Inteligencia sin agencia: el nuevo mapa del espionaje en Argentina

12.08.2025

Entrevista a Cristina Caamaño

Por Silvina Pachelo 

El decreto 614 de 2024 cayó como una bomba silenciosa en el corazón del Estado: la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) dejó de existir. Detrás del anuncio se abre un territorio inexplorado: ¿quién maneja ahora la inteligencia en Argentina?, ¿quién controla lo que se sabe y lo que se oculta?, ¿y qué riesgos trae esta transición en un país donde el poder de la información siempre fue un arma de doble filo? En diálogo con Cristina Caamaño, repasamos los antecedentes que llevaron a esta decisión histórica, el vacío —o la oportunidad— que deja la desaparición de la AFI y las tensiones entre seguridad, transparencia y control democrático. Una conversación que no esquiva la trama política, el rol del Congreso ni el desafío de repensar el Estado frente a un tablero internacional cada vez más impredecible.

--Con el decreto 614 de 2024 se disolvió la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y se reinstauró la Secretaría de Inteligencia (SIDE) ¿Cuál es el argumento para esta reestructuración y qué diferencia hay entre AFI y SIDE?

--Cuando se crea la AFI, en 2015, fue para dejar atrás todo lo sucio del espionaje ilegal que realizaba la SIDE. El cambio de nombre lo impulsó Cristina Fernández de Kirchner, quien puso al frente a Oscar Parrilli —como director— junto con Juan Martín Mena, con el fin de hacer una limpieza profunda. Esto sucedió en el contexto del suicidio de Nisman y los vínculos que se le conocieron con Stiuso. Después vino el gobierno de Macri, donde hubo mucho espionaje ilegal. Yo misma denuncié varios casos cuando asumí, en 2019, como interventora y, siguiendo las directivas de Alberto Fernández, la idea era "limpiar los sótanos de la democracia". Tanto la SIDE como la AFI durante el macrismo habían sido espacios muy contaminados. Una de las primeras medidas fue modificar el artículo 4 de la Ley de Inteligencia (25.520) para romper la promiscuidad entre el Poder Judicial y los agentes de inteligencia. Antes, cada juez tenía su "agente amigo" para encargos especiales, y eso no podía seguir. La reforma se hizo por decreto, porque estábamos en intervención y no pasó por el Congreso. Desde entonces nos enfocamos en lo que realmente le conviene al país: evitar cualquier acto terrorista. Ese es el primer objetivo de cualquier agencia de inteligencia, sobre todo en un país que ya sufrió dos atentados. En los '90, la SIDE se dedicaba a hacer encuestas políticas en las provincias, y así se eligió a Palito Ortega en Tucumán o a Marín en La Pampa, mientras sucedían los atentados. Eso no podía repetirse.

--¿Cuándo se creó la SIDE?

--Durante el primer gobierno de Perón, en 1946, como Secretaría de Informaciones del Estado. Luego, durante la última dictadura, Videla le cambió el nombre a Secretaría de Inteligencia del Estado. Le debemos muchos desaparecidos a esta SIDE: tuvo un papel fundamental en la persecución, el espionaje y las desapariciones durante ese período, y, con idas y vueltas, esas prácticas continuaron. Fue siempre un organismo muy irregular, muy permeable. En la época de Alfonsín, por ejemplo, uno de sus guardaespaldas, Raúl Guglielminetti, venía de la SIDE. Poner a un hombre de inteligencia de la última dictadura como custodio del primer presidente democrático marcaba esa promiscuidad institucional que no era casual. Cuando la SIDE pasó a ser AFI hubo avances, pero con el macrismo se produjo un retroceso importante, con casos como el espionaje a familiares del ARA San Juan y a figuras políticas, incluso del propio oficialismo y a miembros de su propia familia.

--¿Y qué tipo de trabajo hacían?

--Espiar. Era lo único que sabían hacer. No realizaban inteligencia estratégica, que es la función real de una agencia de inteligencia.

--En otros países, ¿estas agencias dependen siempre del gobierno de turno o son independientes?

