La coima de tu hermana: crisis de los de arriba, oportunidad para los de abajo

Las últimas semanas fueron un dolor de cabeza para el gobierno. Muchos dicen que es el peor momento desde que asumió: las imágenes de los Milei siendo echados en distintas ciudades hablan por sí solas. ¿Podrá el gobierno sortear estas denuncias de corrupción? ¿Qué magnitud tiene esta crisis cada vez más grande y profunda? ¿Qué pasa con la oposición? ¿Qué pasa con los jóvenes que tenían confianza en el gobierno? ¿Qué opciones tenemos los que no queremos que se siga repitiendo la misma historia una y otra vez? Lo que queda claro es que al gobierno se lo puede enfrentar. Acá intentaremos hacer un análisis para la juventud de estos tiempos complejos.
Por Celeste O'Higgins
En los últimos días se puso en boca de todos el nombre del director de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo. Se volvió conocido por mostrar la red de corrupción que involucra directamente al "Jefe", Karina Milei, a Lule Menem, su asesor y empresarios de la droguería Suizo Argentina. Esto va directo al corazón del relato libertario. Los que llegaron para "ajustar a la casta", terminaron siendo igual de corruptos que los gobiernos que los antecedieron. No se puede negar que nos dejaron buenos memes, como la traición del inconsciente del presidente cuando dijo: "están molestos porque les estamos afanando los choreos" o el repudio que se expresó en las calles en las recorridas de los hermanos Milei y Martin Menem por Corrientes, y Junín, o el nivel de descontento que se vió en Lomas de Zamora que hasta Espert tuvo que irse en una moto sin casco. Lo que quedó demostrado es que a este gobierno se lo puede enfrentar y que la gente se está animando cada vez más a hacerlo. Así lo demostraron los trabajadores de Vassalli que echaron de la puerta de la fábrica a la senadora Florencia Arrieto, aliada de Patricia Bullrich.

Además, el gobierno viene de sufrir grandes reveses en el Congreso, dónde el sector de discapacidad después de mantenerse activo y organizado en las calles, logró que se caiga el veto a la Ley de Emergencia en discapacidad. Si no hubiese sido por los dos peronistas que se ausentaron para votar, se hubiese tirado abajo también el veto de la moratoria previsional y el aumento de las jubilaciones. Al Ministro de "Desguace de Estado", Federico Sturzenegger, se le rechazaron los decretos por Vialidad, INTI e INTA; se aprobó la ley de emergencia pediátrica, con aumentos para el Hospital Garrahan, quienes vienen luchando por su salario y también se votó el aumento presupuestario a las universidades, saliendo de forma favorable. ¿En medio de esta crisis el gobierno de Milei se animará a vetar estas leyes como dijo?
Lo que vuelve más complicada la situación para el gobierno es la profunda crisis económica y financiera, dónde el riesgo país saltó a su nivel más alto en cuatro meses, llegando a 850 puntos y la confianza en el gobierno cayó a sus mínimos históricos, al menos en el Conurbano y la Ciudad de Buenos Aires. En el plano financiero, la situación se volvió cada vez más tensa. El dólar subió rápidamente en el mercado oficial, mientras que las acciones y bonos argentinos se desplomaron hasta un 10%. El Banco Central, bajo la conducción de Caputo, intentó frenar la corrida cambiaria subiendo los encajes bancarios al 53,5%, el nivel más alto en 30 años, y ofreciendo tasas de interés altísimas (75,66% para las Lecaps de corto plazo). Sin embargo, estas medidas solo encarecen el crédito y ahogan aún más la economía real, profundizando la recesión y la caída del consumo. Además, el gobierno enfrenta vencimientos de deuda por $42,2 billones en los próximos dos meses, casi la mitad con el sector privado, lo que representa una verdadera bomba de tiempo.
