugaría más en favor del oficialismo que de la oposición dura, aunque los bloques que más colaboraron con el Gobierno en este tiempo también entran en la cuenta.
La bancada del PRO que lidera Cristian Ritondo arriesga en este turno electoral 21 de sus 35 asientos en el recinto, mientras que la UCR que encabeza Rodrigo de Loredo expone 11 de sus 14. En proporción, estos bloques ponen en juego más que el kirchnerismo, pero los acuerdos que cerró el Gobierno para armar las listas le permiten a LLA ocupar varios de esos lugares que podrían "perder" sus aliados.
Son estas condiciones, sumadas a que prácticamente todas las encuestas pronostican un triunfo de La Libertad Avanza en octubre, las que abren el juego parlamentario a la posibilidad de que el gobierno de Milei se convierta en la primera minoría de la Cámara baja.
Por su parte, el bloque Encuentro Federal que encabeza Miguel Pichetto expone 7 de sus 15 y los radicales de Democracia para Siempre -alineados con Facundo Manes, Martín Lousteau y los más críticos al Gobierno- se juegan 9 de 12, casi todos, como le ocurre a la Coalición Cívica que ve vencer el mandato de 4 de sus 6 diputados.
Estos bloques, que ayudaron al Gobierno en la primera etapa -principalmente para aprobar la Ley Bases y mantener a salvo el "mega DNU" con el que Milei inauguró su gestión- se convirtieron en una oposición más dura este año y en varios casos unieron fuerzas con el peronismo K. La cantidad de escaños que pondrán en juego son otro dato favorable al oficialismo.
Gobernadores, independientes y monobloques aliados: las otras bancas que se renuevan Diputados
En tanto, el Frente de Izquierda arriesga 4 de sus 5 bancas, mientras que se vencen también los mandatos de muchos diputados que integran monobloques y bancadas provinciales alineadas casi todas con gobernadores que son independientes en las grandes pulseadas, que suelen oscilar entre el apoyo y el rechazo a las iniciativas del Gobierno en las votaciones, según la ocasión.
Por caso, se les vence el mandato a 3 de los 6 "radicales con peluca" del bloque Liga del Interior y a otros 3 de los 8 que integran Innovación Federal: uno de Río Negro, otro de Salta y otro de Misiones, cuyos gobernadores negocian ley por ley con la Casa Rosada.
El bloque Independencia que responde al gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, se juega 2 de sus 3 bancas; Futuro y Libertad tiene solo dos y renueva una (la del ex PRO santafesino Gabriel Chumpitaz), igual que Por Santa Cruz y Producción y Trabajo (San Juan).
Asimismo se vence el mandato de la tucumana Paula Omodeo, que tiene el monobloque Creo (afín al Gobierno), mismo caso que el santafesino Roberto Mirabella, el neuquino Osvaldo Lancafilo, el porteño Ricardo López Murphy, el fueguino Ricardo Garramuño y el santafesino Mario Barletta. Todos se abrieron del peronismo, el radicalismo y otras bancadas y tienen su propio espacio.
Milei, con todo para ganar en el Senado: qué pasa con el kirchnerismo, el PRO y la UCR
La situación del Senado también le abre una oportunidad a Milei de ganar músculo parlamentario. Aquí se renuevan 24 de las 72 bancas que componen el pleno, dado que el mandato es de seis años y solo eligen senadores ocho provincias: la Ciudad de Buenos Aires (CABA), Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Río Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. En cada una, la lista ganadora se lleva dos asientos y la restante va para el segundo puesto.
La principal ventaja para La Libertad Avanza es que sus 6 senadores entraron con el triunfo de Milei en 2023, por lo que no arriesga ninguna de esas bancas en la Cámara alta que preside Victoria Villarruel. La enemistad de Milei con su vice le da una motivación adicional al oficialismo, que tiene chances de ser
El interbloque Unión por la Patria, donde Cristina Kirchner todavía ejerce una importante influencia a pesar de su prisión domiciliaria, se juega 15 de sus 34 escaños: 2 en Chaco, otras 2 en Neuquén, en Río Negro, en Salta y en Tierra del Fuego y tres en Santiago del Estero (aunque en rigor esos senadores reportan al gobernador Gerardo Zamora).
Además arriesga el asiento que tiene en representación de CABA (el de Mariano Recalde, que busca ser reelecto) y uno más por Entre Ríos (de Stefanía Cora, la comporista que ingresó por el detenido Edargo Kueider).
En tanto, las alianzas que selló LLA en Chaco y Entre Ríos con los gobernadores Leandro Zdero y Rogelio Frigerio le dan la chance de compartir triunfos y repartirse bancas con los bloques de la UCR y del PRO, que se verían menguados respecto de su conformación actual.
La UCR se juega 4 de sus 13 escaños (entre ellos el del presidente del partido, Martín Lousteau, que se quedaría afuera en CABA) y el PRO 2 de 7, una de las cuales ya está perdida y en su propio distrito, donde aceptó dejarle la lista de senadores a LLA en el marco de la alianza que acordó Mauricio Macri con Karina Milei.
La última encuesta y el escenario que se abre en el Senado
En julio un sondeo de CB Consultora sobre estas ocho provincias arrojó un resultado que le otorgaba al oficialismo -junto a esos gobernadores- 15 de las 24 en disputa, con triunfos sorpresivos en Neuquén, Salta, Río Negro y Tierra del Fuego, donde compite contra las listas de los gobernadores. Unión por la Patria, a su vez, perdía 8 en la encuesta.
Los senadores de los partidos provinciales, ya sea alineados con los gobernadores o independientes, tienen un peso determinante en la Cámara alta y a varios se les vence el mandato este año, como es el caso de la neuquina Lucila Crexell, el salteño Juan Carlos Romero y la rionegrina Mónica Silva. La dos primeras son bancas que podrían teñirse de violeta después de las elecciones.
Con esos números Milei pasaría de contar con un bloque de 6 senadores a uno de entre 19 y 21, un salto sustantivo que se daría en detrimento de la bancada peronista/kirchnerista, que pasaría de contar 34 a 26. Este escenario parece optimista para el Gobierno pero si se concretara -todo está por verse- el Senado podría quedar trabado si la única forma de reunir el quórum 37 fuera que se pusieran de acuerdo el Gobierno y el peronismo.
Las elecciones de octubre moldearán un nuevo Congreso y en el gobierno de Javier Milei confían en que será más amigable que el actual, ya no logra controlar la agenda y tiene problemas para contener los avances de la oposición con leyes que el Presidente descarta por su impacto fiscal, en una pulseada permanente. El reparto de bancas en Diputados y el Senado será lo que realmente determinará el triunfo o la derrota del Gobierno.
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