--Todas dependen del presidente, que marca la línea. Pero en agencias serias existe una estructura estable, como una Secretaría de Planificación, que mantiene el rumbo más allá del cambio de gobierno. Conocí a varios jefes de inteligencia que llevaban más de 20 años en el cargo: sabían perfectamente cuál era el enemigo y la estrategia. La inteligencia internacional funciona como la diplomacia: hay intercambio de información. Si un país detecta que un terrorista de cierta nacionalidad está por entrar a tu territorio, avisa, y espera que uno haga lo mismo. Hay reciprocidad en los intercambios. Esas son relaciones profesionales, sin clientelismo político, y marcan la línea de cada país.

--¿La CIA interviene en la inteligencia de cada país?
--La CIA interviene en la inteligencia en la medida en que se lo permiten; siempre depende de cuán permeable es cada país y hasta dónde se deja influir. Algunas agencias intentan darte dinero o hacerte regalos que van más allá de la cortesía.

--¿Cómo se planifica un proyecto a largo plazo?
--Con objetivos claros sobre el cuidado, desarrollo y estrategias que querés llevar adelante. Imagínate: yo estuve dos años y medio intentando armar algo que perdurara, y después, ante el cambio de gestión, todo voló por el aire. En Argentina, planificar cuatro años es como planificar una vida.

--¿Cuál es la agencia de inteligencia más importante del mundo?
--Creo que, por la seriedad con que trabajan, la rusa.

--¿Qué más?
--Son metódicos, organizados y tienen muy claros sus objetivos. Las conversaciones son francas y directas sobre lo que quieren saber, y esperan lo mismo de la agencia de uno: que las preguntas sean concretas y haya reciprocidad. Están muy formados y abiertos a responder preguntas y dar capacitaciones.

--¿Y cuáles serían los motivos para ese filtrado?
--Creo que lo que motiva a alguien a intentar filtrarse es obtener información sobre lo que se hace y en qué se está trabajando; en síntesis, acceder a más información —secreta— y, a partir de ahí, poder ejercer otros controles, como el territorial, el informático, etc., con todo lo que eso implica.

--¿Cómo fue el plan de inteligencia estratégica que intentaron desarrollar?
--Desde el principio percibimos que los agentes traían información poco relevante, más cercana al chisme que a datos de inteligencia (o inteligentes). Ante eso, comenzamos a capacitarlos en los temas que más nos interesaban, con el fin de que esos informes pudieran servirle al presidente para tomar decisiones. Empezamos con recursos naturales: qué tenemos, qué pasaba en otros países, a quiénes podría interesarles, cómo manejarnos ante diferentes situaciones. Hicimos un mapa interactivo, que se podía seguir en tiempo real, para saber qué pasaba en nuestros mares en zonas estratégicas. Elaboramos informes sobre los componentes de nuestras tierras (minerales, tierras raras, etc.) y para qué servían; informes sobre zonas petroleras. Luego sumamos Relaciones Internacionales, además de Grupos Terroristas y Crimen Organizado. La idea era producir inteligencia sobre fenómenos que pudieran representar riesgos o amenazas a la seguridad y defensa del país, y, a la vez, incluir escenarios que representaran oportunidades para los intereses estratégicos de la nación. También elaborábamos un informe diario sobre la pandemia a nivel nacional e internacional; no te olvides que, a los tres meses de asumir, se desató el Covid-19.En definitiva, apuntamos a construir una Agencia Federal de Inteligencia especializada, moderna, orientada a la producción de información que permitiera identificar y ayudar a tomar decisiones trascendentes, brindando alertas con la mayor capacidad de anticipación posible para proteger los intereses que pudieran estar en riesgo.

--¿Qué diferencias ves entre la SIDE y la AFI?
--La SIDE no tiene continuidad ni un liderazgo sólido; es política, corrupción y armado de causas. Cuando llegué, la gente cobraba en sobres de papel, usaba nombres falsos y tenía miedo. Los directores utilizaban polígrafos para hostigar a los empleados y había casos de abuso sexual que no podían denunciarse. Entonces, bancaricé al personal, dejé los nombres falsos solo para casos de operaciones, suprimí los polígrafos y creé una oficina de género para acompañar a las víctimas, porque el ambiente era tremendo. La oficina de género fue una decisión para abordar situaciones de violencia y maltrato en una agencia donde nadie puede decir públicamente que trabaja ahí. Para ponerla en marcha firmamos un convenio con el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad e instamos al personal (la mayoría de los jefes eran hombres) a realizar capacitaciones para cumplir con la Ley Micaela. En poco tiempo, el equipo se transformó en una referencia para las agentes que sufrían maltrato. Incluso algunas iniciaron denuncias penales.

