Jesús Huerta de Soto: el gurú del Presidente

16.05.2025
Foto:Cedoc
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El anarcocapitalista español, que inspira cada decisión de Milei, fue recibido con honores de prócer. Sus palos al Papa Francisco. 

Javier Milei tiene pocos ídolos vivos. Uno de ellos es español, viste traje cruzado y no grita. Se llama Jesús Huerta de Soto, es economista, anarcocapitalista y durante su paso por Argentina fue recibido en Buenos Aires con honores de prócer. No es una exageración: el Presidente lo vio cuatro veces en una semana, lo aplaudió, lo condecoró, le entregó un diploma, se le metió en un set de televisión como un fan y hasta lo condecoró en la Casa Rosada para cerrar el tour con un poco de mármol y gloria.

La relación entre ambos se mueve en un registro casi religioso. Milei lo trata como si fuera un cruce entre Moisés y San Martín. Huerta de Soto lo mira como un Mesías con motosierra.

Paso a paso. Primer acto: miércoles, de noche. Quinta de Olivos. Reunión privada, sin cámaras, sin discursos, sin catering visible. Participaron Milei, Huerta de Soto, la esposa del español y Philipp Bagus, un economista alemán y colaborador cercano del economista.

Al día siguiente, segundo acto. Estudio de televisión del canal América, Huerta de Soto en plena entrevista con Antonio Laje. Y de pronto, Milei. Entra sin anunciarse, se mete en el set, sonríe, lo abraza.

Tercer acto, unas horas después. Huerta de Soto recibe un doctorado Honoris Causa en la Escuela Superior de Economía y Administración de Empresas ESEADE), y quién mejor para entregarlo que su alumno estrella. Milei interrumpe la previa de un vuelo a Roma (funeral de Francisco mediante) para quedarse a hablar. Este gesto fue importante desde el punto de vista simbólico porque Huerta de Soto es un fuerte crítico del fallecido Papa Francisco, de quien decía que promovía una visión estatista del bienestar. Sostenía que el Papa no comprendía la economía de mercado y justificaba al Estado, al que él llama "la encarnación del Maligno".

Cuarto y último capítulo. Salón Blanco de la Casa Rosada. Milei, ya de regreso del Vaticano, lo distingue con la Orden de Mayo. La máxima condecoración que puede entregar el Estado argentino a un extranjero.

El flechazo entre ambos no nació en un congreso ni en un Zoom académico. Surgió, como muchas historias del siglo XXI, en YouTube. Fue entre 2009 y 2010, cuando Milei se devoraba las clases online del economista español, subidas por Fernando Díaz Villanueva, otro libertario de la web. En esas grabaciones, Huerta de Soto enseñaba sobre precios, propiedad y por qué el socialismo era una fantasía. Milei escuchaba y asentía. Al rato, ya estaba armado: una cosmovisión, un dogma, una cruzada.

Las ideas lo transformaron más que cualquier experiencia de vida. La evidencia está en los discursos, en sus posteos, en la dedicatoria manuscrita que el español le hizo en uno de sus libros, donde lo define como "líder de la libertad y modelo para el mundo". Milei la subió a sus redes, por supuesto. No era solo un elogio: era una bendición.

Desde entonces, la admiración fue mutua. Huerta de Soto también se subió al tren del mileísmo. Lo compara con Ludwig Erhard y el milagro alemán. Dice que Argentina está protagonizando una revolución ideológica sin precedentes. Lo dice sin ruborizarse y sin ponerle contexto. Milei, agradecido.

Ideario. La base de este amor no es la política, es la teoría. Ambos comparten una serie de dogmas que no se negocian ni se discuten: el déficit fiscal es pecado, los impuestos son saqueo, el Estado es un parásito, la educación pública una estafa, las pensiones una farsa y la justicia social un invento de resentidos.

Para Huerta de Soto, el Estado no solo es innecesario: es imposible. Milei lo reformula a su manera: el Estado es la causa de la decadencia argentina. La diferencia está en el tono. Uno lo dice como quien explica un teorema. El otro, como quien invoca a Conan desde la cima del atril. Esta afinidad conceptual es lo que transforma a la relación en algo más que una simpatía. Es una alianza. Milei se ve como ejecutor político de una teoría que encontró en Huerta de Soto un corpus cerrado, ordenado y listo para aplicar. Lo que en otros países es una utopía de nicho, en Argentina tiene decreto y firma presidencial.

Y Huerta de Soto, que en España es apenas una figura entre economistas, acá es tratado como un patriarca. Un guía. Un padre fundacional de la Nueva Argentina que, según él mismo, puede convertirse en potencia global si se mantiene firme el plan.

La admiración entre Milei y Huerta de Soto no es de ocasión. Es la columna vertebral de un experimento político inédito. Uno que mezcla teoría económica, fe libertaria y una voluntad de poder que no acepta matices. Argentina, laboratorio del anarcocapitalismo. Milei, su apóstol. Y Huerta de Soto, su profeta.

Fuente:

https://noticias.perfil.com/noticias/politica/jesus-huerta-de-soto-el-guru-del-presidente.phtml