La carestía del nivel de vida vuelve cada vez más difícil de procesar que alcance solo con bajar la inflación. El espiral de endeudamiento se vuelve difícil de pagar: las tarjetas de crédito se usan para las compras de supermercado y los préstamos que sacan se vuelven cada vez más impagables con los bajos salarios que hay. Los niveles de precarización laboral dieron un salto, sobre todo vinculado al pluriempleo y a la extensión de la jornada laboral de hecho. El gobierno asumió diciendo que "no hay plata" pero se nota cada vez más que es mentira: en estos dos años se reforzaron los lazos con los empresarios que amasan fortunas y los oligarcas, por eso le quitan retenciones al campo. Queda a las claras que es un capitalismo al servicio directo del gran capital internacional y sus socios locales, lejos de todo discurso de "libre mercado".
Todos estos factores abonan a una enorme crisis de legitimidad: el principal discurso del gobierno de Milei hoy es que aguantemos, que tenemos que pasar esta etapa de ajuste porque lo que viene será mejor, pero las grandes mayorías vienen sufriendo el ajuste desde el gobierno de Macri, pasando por el de Alberto y Cristina, y ya no pueden esperar más. Algunos sectores apostaron por Milei para mejorar su situación y ese cambio no llegó. Por eso, además de reflejar la ausencia de un plan serio para esta crisis, esta situación muestra que no es gratuito ajustar a los trabajadores y llenarle los bolsillos a "la casta": hubo una enorme caída en la imagen de Milei y muchas encuestas muestran que gran parte de la población considera que los audios representan un grave hecho de corrupción. Esta cifra asciende particularmente en los jóvenes, que llega a casi un 70%. Apenas pasaron seis meses de la crisis Libra, un hecho grave de corrupción dónde está involucrado directamente Javier Milei. Otro revés para el gobierno fue la conformación de una Comisión Investigadora en el Congreso Nacional.
A esto se suma un alto nivel de desconfianza en el índice de inflación otorgado por el INDEC, cerca del 65%. De la misma forma, según el índice de confiabilidad que realiza la Universidad Di Tella, el gobierno está en su peor momento, con un salto particular en los universitarios y más jóvenes, que se ven defraudados por un gobierno que les prometía otro futuro que nunca llegó. En base a alguno de estos sondeos Pablo Seman analizó, que: "el voto juvenil a Milei era un voto entusiasta, yo ahora ese entusiasmo no lo veo".
Una parte de los grandes sectores económicos que dirigen el país no confían en que este gobierno llegue a buen puerto y piden un cambio en la política económica, cómo expresó Miguel Angel Pichetto ante sus preguntas al Jefe de Gabinete Guillermo Francos, en representación de los intereses de Techint y Aluar, dónde habló del "desastre que se está produciendo en la industria" y advirtiendo que "los aranceles son letales para estas empresas argentinas porque ya están suspendiendo personal y van despedir gente", mostrando que hay una puja por políticas más proteccionistas para los sectores industriales más concentrados. La situación se sostiene atada con alambres y hay quienes se mantienen en silencio táctico ante los hechos de corrupción cómo los banqueros, los industriales y las farmacéuticas. Otros que soltaron el barco son algunos periodistas antes ultra oficialistas: Jonatan Viale y Alejandro Fantino son los casos más paradigmáticos. Pero entonces, ¿el gobierno va a poder seguir sosteniéndose con esta crisis?
Las desventuras del peronismo
Para pensar la crisis del peronismo, tomamos algunos elementos que sus propios referentes plantearon. No fue un militante de la izquierda el que planteó que "una fortaleza de Milei es que enfrente estamos nosotros", fue Pedro Rosemblat en una entrevista de Cenital. En otra ocasión, en una entrevista con Juan Grabois, habló del malestar de una oposición fragmentada dónde interesan más los cierres de listas que una oposición consecuente a Milei: "No sé si hay un cambio radical porque la encabece Taiana o encabece Itai (...) el que se quema con leche, ve una vaca y llora: esta unidad se parece bastante a la del 2023 y a la del 2019 y no salió de la mejor manera". Esta es una opinión extendida en la base peronista y desde que se realizó el cierre de listas, lo escuchamos cada vez más seguido.