--¿La agencia era parte del lawfare?
--Sí. Los servicios de inteligencia formaban parte del lawfare, junto con sectores del Poder Judicial y los medios hegemónicos de comunicación. El lawfare es la persecución política a dirigentes populares. Antes se hacía con golpes de Estado; ahora, los grupos concentrados de poder se valen de la corporación judicial, los medios y las agencias de inteligencia. Recordemos, durante el macrismo, el espionaje ilegal a los familiares de los submarinistas del ARA San Juan o el video de la Operación Gestapo, donde varios ministros y agentes de inteligencia, reunidos en una oficina del Banco Provincia, se ponían de acuerdo para encarcelar a un sindicalista. Esas actividades ilegales demostraron la conducción partidaria de la AFI macrista, que se sirvió de una agencia de inteligencia civil para intereses ajenos a su misión exclusiva: la preservación de la seguridad interior, el orden constitucional y la defensa nacional. Quedó probado que se utilizaron recursos y herramientas estatales para espiar, hostigar y encarcelar indebidamente a quienes no se sometían a los dictados de una política partidista que gobernaba el Estado nacional y provincial.

--Sobre el DNU 656 de 2024, que aportaba 100.000 millones de pesos para gastos reservados, ¿qué motivó su rechazo en el Congreso y qué consecuencias tuvo?
--Supongo que fue porque no hay plata para educación ni para salud, y esa cantidad era excesiva para la AFI, sobre todo tratándose de gastos reservados. Cuando llegué a la agencia, el 99% de los gastos eran reservados, es decir, no se declaraba en qué se gastaba: podía ser para comprar biromes, café o para llevarte un sobre con dinero a tu casa; no se podía saber. Nuestra gestión bajó los gastos reservados al 9%; el resto se informó al Ministerio de Economía y se podía hacer un seguimiento desde la página del presupuesto nacional. Ahora se volvió a retroceder, porque todos los gastos son nuevamente reservados, lo que impide tener control sobre sumas significativas de dinero.

--¿Qué es un gasto reservado?
--Es un gasto que no tenés que liquidar ni rendir. Te lo otorga el presupuesto y lo usás en lo que quieras, sin justificar. Nosotros pusimos a la vista pública el 91% del presupuesto para que cualquier ciudadano pudiera ver en qué se gastaba, y dejamos solo el 9% como reservado para compras de equipos informáticos, algún viaje reservado y cosas así. Cuando llegamos era al revés: el 99% eran gastos reservados.

--En los últimos días se filtró un informe que acusa a la SIDE de espiar a opositores, agrupaciones políticas, jubilados, etc.
--Lo mismo que durante el gobierno de Macri: la regla es el espionaje ilegal, perseguir, espiar y hostigar a diferentes personas con el fin de armarles causas o denuncias en caso de que no hagan lo que el gobierno quiera. Esto lo vivimos con el espionaje ilegal a Cristina Fernández de Kirchner, cuando se descubrió un auto de la AFI parado frente al Instituto Patria, durante el gobierno de Macri; luego con el espionaje a los familiares del ARA San Juan y la Operación Gestapo; o el cableado en la cárcel de Ezeiza para escuchar a exfuncionarios presos. Ahora pasa lo mismo: están espiando a opositores políticos, agrupaciones de jubilados o discapacitados, y organizaciones sociales que no comulgan con este gobierno. Eso es grave por varios motivos: primero, porque se aparta a los agentes de sus funciones específicas (la inteligencia) y se los pone a hacer otra actividad que, además de ilegal, solo sirve para generar carpetazos. Se distorsiona el sentido y la función de una agencia de inteligencia. El hecho de que este gobierno vuelva a las prácticas deleznables del gobierno de Macri solo demuestra que no le interesa proteger al país, sino enterarse de las actividades de sus opositores.

Fuente:

https://www.pagina12.com.ar/848822-inteligencia-sin-agencia-el-nuevo-mapa-del-espionaje-en-arge