Hace poco también se abrió el debate en el streaming de Gelatina cuando Sugus Leunda se preguntó: "Si vos tenes una identidad progresista en Capital Federal ¿A quién vota? ¿A Myriam Bregman o Itai Hagman?". Remató planteando que "tu amiga que en las legislativas te dice que vota a la izquierda, en esta elección se multiplica por cinco" porque en palabras de ella, Myriam Bregman tiene un carisma y una relevancia política e histórica mucho más importante para el progresismo que Itai Hagman. Ese lugar en el que lo ponen al candidato que encabeza en CABA, se lo ganó por mérito propio: uno de los momentos más bajos de su trayectoria fue cuando cedió su lugar en la comisión para que otra persona lo ocupara y así se alcanzara el dictamen que habilitó el debate y votación en la cámara de Diputados, luego se abstuvo cuando tenía que votar. Las consecuencias de esa votación la van a seguir sufriendo múltiples generaciones a futuro. Se vuelve poco creíble que se presente ahora como la principal oposición a Milei si en estos dos años no se le arrugó la camisa.
En un artículo de Gabriela Carpineti publicado en Panamá Revista, El Malestar de la Cultura Militante, la autora comparte comentarios sobre el desánimo de ir a votar por una oposición que parecería vivir en un termo y no logra entusiasmar. Para ella, se combinan el constante hartazgo de votar funcionarios que no son elegidos por nadie y que, de un día para el otro, pueden terminar panquequeando y apoyando al gobierno de turno. Un ejemplo de esto es Scioli que ahora se declara "peronista y libertario". En ese camino también podemos encontrar a los dos diputados peronistas que al ausentarse de sus bancas, le permitieron a Milei mantener el veto sobre las jubilaciones y la moratoria previsional.
Gabriela Carpineti además expresa otros sinsabores de las desventuras del peronismo, como la falta de autocrítica en sus filas, usando a Alberto Fernandez cómo chivo expiatorio de todos los males pero que al parecer no eran tan malos porque en las listas actuales del peronismo vuelven a aparecer en lugares destacados Kelly Olmos y Nicolas Trotta, figuras muy cercanas a la gestión del ex presidente. También critica, al pasar, la deriva sectaria de este espacio, que fue bastante clara cuando metieron presa a su principal dirigente Cristina Kirchner y la respuesta fue hacer un acto electoral, en vez de apostar por armar un amplio arco democrático contra el Poder Judicial. Sumamos que tampoco aprovecharon los sindicatos y centros de estudiantes que dirigen, para evitar esta ofensiva proscriptiva de la derecha.
El punto que no aparece en la nota de Carpineti es a quienes se identifica cómo los enemigos concretos, como el FMI y los poderes fácticos que atacan nuestros derechos y cuales son las luchas que hay que dar para enfrentarlos y que programa levantar. Además, presenta la perspectiva de no ir a votar cómo una opción frente a la desmoralización, que lo único que genera es aumentar ese mismo sentimiento. Como alternativa a eso, se podría apostar a construir espacios democráticos, desde abajo, con militancia que se juega a pelear contra esos sectores en las calles y no simplemente esperar a 2027 con un nuevo representante del mal menor, que se presente cómo la única salida. ¿Y si apostamos a romper con esa lógica, que hasta ahora lo único que fue haciendo es derechizar toda la arena política que nos trajo hasta acá?
¿Y si sale bien?
En el último tiempo, en sectores de todas las edades las ideas de la izquierda tienen mayor llegada y se acercan a conocer cuáles son nuestras propuestas. Lo vemos en la previa de las elecciones, dónde Nicolás del Caño podría conquistar bancas en las elecciones con más del 7% en la Tercera Sección, Myriam Bregman tiene un 14% de intención de voto y Christian Castillo 8,9% cómo senador en CABA. Aunque aún el escenario está abierto, creemos que estas proyecciones expresan que nos reconocen cómo la única fuerza política que no transa y se mantiene consecuente a sus ideas; además de ser la única oposición seria a Milei. La hipótesis del crecimiento del espacio de izquierda en estas elecciones, sería sobre la base de un sector que viene de hacer una experiencia política del gobierno de Alberto Fernandez y el gobierno actual. Estos datos, que desde ya están mediados por la inestable situación política y los escenarios de lucha de clases que se puedan abrir de aquí a las elecciones, plantean una oportunidad histórica para la izquierda.
Fuente: